1919 (L.S.)

Capítulo 21: "Alreeeeet chavvy"

—¿Qué?

—¡Bienvenido, Little blue*! (pequeño gay) -grita Niall.

—¡Bibi! -responde Harry correspondiendo el abrazo caluroso de su mejor amigo, desplazando por completo la espeluznada sorpresa y reacción de Louis.

Louis deja de respirar por un momento. Siente la mano de Harry en su espalda baja alentándolo a seguir caminando pero Louis está completamente congelado sin perder de vista su alrededor.

Mira a en la esquina del lugar a dos mujeres besándose.

Jamás en su vida vio o imaginó a dos mujeres besarse.

A pocos metros de tal escandalosa escena se encuentra un hombre (que identifica por el bigote debajo de su nariz, duras facciones y prominente barba) quien está vestido con un gran faldón y apretado corsé a su cuerpo, creando una diminuta cintura mientras baila en el regazo de otro.

Una dama baila con otra tomada de la mano como si de una pareja completamente normal se tratara.

Claro... son parejas, prójimos, individuos completamente normales, eso es indiscutible.

Observa a personas de color bailando y conviviendo con personas blancas... algo casi imposible de ver cotidianamente; algo enormemente prohibido para alguien de su categoría y o clase; Louis jamás en su vida ha convivido con una persona negra.

El ojo azul no es maldito, ni siquiera piensa con malevolencia hacia los demás. Todo lo contrario.

Desde hace muchos años se envolvió en las garras de clases sociales más altas del Reino, gracias a su familia política. Con ello sus relaciones meramente demócratas comenzaron. Aprendió de mala manera ver signos de moneda en el rostro de las personas, sabe identificar con fidelidad la clase a la que pertenece cada persona según sus atuendos, sabe quienes vestían con elegancia, aprendió a distinguir entre los cortes y costuras de los diferentes sastres más agraciados de Londres; a categorizar a las personas como: "hijo de...", "esposa de...", "primo de...". Al principio le pareció irracional y cómico, pero después él mismo se encontró presentando como él: "esposo de la hija del Duque de Kent", en un principio, a los meses como el reconocido "Teniente Tomlinson", y hoy en día añade a las dos últimas palabras el "Secretario de Seguridad Nacional". Bastante extenso y jactancioso, pero con esas palabras, solo con esas los otros se dignaban a voltearlo a ver.

También se acostumbró a ver personas de una misma tez y raza, todas blancas. El claramente Louis entra en la categoría de un privilegiado hombre blanco inglés (claro, mientras no sepan que es un inmundo inmigrante francés) aunque su piel realmente no es la más clara ni pálida; con un ligero bronceado gracias a los duros días de entrenamiento bajo el sol y su natural cabello castaño, sin duda fue una desgracia para su suegra.

Recuerda como un terrible y amargo momento cuando la mujer le negó el acceso a su hogar al verlo vestido con sus harapos militares, había salido del entrenamiento en las afueras de Londres, tomó el primer tren que encontró a Kent para llevarle un ramo de flores a la mujer que deslumbró sus ojos en aquel baile de otoño.

Pero nunca pensó en su aspecto, quizás con un poco de lodo en sus rodillas y antebrazos, además de una ligera barba y bigote en su piel, jamás imaginó que con eso fuera suficiente para hacer vetado de tal hogar.

Cuando regresó, varias semanas después con un aspecto impecable, la mamá de su ahora esposa se pasó la noche elogiando esos ojos "completamente ingleses", Louis le agradeció tanto a su madre esa noche por haberle heredado esos preciosos ojos azules y franceses.

Aunque ese secreto es uno de los que está dispuesto a cargar hasta su tumba.

Pero para Louis, esto que miran sus ojos ahora es algo que ni en los sueños más locos o utópicos que ha fantaseado pudo haber considerado.