𝑺𝒆𝒏𝒕𝒊𝒎𝒊𝒆𝒏𝒕𝒐𝒔 [Cʜᴜᴜʏᴀ x OC]

𝑳𝒂 𝒊𝒏𝒗𝒆𝒔𝒕𝒊𝒈𝒂𝒄𝒊ó𝒏

Los jóvenes de la Port Mafia suspiraron, Dazai acariciaba su cara con total estrés-. ¿En serio?-volteó los ojos para ver a la azabache, quien dió un pequeño asentimiento.

-Quiero proponer una investigación conjunta. La aparición del antiguo jefe, y el caso Arahabaki van de la mano- clavó el bisturí en la fina madera del escritorio.

-¿Y si me niego?- La de ojos verde entregó un celular que llevaba en el bolsillo, al tenerlo en sus manos, el mayor lo reprodujo, era la voz de un niño. Chuuya apretó los dientes

-Son una organización de contraataque, pero aún con las armas, algunos integrantes siguen siendo niños- hizo una pausa para mirar a su subordinada -Como líder también te entiendo- reafirmo jugando con el celular entre manos.

-Desgraciado- el ceño del pelinaranja estaba fruncido.

-Así están las cosas Dazai-kun, probablemente la habilidad más peligrosa sea la de Chuuya, ¿No estás de acuerdo, Jane?- Su discípula asintió -Pero los métodos más violentos pertenecen a la Port Mafia, nuestra naturaleza es controlar la razón por diversos métodos- estiró los hombros.

-¿Por qué me adoctrinas a mi?, tienes a "tu Jane"- giró completamente dándole las espalda al ajeno.

-¿Por que será?- sonrió esperando una respuesta.

-Puedo intercambiar información, pero ustedes hablan primero, luego decidiré- la voz de Nakahara hizo eco en toda la habitación.

-Dazai-kun investigó la aparición del exjefe, Jane te hablará de eso- indicó a la pequeña que hablara.

-Sus avistamientos han sido tres en los últimos seis meses, todas en el barrio mortero- la de botas negras se removió nerviosa sobre sus pies-. Ayer fue la cuarta.

-Lo muertos no reviven- contraatacó el de ojos azules.

-Yo pienso lo mismo, pero no puedo empecinarme en negarlo- picando un botón de aquel dispositivo proyectó un vídeo.

-Ese es el lugar más impenetrable de la Port Mafia- Austen susurró, pero todos en la sala escucharon lo que dijo.

Se podía ver al anciano que deliraba con matar a todos más conciente, amenazando a Mori con ir a esparcir toda su ira, y como el Arahabaki lo regreso a la vida. Al cortarse la grabación, abrió las cortinas con el mismo dispositivo, dejando ver la luz del día tan claro como agua cristalina.

Ambos jóvenes quedaron cara, a cara, Mori se puso de pie para quedar justo en medio de ambos varones, explicaba cómo manejo la situación y la chica estaba tan concentrada en ver los ojos del Nakahara que escuchó poco de la conversación. Al darse cuenta de su mirada el jóven la vió de reojo, no estaba incómodo, pero le parecía excéntrica. Jane se perdió en el azul de sus ojos, veía como su boca se movía, pero no escuchaba sonido alguno, hasta que Dazai alzó la voz.

El castaño estaba furioso por las miradas que intercambiaban. Odiaba que Jane mostrará una actitud dócil todo el tiempo.

-Probablemente se usó una habilidad que desconocemos, ¿No lo crees Jane?- preguntó el de vendas..

-Si las imágenes de antes no estaban alteradas, estamos perdidos- Rápidamente recuperó la compostura.

-Santo cielo- cruzó las manos por detrás de la espalda -Dazai-kun tengo una orden para ti, encuentra al culpable antes de que un seguidor del antiguo jefe vea el video. ¿Entendido?- asintió, no había forma de negarse.

-No tengo mucho tiempo, ¿Jane vendrá conmigo?- suspiró agitando las manos.

-Por supuesto, a demás, Chuuya-kun les ayudará- miró de reojo al pelinaranja.

-¡No quiero!- ambos comenzaron a quejarse -¿Por qué tengo que trabajar con él? Ya tengo a la pareja perfecta. ¡Solo necesito a Jane!

-¿Se puede saber qué dices?- el de ojos azules empezaba a molestarse por su actitud, no más bien su sola existencia le ponía de malas -¡Te mataré mocoso!.

-¡Tú también eres un mocoso, y encima más bajo que yo!- parecían perros rabiosos-. Deberías tomar más leche.

-¡No te metas, tengo quince años aún esto en crecimiento!- riño el más bajo.

Mori observaba a la joven comenzar a tocar su zafiro con la mano libre, solo lo hacía en situaciones de estrés, al hacer contacto visual está negó moviendo la cabeza-. Silencio, los dos están frente a una dama -ambos se quedaron estáticos, Dazai mostró una mueca evitando ver los ojos verdes clavados en su sien-. Chuuya-kun, no puedes negarte a cooperar- se dió la vuelta mirándolos fijamente-. Tú tampoco Dazai, si se enteran que eres mi cómplice, te torturan y no morirás en paz.

-¿Por qué crees que esto es lo mejor?- Jane por primera vez intervino en la discusión.

-Alguien externo a la mafia será mejor recibido en la calle, pero necesita ser vigilado para no traicionarnos- hizo una pausa para tomar aire -A su vez ambos deben ser vigilados de no pelear todo el tiempo.-. Lo demás es un secreto.

Mori les dió unas últimas indicaciones para después salir junto al pelinaranja. Este observaba como sostenía su pequeña mano, pensaba que jugar a los novios era algo absurdo. Los dos le desagradaban.

-Necesitamos una manta, no tardo- lo soltó para ir a la bodega prácticamente corriendo.

-¿Ella siempre es así de pegajosa?- Chuuya apreciaba su espalda, su cabello a movía de un lado a otro hasta desaparecer.

-¿Te refieres a Jane?- su semblante era burlón -Pues conmigo lo es siempre, somos íntimos. Soy su persona favorita.

-No quiero saber de tu vida amorosa, maldito suicida -se dió la vuelta para evitar ver su sonrisa.

-Jane es bastante seria con las personas que no conoce, solo con algunas personas es complaciente, sigue siendo una niña a fin de cuentas- alzó los hombros.

-¿Cómo alguien así está en la mafia? ¿Por qué una niña estaría aquí?- el de cabellos naranjas arqueó las cejas confundido por la repentina seriedad del castaño.

-Está mal de la cabeza al igual que todos los que poseen una habilidad- respondió el de vendas como si no fuera algo importante.

-¿Ella tiene una habilidad?.

-¿Te interesa saber más de Jane?- una sonora carcajada hizo eco en todo el lugar-. Ella no puede interesarte.

-Cierra la boca, maldita momia, no me interesa se esa manera -gruñó enojado.

Se quedaron en silencio hasta que la joven de ojos verdes apareció agitada y algo roja, enseño la prenda para después tomar la mano del castaño. Miró de reojo al nuevo integrante, no había odio, ni disgusto, solo era una mirada vacía, contraría a la sonrisa que dedicó para Dazai.