El Hyung Y Sus Niños 3

501

Episodio 501 (+ Esquema SAT (2))

Secuestro SAT (2)

La campana final del SAT resonó por todo el campus. Poco después, los examinandos salieron corriendo con diversas expresiones en sus rostros. Algunos estarían arrepentidos, otros eufóricos, pero todos se parecerían en que habían dejado atrás una gran carga.

La cara de Song Tae-won, que había estado rígida todo el tiempo, se suavizó un poco. Los cazadores de clase S de sus respectivas regiones tampoco tenían problemas. Ahora, mientras todos regresaran sanos y salvos, podía relajarse.

"Vamos a comer, no has tomado nada más que una taza de café desde la mañana".

Dijo Hunter. Song Tae-won pensó un momento, luego sacudió la cabeza.

"Primero tengo que ir a un sitio".

Song Tae-won condujo el vehículo del ministerio hasta el criadero de Ki Seung-soo. El encargado del criadero no estaba, pero el resto del personal le dio la bienvenida.

"No se preocupe. Ha estado jugando con Soroki".

Cuando Song Tae-won preguntó cómo le había ido al cordero, el empleado sonrió.

"Creo que está más cómodo en la granja y tiene amigos".

"Puede ser, pero señor Song, las ovejas son animales sorprendentemente testarudos. Son monstruos, así que quizá sea diferente, pero Song Yi no acepta un no por respuesta".

"Un poco, supongo."

"Además, no tiene miedo, así que si no quisiera ir contigo, habría huido".

"...Eso es bueno."

Incluso mientras decía eso, Song Tae-won no podía entender por qué el cordero le seguía. El empleado le dio a Song la llave de la jaula y se fue, diciendo que dejaría entrar a los lobos. Song Tae-won siguió el camino ya conocido hacia la sala de cría. Antes de acercarse a la jaula, oyó unos pequeños cascos golpeando el suelo, como si se hubieran percatado de su presencia.

Metí la llave en la cerradura y tecleé el código para abrir la puerta, y la ovejita negra que estaba justo al otro lado movió su corta cola.

- Ciruela.

Giró sobre sí misma y levantó las patas delanteras para arañar el dobladillo de los pantalones de Song Tae-won. Song Tae-won se puso en cuclillas delante de la oveja.

"¿Cómo estás?"

- Mae-ae.

"Habrá otros momentos como éste".

Era imposible que le entendiera, pero habló de todos modos.

"Mi trabajo es lo primero. A veces tengo que irme con poca antelación, y puede que no vuelva en días. Quizá más, para siempre".

El cordero levantó la cabeza como si quisiera que lo acariciaran. Tae-won le acarició la cabeza y el cuello con la destreza a la que estaba acostumbrado y le rascó donde le picaba.

No es que no supiera lo que se siente cuando te gusta algo, cuando nace algo precioso. Sino que lo sabía y podía rechazarlo.

"...no soy fuerte."

Por eso tuvo que atarse aún más fuerte. Y hasta ahora, ha estado protegiendo silenciosamente a Song Tae-won.

Pero ahora, con la ansiedad no identificada y la incomodidad dentro de él haciéndose más y más aparente, estaba vacilando. ¿Y si ya no podía contenerse y se convertía en el monstruo que devora incluso a los cazadores más fuertes?