(no me resiste jajaja)

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Mi hija, ella...

- DAMN MOCOSA.

<< MALDITA MOCOSA >>

>- aibhath eanha fi jamie 'anha' 'iifriqia 'iidha lazim al'amr , fa'ana 'uhibu tilk alfatat wa'uriduha ealaa qayd alhayaat tmaman.

<< Búscala en toda África si hace falta, quiero a esa niña y la quiero completamente viva. >>

Ordeno a Juan quien se retira de inmediato y Lorenzo entra algo agitado; con una Tablet en la mano.

-halle esto; fue hace una o dos horas. Una de nuestras cámaras lo capto.

Miro la pantalla; hay una camioneta gris parqueada a unos doce kilómetros, montaña arriba.

No hay placa y nada con que comparar.

-hubo una falla antes de que entrara luego otra vez y desapareció – explica – crees que alguien nos traiciono.

-no lo creo, estoy seguro; investiga a fondo y cuando tengas al responsable me lo traes.

Meditase; esa niña me trae problemas a cada nada. Soy padre hace cuatro años, no por gusto claro está.

Una cualquiera que se aprovechó de mi estado de alcohol acostándose conmigo sin condón y luego quedar embarazada para que nueve meses después volviera con una mocosa en brazos reclamando ser la doña y señora.

Locas, las mujeres son unas locas sin dignidad (algunas). La mate por supuesto y a la bebe la acepte; porque es mi puta sangre y mi padre me atormentaría al saber que abandone a un nieto suyo. Está claro que la sangre es sangre; así como Juan no es hijo de mi mama y aun así mi padre lo acepto como hijo.

UN DÍA DESPUÉS – 4:05 P.M.

-Rhet – entra Juan – no hay rastro de ella por ningún lado, es como si la tierra se la hubiera comido.

-hay rastro de la camioneta o de que vino la explosión.

-nada y fue hecha por una bomba casera, pero una muy buena.

Masajeo mi cien, ciento un maldito martilleo.

Un pitio llama mi atención; levanto el rostro para ver en la pantalla grande una llamada, veo que Lorenzo se acerca a una computadora y luego frunce el ceño.

 Un pitio llama mi atención; levanto el rostro para ver en la pantalla grande una llamada, veo que Lorenzo se acerca a una computadora y luego frunce el ceño

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CAUTELOSOS [ En Edición ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora