CAPÍTULO ESPECIAL (PARTE 1)

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Aunque tal vez ese "jueguito de Caballeros" lo le iba a durar por mucho tiempo más.

Mientras esas cosas ocurrían alrededor del rubio, el peliazabache se chocó con una chica porque ambos estaban distraídos y metidos en sus cosas, y ambos cayeron en una posición no muy favorecedora para ninguno de los dos.
- (Mierda, ¿Por qué me pasan estas cosas a mí?) - Se preguntó la chica a sí misma luego de darse cuenta de que Shinra podía ver sus bragas estando así, tendidos en el suelo de esa manera y con la falda levantada. Era una posición que seguía sin tener mucho sentido. Y no, no era Tamaki Kotatsu, puesto que ella no había podido asistir ese día ya que se le había pegado un resfriado.

Los murmullos no tardaron en comenzar, y tanto Shinra como esa chica se estaban muriendo de la vergüenza y los nervios en su interior.
- L-lo lament- - Iba a disculparse, pero antes de terminar recibió una patada en la mejilla de parte de la chica, quien lo hizo por instinto al ver que la sonrisa del joven azabache empezaba a asomarse.
Yui, la chica del incidente - y no, no inspiré el nombre en Diavolik Lovers, aunque por mera coincidencia este personaje tiene una apariencia muy parecida a la de la protagonista, y eso que a ella la creé antes de siquiera ver la serie por primera vez - se alejó de él algo asustada.

Muchos chicos lo miraron con algo de envidia. Sabían que verle las bragas a una chica estaba mal, pero es que ellos no se habían atrevido a hablarle por los nervios que tenían al pensar en ello. Y es que, a pesar de no ser la más bonita de la escuela, y de que no se haya mostrado así en primera instancia ante Shinra, ella solía tener un carácter dulce.

Arthur viendo esto, se enojó, como era de esperarse de él, a lo que se acercó a Shinra de una manera amenazante y lo apuntó con una espada de madera que para él era una espada real.
- (Mierda, no debí hacer eso) - Yui se arrepintió a los pocos segundos después viendo la escena que se había armado. No había culpable, y sin embargo, le había dado una patada a un chico que no tenía intenciones de dañarla.
¿Han escuchado el dicho de "salvados por la campana"? Pues esta era una de esas situaciones a las que le venía bien. Justo un segundo después de que el rubio entrara en escena, la campana del establecimiento tocó, anunciando el inicio del día de clases. Eso no puso muy contento a los demás alumnos, pero a Shinra sí, así se evitaba líos.

Shinra había tenido la suerte de inscribirse semanas antes del aniversario de la escuela, por lo que la profesora estaba anunciando que el día especial se acercaba y que debían de dar ideas para algo que pudieran hacer ese día. Todos los cursos debían de hacer algo especial, esa era la regla cada vez que pasaban estas fechas.
- ¿Y si hacemos una obra de teatro? - Dijo la rubia luego de que la profesora le diera el pase para hablar por alzar la mano. Muchos la abuchearon, otros le aclamaban, y a los demás simplemente les importaba un bledo lo que llegaran a hacer para ese día. Arthur estaba en los segundos y Shinra en los últimos.
- Nada mal. Shinra, ¿Tú qué opinas? - La profesora señaló al que menos le podía importar en toda la clase. Claro, como era el nuevo.
- ¿Está bien? - Titubeó un poco antes de responder lo primero que se le viniera a la mente.
- ¿Podrías decirme por qué te parece una buena idea? - Preguntó mientras lo miraba con curiosidad por la respuesta que pudiera dar, esperando que fuera una que tuviera sentido.
- (¡Váyase a la mierda y pregúntele a otro, PROFESORA JODI-!) - Pensaba Shinra para sus adentros mientras la incomodidad llenaba su cuerpo y su sonrisa volvía a aparecer debido a que todas las miradas de sus demás compañeros se posaban sobre él. - ¿Nos ayuda a confiar más en nosotros...? - Obviamente no podía decirle todo lo que pensaba a esa profesora o se iba a meter en problemas.
- Nada mal... - Dijo dejando de señalarlo. Esperaba una respuesta más elaborada, pero ya qué. - ¿Arthur? - Señaló al rubio.
- Muestra la majestuosidad y talento que poseen estas princesas - Dijo en un tono caballeresco y con una sonrisa brillante.
-¿... Ok? - Ya ni sabía porqué le seguía preguntando a él si siempre respondía con alguna de sus fantasiosas tonterías.
Al final, luego de unas cuantas ideas más sobre lo que podían hacer, esa fue la más votada. Entonces faltaba decidir qué otra sería y quién interpretaría a quién. En cuanto a lo primero, se decidieron por Un Corazón Normal - créditos al autor de la obra - , lo que hizo que muchos se desconcertaran.
- Yo creo que sería un gran detalle aprovechando que estamos en el mes del orgullo - Dijo una de las alumnas del fondo poniendo su mano en su mentón - ya sé que en Japón esto no está tan bien visto, pero este es un libro con una historia de fantasía, así que finjamos que sí -.
- ¿Quienes quieren participar? - Preguntó la profesora señalando a los alumnos, especialmente a los hombres, pero viendo que ninguno de ellos levantaba la mano, tuvo que recurrir a otros métodos. - Bien, hagamos esto: a quien le caiga mi lápiz en la cabeza es quien va a participar; primer personaje, el escritor Ned Weeks - Dijo para lanzar su lápiz hacia uno de los alumnos.
Los nervios les comenzaron a llenar, mientras veían en el aire cómo el lápiz giraba y volaba en dirección hacia uno de ellos, quien aún era desconocido por la clase. Algunos rezaban porque no les tocara a ellos, mientras que otros no le habían puesto atención a lo que había dicho la profesora sobre el lápiz.

El objeto terminó tocando una cabellera rubia no muy larga ni muy corta, la cual estaba atada en una especie de coleta para que su flequillo no le molestara tanto a la vista. El dueño de esa cabellera tomó el artefacto y lo miró por unos segundos tratando de procesar lo que acababa de suceder, creando así un silencio incómodo en el salón.
- ¡¿AH?! -Exclamó Arthur Boyle con disgusto al por fin entender lo que estaba pasando, y tan bien que le había estado yendo en el día... .
Mientras tanto, Shinra trataba de aguantarse la risa, y era tanto así que ni siquiera podía disimular eso, a lo que al final se rindió y comenzó a reír a carcajadas, sin importarle mucho el hecho de que las chicas del salón lo habían comenzado a mirar mal. - (Siento mucha pena por el chico al que le toque luego) - Pensó entre risas, pero no había tomado en cuenta que el destino podría tener planes diferentes para él. Mientras tanto, Arthur quería cortarle la cabeza por lo tanto que se reía.
- Arthur, lanza otra vez el lápiz, por favor - Le pidió la profesora mirando la actitud que estaba tomando el rubio.
- (Ese Demonio se las va a ver conmigo) - El chico, solo por venganza apuntó a la cabeza del peliazabache y se la lanzó, dando en el blanco.
- ... - Shinra tomó el lápiz, que había caído al suelo y se le quedó mirando por unos segundos, viendo su vida pasar por delante de sus ojos. Los había condenado a los dos. - (Hijo de pu-).

𝓔𝓼𝓽𝓪 𝓱𝓲𝓼𝓽𝓸𝓻𝓲𝓪 𝓬𝓸𝓷𝓽𝓲𝓷𝓾𝓪𝓻á...











Caballero de Fuego (Arthur x Shinra)Where stories live. Discover now