CAUTELOSOS [ En Edición ]

CAPITULO 29 "ATAQUES"

-no te he visto antes – pregunta

-no que yo me acuerde – respondo sin importancia

Al momento en el que llegamos al piso, soy yo la que sale primero y comienzo a caminar el largo pasillo, notando que el sujeto me sigue, pero esta vez entretenido en su teléfono.

*porque siempre me encuentro tipos como este en el ascensor*

Paro en seco cuando me desoriento por andar metida en mis pensamientos, el hombre sigue derecho como si fuese un fantasma aun así prefiero restarle importancia otra vez. Empiezo a recordar las indicaciones de Mateo, cuando recuerdo por donde era, retomo el trascurso hasta llegar a una sala con puerta de vidrio y un papel gris en la mitad.

Antes de abrir la puerta escucho las voces de hombres y algunas de mujeres. Respiro hondo y me indico que puedo con esto, padre siempre dice "no necesitamos permiso para entrar a un lugar, solo empuja la puerta y que sufra el que quiera"; siguiendo su buen ejemplo sin tocar abro la puerta dándome paso a la sala de reuniones.

Como si mi presencia les hubiese cortado la lengua a todos, el silencio gobierna y hay muchos pares de ojos en mí, hay más hombres que mujeres como lo supuse, la mayoría son ya de edad y el resto tienden a ser desde los 20 a los 30.

-Señorita creo que se equivocó de lugar, esto es una reunión privada y no tiene derecho a entrar así – habla un señor de unos mmm... cuarenta, cincuenta años.

Una sonrisa agria se dibuja en mi rostro, no lo culpo estas reuniones son de suma cautela, pero aun así no me disculpare.

-créame nunca me equivoco señor – digo intentando sonar lo más amable posible, aún tengo el dolorcito de cabeza que me revuelve las neuronas y cualquier palabra me puede hacer explotar de mil maneras.

El señor intenta decir algo, se le ve enojado. Pero antes de que pueda mediar palabra alguna es interrumpido.

-ni lo intentes Nicolas, ella es muy perseverante y no se deja intimidar – la voz de Sathiel llama la atención de todos.

Lo busco con la mirada y lo encuentro en una esquina, sirviéndose un trago de Wiski. Me atrevo a detallarlo, tiene un buzo negro, jean azul claro clásico, tenis negros y una chaqueta de cuero también negra; su cabello esta peinado hacia un lado, uno que otro cabello rebelde y parece estar cansado.