Capítulo 24

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Diclaimer: Los personajes NO me pertenecen

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Diclaimer: Los personajes NO me pertenecen. Los utilizo para crear historias sin fines de lucro, con el único objetivo de entretener al lector.

Este es mi primer Fanfics. ¡Espero sea de su agrado!

Levi Ackerman/Hinata Hyūga/ Sasuke Uchiha

Mundo: Attack on Titan (Shingeki no Kyojin)/Naruto.

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Desde que él llegó a su vida todo en mí fue un maldito infierno.

Verla a su lado amándolo me llenaba de un odio irrefrenable que cada día iba en aumento, aun más cuando su boda era un paso inminente, mis amenazas no le afectaron en nada, por esa razón mi mente se nublo, no quería perder sin antes haber luchado por ella, pero todo se salió de control. 

«Tienes una oportunidad más para cambiar todo el daño que le ocasionaste a ella, para que el dolor y rencor que está creciendo en su interior hacía a ti no añada más sufrimiento a tu condena».

Podía vivir con el odio del mundo entero, menos el de ella.

Fui un maldito egoísta y sé que realmente no la merezco. Verla con ese poder y atacándonos sin una pizca de duda ni miedo fue algo digno de ver, pero esa no era Hinata, la obligué a sacar lo peor de sí al atentar contra la persona que amaba.

Me estremezco al pensar si hubiese elegido el egoísmo, sé que me hubiese dejado matar por sus manos porque no iba a ser capaz de enfrentarme a la mujer que amo.

—¡Hola, Levi! —saluda Naruto con su estúpida sonrisa sacándome de mi estupor mientras el idiota ese me observa por el rabillo del ojo.

Volví donde comenzó todo el caos.

—¿Qué esperamos? —masculla cruzándose de brazos.

—Ackerman... camina, debemos ir a donde Kakashi.

Asiente y sigue el camino a la torre con Naruto a su lado.

Toda mi vida estuve rodeado de venganza y odio, el amor para mí era algo tan surrealista, porque la persona que amaba en este mundo fue el mismo que me dejó sumido en una penumbra que me llevó a ser su propio asesino.

¡maldición!

Tks.

Casi asesiné en vida a la persona que también he amado en esta vida, esa mujer que me enseñó a que estaba bien sentir ese sentimiento sin miedo ni condiciones, pero sobre todo amar con valor y sinceridad. Pero los celos me cegaron de tal manera que no pude pensar en las consecuencias sino en alejarla de él a toda costa.

El dolor que tengo clavado en mí no se compara a nada de lo que he vivido, ni los experimentos de Orochimaru, ni cuando quede ciego, nada, nada se compara al maldito sufrimiento que siento en mi mente y en mi alma.

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