Capítulo 9

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Fue lo que yo hice.

Maldito karma.

Jamás creí que con unas cuentas palabras, malas miradas y risotadas de burla, me trajeran tantos malos recuerdos de mis demonios.

No sabía de que se trataría esta fase, tenía una vaga idea que se centraba en banales tertulias y una que otra entrevista.

Pero...¿canto? ¿instrumental?

Nunca se me pasó por la cabeza. Lo poco que sé de música se basa en una tenue melodía que escuché en contadas ocasiones cuando iba a la Zona Oriental de los Campamentos.

Ahora entiendo la importancia que le dan en el Reino del Agua.
Estos últimos meses son exclusivamente para demostrar que pertenecemos a nuestro Elemento.

Aquí es dónde se demuestra que tenemos características comunes con nuestros semejantes. Las mutaciones humanas son tan especificas que se nota de gran manera quiénes pertenecen al Fuego, Agua, Tierra y Aire.

Hay similitudes como los son el Aire con el Agua y la Tierra con el Fuego.

Pero, es fácil reconocer quiénes se acoplarán de forma genuina a la sociedad que establecen los Dioses.

Estoy impotente y temerosa.

Me parece una verdadera mierda que se discriminen incluso por las habilidades que uno posee.

Odio que crean que todos debemos ser iguales, lo hermoso del ser humano está en las diferencias que nos hacen únicos.

No somos una copia del otro, no todos tenemos los mismos gustos ni ideales.

Puede que esté exagerando, no obstante yo no pensé que sería tan importante tener buena voz o ritmo.

Que los asesores dejaran en claro que este tipo de actividades son esenciales para elegir Fallas, no hace más que angustiarme.

Estuve tres horas intentando cantar una podrida canción y luego seguirla con el piano. Me limito a decir que soy terrible.

Horrenda. Espeluznante.

Incluso Amura e Inna que son un amor conmigo, fueron sinceras y me expresaron a su manera que en realidad me salía terrible.

Nos tomamos un descanso para probar con las canciones más fáciles y en ese receso pude oír las felicitaciones de otros guías a sus respectivos alumnos.

Había una chica con una voz armoniosa y dulce. Otro chico aprendió a tocar el violín como si hubiese tenido clases toda la vida.
En realidad, soy la única que falló.

Los tipos me dijeron que mi voz era horrenda y tampoco tenía cuerpo de cantante.

Mi pregunta es...¿cuál es el cuerpo de cantante?

No pensé que lloraría por algo así, sin embargo estar tanto tiempo escuchando mis defectos logró romper todas mis barreras.

—Oh, ya entiendo—dice Adrián sobándome la espalda—No le sale bien—me giro enojada.

—Gracias, no me había dado cuenta—limpio las lágrimas que empapan mi rostro.

Suspiro viendo el video dónde hago el ridículo. Me quebro en cada nota, mis gestos se van acentuando con los descalificativos de los asesores, además después de atacar mis malas habilidades, terminan acribillando contra mi cuerpo.

Últimamente todos me dicen que estoy gorda, que no me entrarán los vestidos, que no tengo la figura de una mujer del Agua.

Supieran lo difícil que es subir de peso cuando apenas tienes que comer, recién pasado junio logré aumentar la masa muscular.

ZONA DE FALLAS: FALLASWhere stories live. Discover now