ZONA DE FALLAS: FALLAS

Capítulo 26

La vuelta a Occidente fue rápida y sigilosa.

Llegamos a la mitad de la madrugada, viajé en la Nave Real junto con los Dioses y Jared.

Los demás por par de hermanos usaron transportadores diferentes a modo de escolta.

Tuvimos que esperar una hora para que se provocara el gran apagón de cámaras y así prácticamente correr a mi cuarto.

Apenas me despedí de los demás, Ulem, Mirt y Jared debían volver a Oriente así que los veré en unas semanas. Por otra parte Fotsis se quedó con Adrián, supongo que tienen bastante de que hablar.
Amura e Inna me acompañaron a mi.

Dormimos cuatro horas, cabe destacar que apenas me puedo el cuerpo, pero mis sirvientas no parecen estar nada afectadas.
Imagino que en Palacio apenas duermen.

Eso hace que recuerde a la Lagarta, esa odiosa rubia oxigenada.
No sé cuando vuelva a verla, aunque estoy segura que no será en el mejor momento.

—Toma esto, te dará energía—Amura sonriente me entrega una taza con un líquido amarillo.

Lo bebo del tirón y me arrepiento al instante.
Esperaba que fuera dulce porque todas las bebidas que me dan son de ese estilo y esta es lo opuesto.

—Lo siento, si te avisábamos no la habrías tomado—se disculpa Inna.

Niego en completo desacuerdo.

—Ten—ahora si compruebo el líquido que me dan.

—Aún no les perdono que me doparan—las regaño—Fue tan rápido que no alcancé a asustarme o entrar en pánico.

Es leche de chocolate.

El mal sabor de boca se elimina en cuanto vacío el vaso.

—En nuestra defensa—dice Amura—Es un somnífero natural sin contraindicaciones—alza los brazos en forma de paz.

—Aunque se nos pasó un poco la dosis—Inna ríe nerviosa.

Niego sonriendo por el escenario que montaron.

—¿Cuál es la agenda de hoy?—pregunto sirviéndome el desayuno.

—El siguiente lunes tendrás la presentación del baile, unos días después de eso darán la modalidad de la Fase Final—asiento al entregarme el cronograma.

El estrés de estas pruebas es horrendo, la incertidumbre de lo que ocurrirá es lo que masifica el pánico del posible resultado.

Hoy dudo bastante que pueda ver a Doskas, si tengo suerte podré despedirme de él por la noche.

El siguiente paradero es el centro de baile. Hoyuelito me ayudará a elegir la canción y le mostraré a Rizitos la coreografía.
Poco me importa lo que me digan los instructores, yo quiero saber qué piensan mis amigos.

Tengo en la opción tres pistas y prepararé bailes diferentes para cada una.
Lo que aún no sé es sobre el vestuario y escenografía, puede que le deje esa tarea a Amura e Inna.

—Hoyuelito qué guapo te ves—le alago al ver su nuevo atuendo.

Vislumbro un sutil sonrojo en su cabeza gacha.

—Gracias—susurra.

Acompañada de una leve casi imperceptible sonrisa señala unos hologramas con pistas musicales.

Su sirviente está ordenando el lugar que ocuparemos.

El chico es delgado, bastante alto unos centímetros menos que Doskas. Su rubio no es cegador como el de Apolo o Coral, es más apagado, me da la idea de que no se lo cuida mucho.
Su rostro es lo que más me llama la atención, es muy blanco normal para el Reino del Aire, pero yo al lado suyo parezco carbón y no es que sea de piel tan oscura.