Capítulo 29

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Adrián

Debe estar recuperada antes de mañana—digo a través del comunicador.

Cuando Malía se desmayó pensé en un principio que era para llamar mi atención y que la ayudara, luego analizando bien la situación ella no tiende a utilizar la debilidad para conseguir lo que quiere.

Después de que permaneciera en el suelo sin dar señales de despertar fue que me asusté, pero no podía moverme de mi posición, Selina se encargó de recordármelo con una muy bonita frase; " Muévete y será tu fin".

Amura e Inna acudieron al rescate, ambas como sus sirvientas no hay regla que las detenga en ayudarla, todo lo contrario es una de sus tareas.

Le tomaron el pulso, los médicos se apresuraron al decirles que apenas latía su corazón.

Mi mente comenzó a emprender una serie de opciones a un repentino problema en su cuerpo. Recordé los vidrios, la cantidad de veces que su cabeza azotó contra superficies duras y no pudimos curar las heridas en su totalidad.

—Dios Adrián lo estamos intentando, sin embargo está débil. No han existido cambios en su estado, se encuentra tal como la vió en la sala médica. Sus ritmo cardíaco ha sido lo único que ha mejorado—la voz tranquilizadora de Inna no logra mantenerme sereno.

Miro por la ventana de la oficina, las decoraciones celestes son una molestia. Globos, cintas, cortinas, mesas, sillas, absolutamente todo de tonos azulados.

La semana de mi cumpleaños finalizó por deteriorarse después del terremoto en Occidente, a pesar de que por dicho acontecimiento he recibido un sin fin de regalos extravagantes y saludos especiales felicitándome por básicamente seguir vivo.

Nada de eso importa si nos quiera puedo pensar en ello cuando por mi cabeza no se repite más que el recelamiento que tuve de Malía.

Querría decir que fue una completa sorpresa de la cual no existió ninguna pista, no obstante ella había figurado interrogantes con alusión a la raza extinta a la que pertenece. Mi mente quiso descartar la posibilidad de un secreto tan importante, en especial por las cosas que me decía sobre la sinceridad y la confianza.
Se interpuso mi corazón antes que mi mente.

—Tendría que haber despertado—reclamo.

—Si, los médicos nos advirtieron que era extraño que su cuerpo no recibiera bien los medicamentos—Amura mueve el holograma mostrando a Malía sobre la cama con una inyección en su brazo, una mascarilla que cubre la mitad de su rostro, el velador está repleto de frascos de pastillas.

Cuantas cosas han probado y ninguna a funcionado.

De pronto algo en mi me alerta.

—¡¿Los médicos le extrajeron sangre?!—me levanto espantado de mi trono.

Ambas niegan con un súbito miedo en sus rostros, tiene sentido por mi forma de interrogarlas.

—No...dijeron que con todas las vitaminas que le han ingresado revisarán su sangre después—explica Inna.

—No lo harán, es una orden—llamo a Jared para que les envíe mis peticiones a los médicos encargados del caso.

No le he contado a nadie lo que sé de Malía, aunque no podré ocultarlo por más tiempo.

Sin la ayuda de alguien es imposible que pueda describir las diferencias que existen a nivel genético entre nosotros.

ZONA DE FALLAS: FALLASWhere stories live. Discover now