ZONA DE FALLAS: FALLAS

Capítulo 23 (Especial Año Nuevo)

—¿Malía?—pregunta Jared atónito.

Asiento y espero las respuestas de los demás.

—Es un nombre Real—afirma Amura.

—Si lo es—digo sonriendo.

—Sé lo que van a decir—Adrián se acerca a nosotros y entrelaza nuestras manos.

Los chicos no parecen sorprenderse de tal gesto, creo que ya se acostumbraron.

—¿A qué te refieres?—lo miro sin entender.

—Hermana, el tema de los nombres en Oriente posee reglas—Ulem palmea mi espalda como dándome ánimos.

Volteo a visualizar el asentimiento de Mirt.

—¿No te gusta otro? Nosotras podríamos hacerte una lista—siento que Inna me está dando una palabra de apoyo cuando no lo necesito.

—Creí que les gustaría la idea—alzo los hombros—Sé que les recordará a una persona muy importante, pero no pienso reemplazarla—les explico.

—No es eso—se apresura aclarar Ulem—Es que no puedes tener un nombre de la Familia Real, incluso si son miembros ilegítimos—abro los ojos de forma exagerada demostrando mi asombro.

Definitivamente tienen reglas para todo.

—A menos que pertenezcan a la Familia Real—agrega Adrián como si fuera la gran respuesta.

—Yo no soy de tu familia—digo lo obvio.

—Eso no importa, además al final de la Competencia yo seré el que te nombre, así que aceptas ahora o después igual te llamarás Malía—su risa es la causante de nuestra extrañeza.

Sé a lo que se refiere, no se atreve a decirlo de manera explícita, sin embargo no soy estúpida.

Doskas está armando un futuro conmigo, me quiere en su Palacio, es su vida y eso significa tener un puesto a su nivel.

El problema es que ni siquiera he podido pisar Oriente y ya tendré responsabilidades asignadas.

Cualquier cosa que se refiera a este chico es igual a un montón de normas y modales a los que debo adaptarme.

Lo amo, no tengo dudas.

Y él me quiere, no obstante no sé si continúe haciéndolo si sabe mi verdad.

—Celebraremos mi cumpleaños y la Ceremonia de Iniciación del nuevo miembro del Reino del Agua—su voz es entusiasta, para él este es un nuevo paso que acabamos de dar.

Se va a decepcionar tanto, me odiará y querrá nunca haberme conocido.

La primera vez que nos conocimos ambos notamos las diferencias entre nuestras vidas, los dos parecíamos querer las realidades del otro. Después llegamos a la conclusión que ninguna situación era mejor que la otra.
Estábamos destinados a conocernos, porque nos complementamos de la forma correcta.

Con lo que él me cuenta y lo que observo, he sido capaz de analizar que existen parejas que no se ayudan.
Se estancan o retroceden. Lo contrario es con nosotros que logramos avanzar.

—Que más da si le agregamos una numeración ya no es el mismo nombre—Amura aleja a mi hombre de mi y me abraza.

El entusiasta de los hermanos también se lanza a completar el trío.

Inna y Mirt me sonríen dando su aprobación.

—¿Qué dices Jared? A mi me importa tu opinión—me sincero.