En los brazos de Josh Hutcherson

Michael.

Vamos en la camioneta de Michael: Michael, Dane, Tom, Mike y yo, rumbo al estudio de nuestra disquera a grabar y a una sesión de fotos para nuestro primer álbum.
La verdad es que no podría estar mas emocionada que en este momento, rumbo a cumplir mis sueños, con mi propia banda. Sé que hemos llegado cuando escucho el rechinar del motor de la camioneta de Michael, y al ver el estudio de fuera desde mi ventana, cual si fuera una niña pequeña que llega a un parque de atracciones.
Dane baja del asiento del copiloto para abrir nuestra puerta. Me ofrece su mano para bajar mejor, pero decido ignorarlo y doy un salto fuera, bajando por mi propia cuenta. Al minuto, escucho las risas de Michael. Y me estuviera riendo yo también, si no es porque no me gusta ser grosera y porque se supone que no lo sé. Me doy cuenta, de que si esa noche no los hubiera espiado, probablemente no entendería sus risas, y, probablemente, hubiera caído en sus brazos como seguro lo ha planeado, dejándole dar un paso a separarme de Josh. Me gustaría que al menos uno me dijera de lo que hablaron, asi sabría confiar en ellos en el caso de que no saben que sé, que me hubieran dicho.
Los demás me siguen por detrás, y soy la primera en entrar al estudio. Nada más entrar, Erik me recibió con un enorme abrazo, para luego seguir con los chicos.
-¡Estoy muy feliz de tenerlos a tiempo!. -dice él.
-Luego llegarán tarde, Erik. -le dice una chica de cabello rojo que se va acercando a su lado.
-Vamos Luz, no seas pesimista. -le responde, con una gran sonrisa- Ahora, siganme.
Y eso hacemos. Le seguimos hasta un set de grabación
-¿Han escrito alguna canción original?. -nos pregunta.
Asentimos en respuesta.
-De echo, hemos escrito casi diez juntos. -agrega Tom.
Y es cierto: En una ocasión, nos sentamos los cinco a escribir canciones en el backstage, y todas la verdad, es que quedaron muy buenas. Fue en el tiempo en el que apenas Josh y yo eramos novios y fue un detonante a que salieran tantas propuestas de parte mía. Casi todas son de amor, y mis ideas están revueltas por todas y por todas partes.
Josh es el hombre que ha inspirado miles de letras románticas.
-¡Pues que mejor! Empecemos ya, grabemos. -nos dice en plena alegría, Erik.

Después de terminar de grabar tres canciones, nos salimos al descanso. Es todo por hoy.
-Me encanta tu voz, __________. Es maravillosa. -me dice Erik al salir.
Le sonrío.
-Muchas gracias, Erik. -le contesto.
-Nos vemos en dos días. -dice.
Luego, Michael jaló de mi brazo a hablar conmigo en lo que Dane y Mike iban a guardar algunas cosas de las que trajeron.
-¿Que te pasa?. -le pregunto a Michael.
Él pone su dedo índice en medio de sus labios, señal de que me calle.
-Habla bajo. -me dice entre susurros.
Asiento.
-Mira, te tengo que decir algo, solo que no se lo tienes que decir que lo sabes a Dane ¿De acuerdo?. -me dice.
Asiento de nuevo.
-Te lo cuento porque eres mi mejor amiga, __________, y eso el lo que hacen los amigos: No guardarse secretos importantes. -me dice.
-Bien. -digo, con una sonrisita. Sé lo que me va a decir. En definitiva, mi confianza se la ha ganado en muchas ocasiones Michael.
-Bueno, el día en el que me encontraste tomando a Dane del cuello -empieza, susurrando, claro- Lo tenía así porque el nos confesó que le gustas, y que piensa opacar a Josh. Y bueno, lo amenacé a que no lo hiciera.
Él estudia mi reacción después de decir eso, aunque que haya juntado las cejas me confirma que no es mi reacción que esperaba. Sonrío de lado, sólo lo abrazo, agradecida y feliz.
-No es la reacción que me esperaba. -me confiesa.
-Es que ya lo sabía. -le digo.
Me mira frunciendo el ceño.
-¿Ya lo sabías?. -me pregunta claramente confundido.
-Sí, ya lo sabía. -le confieso también- Deberían aprender a hablar un poco más bajo.
Ríe, y yo le imito. Le abrazo otra vez.
-Gracias por ser sincero conmigo, Mimi. -le digo- No sé que hubiera pasado si no hubiera escuchado nada y no me hubieras dicho nada. Gracias.
Sonríe.
-Siempre voy a odiar el que me digas Mimi. -me dice entre risas.
Me río igual.
-Es original, no lo puedes negar. -le digo.
Paramos nuestras risas poco a poco.
-Es mi amigo casi hermano el cabrón y todo, pero no dejes que logre lo que quiere. -me dice serio.
Y en eso, los demás vienen hacia nosotros listos para irnos.
«No dejes que logre lo que quiere» guardo las palabras de Michael en mi mente.
Me da una palmadita en mi espalda, y me sonríe en apoyo. Le regreso la sonrisa, para después partir.