Gracias, Josh.

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-Esta vez no te dejaré caer.
Al aspirar ese dulce e inconfundible aroma de colonia de hombre y al escuchar eso, sé al instante quién es.
-Josh. -le digo, todavía entre sus brazos. ¡Vaya con quien me vine a encontrar! Y que en condiciones me encuentra...
Él me aparta un mechón de cabello de la cara, acomodándolo detrás de mi oreja. Lo tengo tan cerca que podría besarlo si quisiera, nuestros labios están ridículamente cerca, puedo sentir su aliento chocando contra mis labios. Pero en lugar de juntarlos, le dejo un beso arriba de ellos, al lado de su nariz. Marcándole así, la forma del beso en labial rojo oscuro.
-Gracias. -le digo.
Él me sonríe  en respuesta.
-Tengo sueño. -digo por instinto.
Ríe.
-¿Vienes con alguien?. -me pregunta.
Pienso en Cath, pero luego recuerdo que está con su novio ¡meh! Ella esta bien con él.
-Venía con Cath, pero se encontró a su novio y bueno... -le respondo.
-Bien. Vámonos. -me dice.
Al intentar caminar, no logro conservar el equilibrio, yendo de lado. Josh se da cuenta, y se acerca para que me pueda apoyar en él. Atrás, según alcancé a ver, vienen sus amigos. Cuando estamos fuera del bar, empiezo a tener arcadas. Corro como puedo a un lugar apartado para que no me miren, y libero por fin todo lo que se ha estado reteniendo en mi estómago.
Como Josh me siguió, ahora él me detiene el cabello atrás para que no me moleste. Ya que no tengo mas arcadas, me enderezo y apoyo en Josh, siento que voy a caer en cualquier momento. Soy presa del sueño en sus brazos.

Levantar los ojos, pesa. El insistente dolor en mi cabeza me agobia, frustra. A mi me mente solo llegan dos borrosos recuerdos: Cath... y Josh.
Caigo en cuenta de que estoy dormida en una cama enorme de sedosas sábanas blancas, y que no es mi casa. Me levanto, adolorida y a duras penas. Al mirarme en el espejo del baño de la habitación, veo mi desordenado cabello, mi vestido arrugado y del maquillaje, ni se diga. Salgo y diviso mi bolso en un sillón. Reviso si no me falta nada, y al comprobarlo, tomo mi celular. Miro la pantalla, miro a Josh y a mi de fondo de pantalla y miro la hora: Las diez de la mañana. Genial, he perdido un día de clases, no sé dónde estoy ni como llegué y no recuerdo nada de la noche anterior.
Tomo el frío y dorado pomo de la puerta, haciéndolo girar. Doy con un elegante y limpio salón. Camino descalza hasta llegar a otra puerta para abrirla, pero antes ésta se abre, haciéndome dar un salto del susto. Es Josh, quien salía de su cocina. Él me sonríe de lado.
-¿Te sientes mejor?. -pregunta.
Agito mi cabeza, negando. Toca mi frente, la cual siento que arde, no me imagino que tan caliente estará.
-Estás hirviendo. -me dice, cambiando su expresión- Y tienes resaca, seguro. Ya vuelvo. -dice, regresando a la cocina.
Decido sentarme en uno de los sillones del salón. Me siento fatal. No recuerdo nada. Josh regresa con un té caliente y pastillas.
-Tómalas. -dice, entregándomelas. Lo hago.
Me recargo en el sillón, y trato de recordar algo de la noche anterior.
Solo logro recordar a Cath con su novio, y a Josh llamándome, nada más. Me agobia no recordar más, ¿que tanto habré echo?.
Al final, si quiero saber que hice, no me queda remedio que preguntarle a Josh, aunqe muera de vergüenza.
-Amm, Josh -aclaro mi garganta- ¿Que hice ayer? No recuerdo.
Él se reclina, viendo a algún lugar y sonriendo, seguro pensando en lo que hice.
-Bueno, cuando me enteré de que tú también estabas en el bar, fui corriendo a la pista y te vi bailando con los demás. Eras la sensación. Te llamé, me buscaste y tropezaste conmigo, luego tu...-se detiene, pensando en lo demás- luego tu, emm, si, nos fuimos -dice, aunque por su reacción sé que se pasó un detalle- Olías a tequila -añade, riendo, lo cual hace que sienta mis mejillas calientes- Vomitaste, te dormiste y te traje acá porque bueno, no sé dónde vives. -termina.
Como suponía, ahora me muero de pena ¡Vomité frente a él y me dormí! Madre mía, ¿no hay alguna maldita manera de desaparecer?.
-Mmm, no te vomité ¿verdad?. -digo preocupada. Suelta una carcajada.
-No no, tranquila. -responde.
-Menos mal...
Recuerdo un dicho "Ebrio haces lo que no harías sobrio". Siento ya haber pensado en esto hace poco... ¡Joder! ¡No recuerdo nada!.
-Gracias por traerme, no debiste... -le digo.
-No. -me interrumpe- Te la debía, y además, si no te hubiera sacado ¿Que hubiera pasado contigo?
Le sonrío agradecida. Jugueteo con el borde de mi vestido, nerviosa, mientras él no aparta su mirada de mi.
Mi celular vibra, por lo que contesto.
-¡¿Donde coño estás, __________?!. -me grita desde el otro lado de la línea la voz de Cath.
Siento que la sangre me hierve ahora.
-¡¿Donde coño estabas tu ayer, Cather?. -le respondo enojadísima.
-¡¿Como que donde?! ¡Con Luis, __________, con Luis!
-¿Quien es Luis?. -le pregunto aún enojada, y es que de verdad no recuerdo nada.
Ella suspira sonoramente.
-¡Mi novio, __________! ¿Donde estás, joder?.
-¡¿Y eso a ti que mas te da?! ¿No pensaste ayer que me pudo haber pasado algo, Cather? Mi pri-me-ra vez, maldita sea, primera.
-Lo siento... -dice más relajada.
-Púdrete. -digo simplemente, colgando sin mas.
Presiento que voy a llorar, por lo que cubro mi rostro con mis manos. Y como esperaba, ahora mis manos se van mojando poco a poco con mis lágrimas. Era mi única amiga...
Ahora Josh me acaricia la espalda, dándome su apoyo; ¿que me hubiera pasado sin este hombre?.
Él quita mis manos de mi cara, seca con sus dedos mi rostro para después abrazarme. Rodeo su cintura con mis brazos, sintiéndome protegida entre los suyos.

En los brazos de Josh HutchersonWhere stories live. Discover now