Esa sensación olvidada...

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Josh bajó de su moto y colgó el casco en una de las manijas de ésta.
Cuando entró a su casa, ni el distintivo olor a menta que siempre estaba ahí, le podía quitar de sus narices el aroma a flores que caracterizaba a __________, que disfrutaba oler a cada momento a su lado. Se fue y sentó en su acolchada y muy suave cama en la que había dormido ella hace tan solo una noche atrás. Él estaba dispuesto a tomar un lugar en el piso de nuevo con tal de tenerla ahí.
A Josh todavía se le erizaba la piel al recordar la pasada noche, llena de instantes y sensaciones inolvidables. Pero le llenaba de frustración el no poder decirle las maravillas que sintió, para no hacerla sentir incómoda. Y es que la señorita Mouret estaba moviendo inevitablemente algo dentro suyo, algo que no quería admitir, pero que al final si lo hizo. Era un recuerdo que guardaría en su memoria durante un largo tiempo.

-La noche pasada-

"¡La princesa del Phillip's aquí!" fue el grito que lo hizo reaccionar e ir a la pista, llamándola. Al oír su nombre, ella empezó a buscarlo. Se perdieron de vista, pero dejaron de estarlo cuando se tropezaron entre sí, cayendo entre sus brazos. Estaba tan cerca que la pudo haber besado. Él le quitó un rebelde mechón de su rostro, acomodándoselo detrás de la oreja, ella lo besó arriba de los labios, a un lado de la nariz, luego de que se toparan. Aquel acto solo hizo que en Josh se movieran más las cosas respecto a ella.
-Gracias. -le dijo con su preciosa voz, que por cierto, olía a tequila. Ella estaba borracha, y seguía teniendo aquel toque especial que tanto gustaba.
Él le sonrió  en respuesta.
-Tengo sueño. -dijo por instinto.
Él río, acariciado por el sonido de la risa de ella.
-¿Vienes con alguien?. -le preguntó.
Se la pensó, se le veía en su rostro del cual era fácil suponer.
-Venía con Cath, pero se encontró a su novio y bueno... -respondió.
-Bien. Vámonos. -le dijo.
Al intentar caminar, no logró conservar el equilibrio, yendo de lado. Josh al darse cuenta, se acercó para que se pudiera apoyar en él. Atrás, venían sus amigos. Cuando estaban fuera del bar, vió cómo ___________ corrió como pudo a un lugar apartado para que no le pudieran mirar cuando vomitara. Josh la siguió y le sostuvo el cabello atrás para que no le molestara al liberar lo de su estómago.
Ya que __________ no tuvo mas arcadas, se enderezó y apoyó en Josh, sintiendo que iba a caer en cualquier momento. Ella fue presa del sueño en sus brazos.
André, su mejor amigo, le abrió la puerta trasera del coche para que pudiera meterse junto a ella y llevarla a su casa, ya que ya se había dormido sin decirle su dirección. Sus dos mejores amigos iban en los asientos delanteros, mientras él cuidaba de la princesa en apuros en los asientos traseros. La Princesa se miraba realmente tierna hundida en sueños, podría mirarla un buen rato así, sin cansarse.
Cuando llegaron a su destino, Josh chocó los puños con sus amigos, para que después éstos se pudieran ir. La cargó en brazos, entraron y se dirigió a su habitación. Aún en sus brazos, él dejó la bolsa de __________ en uno de los sillones del cuarto para luego ir a recostarla en su cama. Hoy tendría un lugar en el piso. La acomodó en la cama y le arropó hasta el pecho. En ese momento tuvo que irse, lo tenía que haber echo, pero se detuvo.
La Princesa había abierto los ojos. Ahora lo miraba con dulzura.
-Josh. -le susurró.
-__________. -susurró también.
Ella puso una de sus manos en la nuca de él. Los ojos de La Princesa brillaban como el oro aún en plena oscuridad, esa imagen era la que guardaría muy bien en su mente. Pegaron sus frentes, compartían el aire.
Un leve roce fue el principio, segundo más ya sus labios estaban unidos en el mejor beso que solo uno de los dos iba a recordar la mañana siguiente. La necesidad y tentación habían ganado en ellos, los sentimientos de Josh ahora eran mas claros que el agua al tenerla tan cerca. Disfrutaron de las sensaciones que ambos se producían, la textura y sabor de los labios del otro, de cómo se amoldaban perfectamente entre ellos. Bebieron de su compañía.
Pero como todo, terminó. La Princesa instantes después ya había caído de nuevo en su profundo sueño. Él, decidió nunca olvidar aquel beso, tenerlo solo para si mismo. Porque presentía que la chica de brillantes ojos no lo recordaría.
Y tenía razón, a la siguiente luz del sol, ella ya no era consciente de su primer gran beso con el chico por el cual derretía, lo había olvidado por completo.

En los brazos de Josh HutchersonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora