"Nunca dejes..."

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Nos hemos organizado a una ida a las playas de California entre los amigos de Josh, Josh, Cath, Laia y yo. Se decidió que nos ibamos a ir en la camioneta de André, el mejor amigo de Josh, y que nos ibamos a ver en la casa de él. Así que aquí estamos, Laia, Cath y yo en la puerta de Josh junto a nuestras maletas. Quedamos en que sería el viaje de muestras vidas.
Cuando nos abre, entramos y esperamos a André y a Alberto.

El viaje fue de tres horas, la verdad es que fue muy rápido. Bajamos, tomamos nuestras maletas de la cajuela y entramos al hotel donde habíamos puesto nuestras reservaciones y vamos directo con el chico de la recepción a pedirlas. Le damos nuestros nombres.
-Quedarían en tres habitaciones, van de parejas. -nos informa el chico.
-Queremos dos, cada cual para tres personas. -le digo.
Él niega con la cabeza.
-Solo tenemos éstas disponibles. -responde.
Hago una mueca. Miro decepcionada a Cath. No quiero que se sienta incómoda con el amigo de Josh que apenas conoce...
-¿Tu y yo, Laia?. -digo.
Ella asiente, tomando mi mano.
-Oh -nos interrumpe el chico- Las parejas van unisex, es el sistema.
Frunzo el ceño.
-Pero nosotras podemos cambiarles. -le negocio.
-Es el sistema. -repite.
Ruedo los ojos. Laia detiene mi brazo, a sabiendas de que estaba a punto de golpear el mostrador del recepcionista. Vaya que me conoce bien...
-Está bien, __________, está bien -me dice Laia- Puedo estar con André, Cath puede estar con Alberto ¿si?
No lo menciona, pero en sus ojos también puedo leer un "Tranquila, controla tu genio, Mouret.". Siempre me lo dice. Y es que, desde que somos pequeñas yo he sido muy brusca y al instante me pongo de enfados, así la he defendido varias veces de cuando la trataban mal en el instituto o cosas así. Pero simplemente soy así, no puedo cambiar aunque me lo proponga.
Devuelvo mi mirada a el chico del mostrador, paciente.
-Va. -le digo para que comience a escribir- Hutcherson Joshua y Mouret __________. Smith Cather y Valentin Alberto. Martín Laia y Peterson André.
Luego, un poco enfadada, dejo que los demás sigan arreglando las reservaciones y me voy al baño.
El baño de mujeres es limpio y grande, elegante. Me miro en el espejo y en el sólo puedo ver a alguien que no puede controlar sus impulsos. Hago una cuneta con mis manos y las lleno de agua, para después mojarme la cara y quitarme el poco maquillaje que traigo encima. Canto "Atlas" de Coldplay porque es la única manera de pasarme el tiempo y mantenerme tranquila. A los pocos segundos entra una niña de unos siete años máximo. No me detengo, igual, es una niña.
-Cantas bien. -me dice.
Sonrío ante su inocencia.
-Gracias, cariño. -le digo.
-Pareces cansada. -dice de nuevo.
-No es nada.
Ella me sonríe.
-¿El que estaba a tu lado es tu... novio?. -me pregunta curiosa y apenada por la palabra "novio".
Y el que estaba a mi lado es Josh.
-Si. -le respondo.
-Se ve bien. -dice.
-Se ve bien. -afirmo.
Oímos que le llaman, probablemente sus padres.
-Ya te vas. -le digo.
Ella asiente.
-¿Como te llamas?. -pregunto.
-Amanda. -me responde- ¿Tu?
-__________. -contesto.
-Me gusta. -me dice sincera.
-Bien, Amanda -le toco la mejilla-, Nunca dejes de soñar. -termino para luego dejarle un beso en la frente.
-Nunca dejes ¿de...? cantar. -me dice también. Después, se fue por donde vino.
Sigo con mi canción y salgo. Ellos ya me esperan en el vestíbulo.
-¿Mejor?. -me pregunta Laia cuando ya estoy cerca y la puedo escuchar.
Recuerdo a la niña de cabello totalmente negro, a Amanda, y asiento. "Nunca dejes de cantar". «Nunca dejes de cantar, de mantenerte tranquila a la par» guardo en mi memoria.
Subimos en el ascensor hasta la planta en que están nuestras habitaciones. "481, 482, 483". Josh y yo quedamos en la 483. Entramos y lo primero que hacemos es tumbarnos en la gran cama que está aquí.
-Por fin una cama. -suspiro.
-Por fin solos. -me dice Josh sugerentemente.
-Por fin solos. -digo también.

En los brazos de Josh HutchersonWhere stories live. Discover now