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Los días trascurrieron tan de prisa que no se percató cuando ya era momento de comenzar a asistir a la universidad.

Negocios internacionales era una carrera que en un principio parecía desagradable, descubrió poco a poco que era bastante interesante y que le gustaba desarrollarse en ese ámbito. Sin embargo, a pesar que era una buena alumna no le llegaba de cerca a la brillantez de su primo ni mucho menos a su astucia, difícilmente creía poder lograr lo que él a su joven edad y sabía también la falta de carácter de mando de la que carecía.

Mientras escuchaba a la profesora Shizune hablar de economía y estadística su mente divagaba en los días transcurridos, sus visitas a la mansión Hyuga fueron más seguidas debido al alejamiento que se generó entre su atractivo vecino y ella.

¿La razón? Simplemente la incomodidad de verlo acompañado de los que ahora sabían eran sus amigos y la bella mujer pelirroja. Casi ya no lo veía solo, siempre que regresaba entrando la madrugada era acompañado de ellos y los veía marcharse horas después.

No era una acosadora, simplemente le causaba curiosidad sobre los asuntos que ocupaban sus noches pero tampoco sería indiscreta al preguntar, así que prefería solo observar desde su ventana. Los desayunos juntos se terminaron y por ello, se levantaba temprano e iba a visitar a su hermana menor y desayunaban juntas, así mantenía su mente ocupada y la distancia con él, aunque era innegable que extrañaba su compañía.

― Señorita Hyuga, lamento interrumpir sus pensamientos que deben ser mucho más interesantes que mi clase pero podría responder mi pregunta.

La profesora miraba fijamente a Hinata al igual que los demás compañeros de clase.

― L-lo siento ― Hizo una reverencia ― ¿Podría... podría repetir la pregunta? ― Habló con profunda pena.

― Supongo que usted tampoco tendría molestias en repetir el semestre si no presta atención a la clase señorita Hyuga.

El timbre sonó avisando que la clase había concluido y Hinata estaba sumida en la vergüenza de ser atrapada divagando.

― L-lo siento mucho ― Hizo una exagerada reverencia.

― Nos vemos mañana chicos y Hinata, la próxima vez traiga consigo su mente.

Hinata avergonzada tomó su mochila y su laptop, haciendo una reverencia y nuevamente otras palabras de disculpa hacia la profesora, salió rápidamente del salón.

Por suerte esa era la última clase del día, caminaba por los pasillos de la universidad hasta el estacionamiento, donde se encontraba su auto, un BMW plateado del año, Neji prefirió que usara uno reciente al viejo que aunque prácticamente estaba nuevo al ser solo usado dos o tres veces por ella, no era adecuado para la primogénita de la familia Hyuga.

Blue jeansWhere stories live. Discover now