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Las clases transcurrían de forma habitual, Hinata prestaba total atención a lo que la profesora explicaba, aunque una parte de ella le decía que no tenía el mínimo sentido continuar con unas clases que no le servirían de mucho al final.

Después de todo, ella solo sería una esposa.

―Es todo por hoy. Que tengan un buen fin de semana. ―se despidió la profesora Shizune.

Hinata no tenía grandes ánimos ese peculiar día, menos cuando había visualizado a Fū en su espera, fuera del aula.

La había estado evitando con éxito los días siguientes de faltar a clases. Si bien, estaba acostumbrada a fingir con éxito que las personas le agradaban, aunque fuera todo lo contrario, no podía ocultar la aversión que sentía por ella. Fingir ser su amiga, solo acercarse a ella con el único propósito de conseguir información y de persuadirla para que fijara su interés en Kakashi Hatake no era muy honesto de su parte.

Y ella detestaba las mentiras.

Tomó su laptop y la guardó en su bolso, en esa ocasión, llevaba un modelo exclusivo de Bvlgari en color rosa con detalles en negro a los costados, recordaba a la perfección que fue un regalo de la madre de Naruto en alguno de sus cumpleaños.

Le gustaba y solo por eso no lo había desechado junto con los otros regalos de su ex prometido.

Poniéndose de pie, se alisó la larga falda plisada en color blanco y se acomodó el cuello de su blusa rosa pálido, colgó su bolso en su hombro derecho y con desanimo, emprendió el caminar a la salida del salón de clases, ya que todos los estudiantes habían salido con antelación.

Deseó pasar desapercibida para Fū, pero era evidente que la esperaba a ella, ya que estaba al pendiente de verla salir.

―¡Hinata chan!. ―agitó la mano para que la nombrada la viera, como si no pudiera percatarse del color llamativo de sus pantalones amarillos a juego con su blusa del mismo color de lunares negros.

Hinata no pudo dibujar una sonrisa, por más que forzó a su rostro para que hiciera tal gesto, simplemente agachó ligeramente la cabeza, para que Fū no se percatara de su evidente molestia hacia ella.

―He estado buscándote toda la semana. ¿Dónde te habías metido? El lunes al parecer faltaste, ¿Hiciste algo divertido? Te he extrañado estos días, ¿Qué has hecho? ―la atosigó de preguntas, entrelazando su brazo al de ella, sin percatarse del aura de enfado que tenía.

Hinata resistió el impulso de retirarle su brazo, apretó con fuerza la correa de cuero de su bolso e intentó caminar más a prisa, pero Fū era bastante insistente en permanecer a su lado.

―Sabes, estaba pensando que debería ir a tu departamento, ayudarte a arreglarte para la cita de la noche con Kakashi san, escoger tu vestido, zapatos, accesorios, maquillaje y...

Blue jeansWhere stories live. Discover now