1

1.4K 91 18
                                    


🎼 Blue jeans, white shirt
Walked into the room
You know, you made my eyes burn
It was like James Dean, for sure
You so fresh to death
And sick as ca-cancer 🎼


Hoppla! Dieses Bild entspricht nicht unseren inhaltlichen Richtlinien. Um mit dem Veröffentlichen fortfahren zu können, entferne es bitte oder lade ein anderes Bild hoch.


Hinata llevaba un año viviendo sola, logró convencer a su padre con ayuda de su primo de que era lo mejor para forjar su carácter como siempre su padre le exigía.

No eran cualquier sitio de departamentos, era uno donde personas con un buen nivel económico vivían. Se sentía a gusto, era acogedor además que tenía acceso a una alberca casi del tamaño de una olímpica. Ella aprovechaba usarla cuando no había nadie, no le gustaba que la miraran y le juzgaran su físico, no era delgada como los cuerpos perfectos de las modelos de revista. No odiaba su cuerpo, pero tampoco le agradaba sentirse observada. Tenía demasiadas curvas y sus senos no eran de ayuda, muy grandes, para su gusto. Lo único que podría presumir era su cabello largo y bien cuidado, negro con un tono azulado; su piel era demasiado blanca que no podía asolearse por mucho tiempo, ya que en lugar de tener un bonito bronceado, se quedaba roja y lucia fatal. Por ello, prefería nadar de noche, cuando sus vecinos se encontraban descansando o en alguna fiesta, la mayoría de los que vivían ahí eran jóvenes estudiantes.

Le quedaba un año restante en la universidad para graduarse e integrarse a la empresa de su padre. Así que con esa meta se esforzaba por ser la mejor de su clase y graduarse con honores.

Ese mes eran sus vacaciones de invierno, varios de sus vecinos habían salido de viaje a otras partes de la ciudad e incluso del mundo a vacacionar, pero ella decidió disfrutar de la soledad y tranquilidad que tendría en esas semanas.

Faltaba una semana para navidad, tenía ganas inmensas de nadar, pero hacia frio y no quería resfriarse e ir a la cena de su familia con una gripe, aquello no sería una buena imagen para la heredera y seguro su padre la regañaría por descuidada.

Se sentó en un sillón cercano que daba vista a la alberca, estaba anocheciendo, algunas estrellas salían en el cielo azul que se oscurecía y las luces amarillas que adornaban alrededor de la alberca comenzaban a encenderse.

Encendió su reproductor de música y  comenzó a sonar un poco de música jazz, le agradaba para relajarse.  Llevó su taza de chocolate caliente con bombones a sus labios, resopló la bebida y luego bebió del contenido, cerrando los ojos, permitiéndose relajarse con la música y el sabor de su chocolate.

Dejando de beber, sonriendo por el agradable sabor, abrió los ojos y alzó la vista, centrándose en la alberca para ver las luces encenderse alrededor de ella, lucían hermosas en el anochecer.

Y entonces lo vio, un chico que solo llevaba sus jeans puestos, sin camisa, parado a la orilla de la alberca. Aquel hombre era alto, con el cabello oscuro, delgado aunque con el cuerpo tonificado, algunos tatuajes adornaban su torso y sus brazos. Su piel blanca se iluminó con las luces que adornaban la alberca al encenderse, lo observó revolver su cabello, sus manos de dirigieron a sus jeans para desabrochar aquella prenda. 

Hinata se sentía avergonzada, percibió sus mejillas rojas, pero no podía desviar la vista de aquel chico. Peligro, todo en él emanaba peligro y eso era algo que, como una ligera atracción, no permitía dejar de mirarlo.

Se avergonzó más cuando lo vio quitarse los jeans, quedando en ropa interior que eran un bóxer negro. Él llevó su vista hacia donde ella estaba, Hinata podía asegurar que no la podía ver, pero sintió como sus miradas se encontraron y él dibujo una sonrisa descarada en su rostro. Nerviosa, quiso desviar la mirada, levantarse e irse de ahí, pero su cuerpo no se movió, parecía hipnotizada por la energía que emanaba ese chico que estaba distante, pero lo sentía tan cerca que, quemaba algo en su interior.

De pronto, observó desconcertada como se aventó hacia el agua helada de la alberca y solo así, ese contacto se rompió. Solo entonces parpadeo y agachó la cabeza incomoda por la manera en que observo al misterioso joven, no era al primero que veía desnudo y él ni siquiera lo estaba completamente. 

Hinata tuvo una larga relación con Naruto Uzumaki con quien su padre la comprometió, tal vez al principio no sentía algo especial por el rubio, pero al final se enamoró y con ese sentimiento se entregó varias veces a él. 

Aunque la infidelidad de parte de él, ocasionó que su padre rompiera el compromiso, él se enteró ya que lo vigilaba. Por su parte, Hinata se enteró meses después y aunque lo perdonó por serle infiel con una de sus mejores amigas, ya no confiaba en nadie. 

Por un acto de despecho y también agregando varias dosis de alcohol, se acostó con el mejor amigo de Naruto y para agregar una desagradable coincidencia, era novio de su amiga, aunque no fue una decisión del todo correcta. Aquello solo fue contraproducente, haciendo su asistencia a la universidad bastante incómodo. Podía escuchar todo los rumores que la rodeaban. 

Por ello, se decidió dejar en el olvido las relaciones sentimentales y enfocarse en ser la mejor líder para la empresa de su padre. Después de todo, era su deber, era una obligación con la familia. 

Despejó los recuerdos de su mente cuando vio al chico salir de la alberca, «¿no tendría frio? », se cuestionó mentalmente. Observó su ancha espalda y los tatuajes que lo adornaban . Él se adentró a uno de los departamentos por lo que intuyó era un nuevo vecino ya que nunca lo había visto antes, seguro lo recordaría, era bastante atractivo como para que pudiera olvidarlo. 

«Hinata no pienses en esas cosas», se regañó mentalmente, mientras se mordía su labio inferior, se paró del sillón y caminó hacía la cocina a dejar su taza con el chocolate a medio beber, necesitaba un baño y acostarse a dormir. 

Si con Naruto no funcionó siendo de buena familia, no lo seria con nadie, además ¿Por qué tiene que crearse historias en la cabeza con un completo desconocido? Se sintió realmente tonta. Caminó hacia el baño y se dispuso a llenar la tina con agua caliente y poniendo esencia de lavanda, aquel era su aroma favorito para relajarse. 

Se retiró el suéter lila que usaba y sus pantalones cortos, estando desnuda, se adentró a la bañera dispuesta a relajarse, pero la imagen de ese chico comenzó a llenar su mente, sintiendo un extraño cosquilleo en su interior. Sintió la necesidad de tocarse, avergonzadose por ello, solo lo había visto por unos minutos y a la distancia, pero fue suficiente para lograr alterarla.  

Quería imaginárselo con ella, tocándola con suavidad, acariciando sus mejillas, sus labios, sus senos, basándola con desespero. Y así, con esa imagen en mente, una de sus manos comenzó a acariciar sus erguidos pezones, la otra mano la deslizó lentamente hasta llegar a su entrepierna, adentrando dos de sus delicados dedos a su humedad intimidad. Dejándose llevar, se perdió entre las sensaciones y el placer mientras la música jazz resonaba en el departamento, escondiendo sus gemidos de auto placer. 









Notas de autor:

Está historia planeaba escribirla como un One Shot, pero al final creo que le daré más capítulos. 

Espero sea de su agrado y si les gusta sean pacientes con mis actualizaciones. Me demoro un poco ya que tengo otras dos historias escribiendo... 

Bien, estaré encantada de interactuar con sus comentarios sobre la historia. 💜🖤

Blue jeansWo Geschichten leben. Entdecke jetzt