CAPITULO 10 "SU SABOR DURAZNO DULCE"

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-es impresionante este lugar – comento

-bueno son los lugares donde se supone que tenemos que asistir no – bromea Raquel moviendo su trago.

-miren que trago la marea – dice Ava señalando.

Seguidas por su dedo, vemos un salón elegante, no hay luces como para una fiesta. Más bien es como algo más calmada, pero destaca sin duda alguna, y si hay estaba ellos, sentados tomándose sus tragos, miraban a su alrededor con superioridad y valla que lo hacían notar.

 Más bien es como algo más calmada, pero destaca sin duda alguna, y si hay estaba ellos, sentados tomándose sus tragos, miraban a su alrededor con superioridad y valla que lo hacían notar

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-últimamente se la pasan apareciendo en lugares donde poca frecuencia – dice Rebeca levantando una ceja.

-ah que te refieres – pregunto curiosa

-este lugar es de ellos, básicamente lo fundaron cuando entraron a la uní – aclara Rebeca – pero eso no significa que se la pasen por aquí, mínimo una vez al año-

Asiento y bebo de mi tequila perdiéndome en esos ojos azules.

Pasa un rato y nos lanzamos a la pista de baile en el medio del patio, el ambiente está demasiado bueno y no puedo dejar de bailar al ritmo de la música; empiezo a creer que el alcohol hace su efecto, siento sus ojos encima mío.

SATHIEL LOMBORTE

No estoy asociado a venir mucho por aquí, aunque sea de mi (nuestra) propiedad; no es cómodo diría yo. Pero hoy mi hermana dijo que se daría una vuelta por aquí de paso nos invitó a nosotros, al principio no quería, pero algo me dijo que viniera, y creo saber que es ese algo.

Mis ojos no se despegan de la chica a lo lejos, bailando, riendo, tomando, aunque dese desviar mi mirar de alguna manera vuelvo a estar plasmado en ella y no sé por qué carajos.

-oh oh – hablo Emily, mi prima – alguien esta embobado.

Frunzo el ceño, y tomo mi baso de wiski mientras niego con la cabeza.

-ay si claro, crees que en esta mesa nadie se ha dado cuenta de cómo miras a aquella angelita – menciona señalándola.

Mi mirada va a su dirección, en como baila, tan solo de mirar me pongo duro. Por alguna razón volteo a ver a mi mejor amigo, este me mira serio.

-si quieres saber que pienso – suspira Amón – digo que esa niña es más que un juego para ti.

Repito el acto que hice con Emily, me niego a creerlo.

-yo solo digo que deberías de tinturártelo – escucho la voz que estoy seguro es de Rebeca.

Giro mi rostro encontrándome las cuatro chicas paradas en la entrada del lugar, Ava tiene una pelea de miradas con mi hermana, Rebeca anda en su mundo mirándose las uñas, Raquel nos mira a cada uno como si nos analizara y, por último, pero no menos importante; Anaita, quien mira el cielo con los ojos iluminados.

Rebeca sale de su planeta y mira mal a su amiga, de pronto le da un empujón a Ava, quien la mira a un peor.

-Josenea tenemos que hablar – dice seria

-yo que tendría que hablar contigo – se pone a la defensiva mi hermana.

-muchas cosas, pero bien si no quieres – se encoje de hombros eh intenta irse, pero es detenida por el brazo de Anaita – pero si no quiere no la voy a jalar de las greñas.

Ah la hermosa Angel le brillan los ojos como si hubiese tenido una gran idea.

-eso es – dice ella – como no se me ocurrió, eres un genio, tus irregularidades hacen florecer mi imaginación.

Ava la mira con extrañeza, y Anaita no demora nada en desaparecer, la primera mencionada se voltea para ver a mi hermana de nuevo; suspira, le insiste una vez más y al final Josenea termina aceptando. Ellas se van y las dos hermanas ingresan al lugar, en cambio yo salgo.

Me dirijo asía el lado exterior del jardín, eventualmente es muy poco frecuentado, allí podre pensar. Bueno creía, apenas gire; ella estaba hay junto a una botella sentada en el pasto mirando el cielo.

-esperas ah alguien – pregunte acercándome

Angel levanto dirigió su mirada hacia mí, ya no tenía el mismo brillo que hace un rato y por alguna razón me desconsintió. Ya estando a su lado, me senté y agarré la botella para tomar un poco.

-dime porque bebemos Angel –

Ella suspira, y levanta la botella.

-el amor es una mierda – dice ella tomando un sorbo más.

-creo que eso ya se sabía, pero digamos que es un gran descubrimiento niña –

Me mira y levanta las cejas.

-valla Sathiel siendo sarcástico, en que dimensión llegue a parar – dice, y yo me encojo de hombros.

Llevamos un buen rato en silencio, ella viendo el cielo, yo viendo los arbustos del frente. Por alguna razón me dan ganas de verla así que giro mi rostro; al parecer ella siente mi mirada y se dispone a verme. Estamos a pocos centímetros de distancia, cada uno concentrado en los ojos del otro, mi mirada se desvía a sus labios y trago seco.

No aguanto mas, cojo un pequeño impulso y atrapo sus labios con los míos ella me corresponde; es un beso lleno de lujuria, deseo, curiosidad y por alguna razón cautela. Nos separamos por falta de aire y cuando mi cerebro reacciona me alejo, me paro y la dejo hay sentada viendo el mismo lugar donde estaba.

*pero qué demonios fue eso*

Agarro una botella de ron y subo a mi coche, voy por la carretera a todo dar, bebiendo mientras medito que fue eso.

-por qué demonios la besaste – digo para mí mismo

-maldita mocosa

Aunque, sentir sus labios suaves y mojados sabor durazno dulce, y tequila, su respiración entre cortada. Mierda el Diablo acaba de besar al Angel ahora que deposita el futuro.

CAUTELOSOS [ En Edición ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora