CAPÍTULO 19 - LLAMADA

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Llegamos y los chicos estaban tras nosotras.

— Hasta q-que llegan. ¿Por qué los chicos están llenos de l-lodo? — dijo Bill con una paleta en mano.

— Si supieras — Stan estaba cruzado de brazos mientras el de lentes aún lo abrazaba.

— Estamos casados — sonrió y el de rulos lo empujó — Tranquilo, amor mío.

— Cierra la boca dios mío — el de lentes rió muy fuerte.

Richie y yo nos recostamos en la hamaca mientras leíamos un cómic.

Una mano mía iba en su suave y sedoso cabello.

Stan ya limpio, nos ofreció a todos una gorra de plástico que traía en su mochila.

— ¿Qué mierda es? — Richie quitó la mirada de su comic y lo miró.

— Es para que no te caigan arañas cuando estés aquí — tiró el gorro, pero yo lo acepté mirando mal al de lentes.

— Gracias, Stan, yo no quiero un nido de arañas en mi cabeza.

— No le tenemos miedo a las arañas, ______ — miramos a los chicos y todos traían uno — Retiro lo dicho — prosiguió su lectura.

Eddie y Boris se lo quitaron algo avergonzados.

— Es la primera vez — dijo Bev fumando y riendo.

— Touché — continuamos leyendo

De pronto Eddie se acercó.

— Sus diez minutos se acabaron.

— ¿De qué estás hablando?.

— ¡La hamaca! Diez minutos cada uno — me retiré. Sus peleas siempre eran largas y yo necesitaba un descanso.

— No veo el letrero — dijo el de lentes sin importancia.

— ¿Te vas a poner así? No no no no ¡Por que habría un letrero si había un acuerdo verbal!.

— Yo no lo creo, no creo, no creo — ambos se empujaban.

— Recuerdo que tú accediste a la maldita regla — Eddie se metió a la hamaca a la fuerza.

— ¡Puedo ver tu vagina!.

— ¡Diez minutos cada uno!.

— Regresa a tu maldita esquina, ¡Quiero estar en esta hamaca! ¡______, no te vayas! — todos
admirábamos su discusión, era como un café en la mañana, nunca falta — ¡Me acosté con tu mamá!.

— ¡No es cierto!.

— Púdrete.

— Retira lo que dijiste, cara de mierda — reí con eso.

— ¡Vete a la mierda!.

— Cállense o casence, carajo — Boris encendió un cigarrillo que Bev le ofreció.

— Si querían estar juntos simplemente me hubieran dicho, además, cuando se juntan se ven adorables, hasta una mezcla de su nombre queda bien, Reddie — estaba parada al lado de Beverly.

Los chicos me sacaron el dedo del medio y siguieron discutiendo. Solo me reí.

— Tienes talento, niño nuevo.

— ¿Tú crees? Hay un programa de verano en Bar Harbor, te enseñan todo sobre la arquitectura, pensaba ir — dijo Ben.

— Es una gran oportunidad, Ben — sonreí.

— Yo si iría, haría lo que fuera para largarme de Derry — Richie aún seguía leyendo en la hamaca con Eddie. Ambos se empujaban, pero trataban de ignorarse.

Solo Un Camino... Gemelos TozierWhere stories live. Discover now