CAPÍTULO 7 - ARCADE

385 28 9
                                    

Demonios, estaba ese payaso en la imagen, obvio me asustaría, esa cosa fingió ser mi madre y luego intentó matarme.
Sentí que se me bajó la presión y me senté en la cama de Ben.

- Oye, ______, ¿todo está bien? - dijo Ben acercándose a mí - ¿Necesitas algo?.

- Eh... ¿Puedo ir por un vaso de agua? Por favor - estaba un poco agitada.

- ¿Quieres que te lo traiga? - es demasiado amable.

- No, está bien, puedo ir por el; además quiero tomar un poco de aire. Gracias, Ben - asintió y siguió explicando.

Fui por agua y los chicos me miraron extraño.

Tomé un poco de aire y ya estaba más tranquila hasta que sentí una mano en mi hombro. Volteé y vi a ese payaso.

- ¿Tienes miedo? - rió.

- A-aléjate - cerré los ojos con fuerza abrazándome a mi misma mientras temblaba.

- Hey ¿Qué pasa? - abrí los ojos y por suerte era Boris. En su rostro demostraba preocupación - ¿Te encuentras bien?.

- S-sí, gracias por preguntar - me abrazó un segundo.

- Me asustaste bastante.

- Creo que solo estoy... cansada - forcé una sonrisa.

- ¿Quieres ir por un helado? Ya me aburrí de tanto misterio - sonrió mientras sacaba un dulce de la vitrina.

- Cla... Joder, lo olvidé, Richie me invitó al arcade, lo siento - lo miré y cambió su expresión a una seria y luego volvió a sonreír.

- No te preocupes, puedo acompañarlos, no tengo nada que hacer hoy. Llamaré a Richie - se fue y solo me quedé mirando la ventana ¿Me estoy volviendo loca?.

Todos bajaron. Richie estaba cruzado de brazos con seriedad y Boris sonreía, lo abraza por los hombros.

- Entonces... ¿Nos vamos, señorita? - habló Bev sonriendo mientras extendía su mano y la miré confundida - Al arcade, _______ - dijo con obviedad. Creo que Boris se lo dijo a todos.

- Ehh sí, yo creo, ¿qué opinas, Rich? - me miró a los ojos y asintió serio - Entonces ¿Quiénes irán?.

- Solo Beverly y yo - respondió Boris con tranquilidad - Bill tiene que irse por sus padres; Eddie su mamá; Stan su Benei Mitzvá y Ben decidió quedarse - se encogió de hombros.

Stan me miró levantando las cejas con una pequeña sonrisa, lo miré, le saqué la lengua y soltó una carcajada.

Nos despedimos de los demás y me subí en la bicicleta de mi amiga.

Llegamos y comenzamos a jugar. Fue muy divertido, pero noté a Richie alejado.

Estuvimos toda la tarde en el arcade. Boris no se despegó de mí.

Nos sacamos fotos, fuimos a tomar helados y por fin nos fuimos.

Ya se hacía tarde. Dejamos a Bev en su casa y con los chicos nos fuimos caminando aunque habían Bicicletas.

- ¿Mañana tienes algo que hacer, Richie? - me miró y sonrió.

Se lo dije casi susurrando para que Boris no se sintiera mal.

- No, como siempre estaré mi casa, si qui...

- Yo sí estoy libre - dijo Boris levantando las manos y me reí. Al parecer si lo escuchó.

Nos abrazó a ambos y Richie frunció el ceño.

- Aparte de idiota, sordo. Dijo Richie, baboso - comenzaron a discutir. Si no era con Eddie era con Boris.

- Solo preguntaba, ya cierren la boca, fotocopias andantes - me miraron indignados.

Me despedí de ellos y me fui caminando hasta mi casa.

Llegué y más bien mi padre no estaba, pero escuché llorar a alguien, provenía del cuarto de Henry.

- ¿Hermano? - toqué su puerta - ¿Estás bien? - no respondió así que entré de todas formas.

- Vete, por favor - me dio la espalda. Estaba sentado en su cama - No me gusta que me vean así, lo sabes - levantó la voz mientras sollozaba.

- ¿Qué pasó? - me acerqué de igual manera. Levanté su playera y vi tenía marcas en su espalda... mierda.

-Pasó otra vez... me duele - lágrimas resbalaban por su mejilla.

Cuando papá bebía, se desquitaba con Henry, ya no pasaba mucho porque yo lo defendía, pero como hoy no estuve aprovechó.

Lo abracé delicadamente. Sentía tanta impotencia ese momento, pero tenía que mantener la calma por él.

- Odio vivir aquí, quiero largarme - lloraba en mi pecho mientras me abrazaba con fuerza.

- Nos iremos juntos, algún día te sacaré de aquí. Ahora te pondré este ungüento - besé delicadamente su frente y comencé a ponerlo en las zonas afectadas.

Él solo se quejaba. Estaba harta de que le hicieran eso a mi hermano, era injusto, él solo tenía 17 años.

Me quedé en su habitación hasta que se durmió y me fui a la mía.

No podía dormir, no me sentía cómoda. De pronto escuché algo por mi ventana. Otra vez no... Me tapé con mis sábanas cerrando fuertemente mis ojos intentando mantener mi respiración normal.

- Nena, ocultarse entre las sábanas te salvará de que el coco te coma, pero yo no, eso no ayuda en nada - era Richie. ¿Qué hacía aquí tan tarde?.

- Idiota, me asustaste, creí que era... Agh olvídalo. ¿Qué haces aquí? ¿Y como escalaste algo tan alto? - fruncí el ceño y él solo me miró indignado.

- ¿Que no puedo visitar a mi única mejor amiga? - puso una mano en su pecho, reí, pero seguía enojada.

- Puedes, pero ¿Si notas que es media noche? Sabía que tenías miopía, pero no a tal extremo - lo ayudé a subir - ¿Qué necesitas, Tozier? - bebió el vaso de agua que traía en mi mesita de noche.

- Nada, solo venía hacerte compañía. Linda noche, ¿no? - se recostó en mi cama.

- Richie - me crucé de brazos.

- Bueno, te digo - se sentó en mi cama - Como el fastidio de mi hermano y tu amiga que menstrua por la cabeza no nos dejaron salir juntos, venía a raptarte - me sonrió y extendió su mano - ¿Acepta, señorita?.

- ¿Es en serio, Tozier? ¿A dónde piensas llevarme a estas horas? Todo está cerrado, cabeza hueca - le sonreí tiernamente.

- Concuerdo que está todo cerrado, pero a donde te llevaré es sorpresa. Para eso necesitas venir, obviamente.

- ¿Y cómo piensas bajar, genio? - levanté ligeramente una ceja esperando una respuesta que sabía que no tenía.

- Eh... no lo pensé - acarició su mentón - Por la puerta ¿tal vez? Es la única opción si no queremos una muerte violenta - rascó su nuca.

Eso sería muy arriesgado, pero... le entro.

- De todas formas moriremos de una forma sangrienta si nos descubren, entonces vámonos - se sorprendió ante mi reacción.

Agarré su mano y lo guíe ya que nunca vino a mi casa.
Se me olvidó todo, hasta que seguía en pijama y que mi pierna no cicatrizaba.

Bajando, vi a mi padre dormido en el sofá con la televisión prendida y una cerveza en la mano. ¿A qué hora llegó?.

- Si haces algún ruido, el muerto eres tú - susurré - Agáchate y sígueme - obedeció sin más.

Abrí la puerta lentamente, jalé a Richie y salimos corriendo. Eso fue tan excitante, lo haría otra vez.

- Dios, me asusté demasiado cuando vi a mi suegro - Richie dijo riendo intentando recuperar el aire ya que corrimos mucho.

- Cállate, imbécil, pero lo sé, imagínate yo - me miró a los ojos aún con la respiración agitada. Le sonreí e hizo lo mismo.

- Ahora sí, vámonos que no estamos nada cerca - volvimos a tomarnos de las manos comenzó a guiarme.

Al parecer no trajo su bicicleta. Estaba cansada, pero quería aventura.

Solo Un Camino... Gemelos TozierNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ