Solo Un Camino... Gemelos Tozier

CAPÍTULO 12 - ¿ME VOY A CASA?

______'S POV:

Sus labios tenían sabor a cigarrillo con un toque de dulzura... Pero, nuestros labios no encajaron como lo hicieron con Richie.

Esperé por ese momento tanto tiempo, por un beso suyo y ahora que lo logré huyó como una idiota.

No fue como lo imaginé, no sé que me pasó. Solo que vi a Richie acercándose en el momento que besé a Boris y me asusté.

Escapé de ahí, no tenía rumbo, solo corría como loca por todo Derry. Todos me miraban raro hasta que se me ocurrió ir a la Casa Club.

Llegué a los baldíos y entré a ese pequeño escondite. Me quedé pensando: ¿Qué haría con todo esto? ¿Debería regresar a casa? No quiero más problemas, pero tampoco quería volver.

— ¡Maldita sea! Soy una cobarde, consigues lo que quieres y luego huyes — me dije a mi misma tapando mi rostro con mis manos mientras me sentaba en la hamaca.

— Todos sabían eso, ______ — di la vuelta y otra vez ese payaso a centímetros de mí. ¿Mi día no podría ser peor? Aunque tal vez me mate entonces sería el último — Solo quiero ser tu amigo — comenzó a llorar.

— ¡Vete a la mierda! — retrocedía subí las escaleras y cuando salí nuevamente estaba en la Casa Club — ¡Déjame sola de una vez!.

— Nunca te dejaré sola... Siempre estaré vigilándote estés donde estés — levantó la mirada — Podrán dejarte sola tus amigos, tu familia, pero yo no. Y por cierto, conozco tu secreto, mi querida niña — explotaron unos globos rojos con un sonido muy fuerte y despareció.

Nuevamente subí las escaleras. Comencé a correr nuevamente sin rumbo.

— ¿A dónde vas tan apresurada? — volteé y Victor estaba detrás de un árbol.

No dije nada y corrí más rápido, pero él me siguió.

Corrí tanto que no me fijé que una piedra estaba ahí. Caí raspándome la rodilla y haciendo que él me alcance.

— Justo como quería — sonrió acercándose.

Me quise levantar, pero él jaló de mis piernas.

— ¡Suéltame! — lo patee.

— No perderé esta oportunidad, no te vas arrepentir — tocó su entrepierna lentamente — Te va gustar — me agarró de ambas manos poniéndolas tras mi cabeza.

Besos "inocentes" daba a mi labios, pero comenzó a besarme bruscamente mientras su mano recorría mi cuerpo intentando que acceda. Patee, grité y traté de alejarlo, pero él era muy fuerte.

— ¡Auxilio! — no había nadie cerca.

— No sabes cuanto quise que esto ocurriera, ahora no tienes quien te salve — sonrió victorioso.

— ¡Te dije aléjate! — mordí su labio y este se quejó.

— Eso no me va detener — me besaba a la fuerza.

Metió su mano a mi blusa, tocaba mientras apretaba suavemente aún tratando que acepte.

— Serás mía hoy y siempre — susurró en mi oído y me besó el cuello.

— ¡¡Ayuda!! — gritaba, pero parecía un desierto.

Tapó mi boca con su otra mano haciendo que mis manos estén sueltas.

Cuando trató de quitarme el short y quitarse el pantalón, pero agarré una piedra y lo golpeé haciendo que me suelte. Me paré con rapidez y corrí lo más lejos posible.