Solo Un Camino... Gemelos Tozier

CAPÍTULO 17 - MIEDO

No entendí que pasaba, solo quería salir de ahí.

— Llévame a casa, Billy — el niño estaba lleno de tierra y sin un brazo — Ya quiero irme, te extraño, quiero estar con mamá y papá.

— No te imaginas cuánto quiero que te vayas conmigo... Con mamá y papá... Te extraño mucho — ambos sollozaban y Bill se acercaba lentamente al niño.

— Te quiero, Billy.

— También te quiero — cerró los ojos unos segundos y le apuntó con el arma de Mike tomando demasiado valor.

— Bill, ¿Qué haces? — intenté acercarme, pero Richie me agarró del brazo negando con la cabeza.

— Pero no eres Georgie — el niño intensificó su llanto y Bill disparó.

Me sorprendí bastante que sobresalte al ver en el suelo el niño por el cual luchamos tanto, muerto.

Boris se acercó poniendo una mano en mi hombro, al parecer él si se dio cuenta.

Parecía sin signos vitales, pero a los segundos comenzó a moverse y gritar.

Joder, por un momento si creí que era él. Éste se convirtió en ese payaso.

— ¡Bill, alejate! — grité pero no me hizo caso.

— ¡Mátalo, Bill!.

— ¡Mátalo ya! — los demás gritaban.

Bill se quedó paralizado unos segundos al ver esa terrible escena, pero al final reaccionó y apuntó a su cabeza.

— No puedes matarlo — dijo Mike — ¡Hey! ¡No está cargada! — disparó de todas formas, y era en serio, no había balas, pero no sé qué carajos pasó que perforó la cabeza de Eso.

Maldito payaso ilusionista.

Comenzó a gritar mientras se acercaba a Bill, por suerte reaccionó rápido y puso el arma en la boca antes de que pudiese hacer algo.

Boris se acercó con valentía dispuesto a darle una patada. Bev tomó acción intentando clavarle una barra de metal, pero Eso la detuvo.

Mike hizo lo mismo y salió volando haciendo que Bill escape.

— ¡¡No!! ¡¡Bill!! — el antes mencionado se abalanzó sobre el payaso y Richie hizo lo mismo.

Simplemente yo me mantenía petrificada en mi lugar;
Ben mordía un brazo; Stan agarró el otro y Boris se aferró a una pierna, pero como era de esperarse todos salieron volando.

Cuando por fin me acerqué intentando clavarle una barra de metal, me lanzó hacia una pared.
Sentí que me rompió los huesos, dolió demasiado.

— ¡ ______! — Boris ayudó a pararme.

Pennywise viendo a todos distraídos, sostuvo al Gran Bill del cuello.

— ¡Suéltalo!.

— No, lo llevaré conmigo, llevaré a todos ustedes ¡Y tendré un festín con su carne mientras me alimento con su miedo!. O... déjenos en paz, yo me lo llevaré, solo a Bill y entonces tendré un largo descanso y ustedes podrán vivir para crecer, prosperar y tener vidas felices, hasta que la vejez los haga sucumbir a todos — nadie se atrevió a decir nada.

— Váyanse... Yo fui quien los metió en todo ésto, yo lo si... de verdad lo siento — todos lo pensaron lo que me sorprendió bastante — ¡Largo!.

— Chicos, eso no ocurrirá — aún se mantenían callados.

— ¿Qué demonios les pasa?, No dejaremos a Bill con esa porqueria — el payaso me miró mal.