🅽🅾🅽🅰🅶🅴🆂🅸🅼🅾 🆂🅴🆇🆃🅾

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Lutholympics.

El día donde todos los estudiantes de último año llevaba ropa deportiva y se preparaban para fallar patéticamente en cada prueba designada por el comité de padres. Básicamente, todos participaban en distintos deportes, pero si alguien era un deportista destacado en atletismo -como Samantha-, era asignado a la competición de fútbol americano por el comité de padres de familia, o algo igual de alejado a su disciplina.

Lena detestaba el miércoles de Lutholympics, pero no podía hacer nada para omitirlo, y en cambio debía participar o retendrían su certificado, cosa que no quería.

Todos estaban haciendo estiramiento y charlando mientras la asociación de padres conversaba, pero la ojiverde estaba en serio ensimismada en la forma específica que empleaba su novia al calentar. Lena podía jurar que Kara no solo calentaba sus músculos y extremidades durante el estiramiento, también la calentaba a ella.

A Lena y solo el cielo sabía a cuantas personas más.

En serio, la ojiverde había estado tan distraída viendo a su novia que básicamente lo único caliente en su cuerpo eran sus regiones inferiores y reproductivas -que ojalá no se reprodujeran nunca-, así que estaba fría de músculos y articulaciones una vez que la madre de Diana se puso de pie para leer las órdenes a seguir.

—En el torneo de baloncesto, uno de los equipos estará conformado por Sara Lance, Raymond Palmer, Querl Dox, Samantha Arias e Imra Ardeen —musitó la señora Prince a través del micrófono—. El otro equipo estará conformado por Eve Teschmacher, Jack Spheer, Bartholomew Allen, Andrea Rojas y Barbara Minerva.

—Oh, sí, le voy a romper la nariz —expresó Samantha en tono bajo en dirección a Barbara, quien estaba en otra punta del patio y volteó a verla con desconfianza—. No sabrás qué fue lo que te pegó, maldita.

—Samantha, por favor —masculló Diana con el entrecejo fruncido—. Trata de comportarte.

Lena se rió entre dientes, pero guardó silencio cuando atrapó la mirada de Kara y esta esbozó una sonrisa ladina antes de articular un "tú puedes con lo que sea, amor" a la distancia, y la ojiverde en serio agradeció el voto de confianza, pero algo le decía que iba a decepcionar a su novia de la peor manera posible.

—Ahora las parejas para el partido de tenis —expresó Lillian una vez que Hipólita tomó asiento—. Gayle Marsh y Kara El contra Diana Prince y Margaret Sawyer.

Las aludidas no dijeron nada, pero la chica ucraniana hizo una mueca graciosa, Gayle miró a las otras tres involucradas con expresión aburrida, Diana maldijo entre dientes y Margaret se dejó caer de espaldas en el césped sin dejar de lamentar su existencia.

—A continuación, las participantes para la competición de esgrima —comentó la señora Arias—. Alexandra Danvers contra Nia Nal.

Nia miró a Alexandra con horror y la pelirroja hizo lo mismo básicamente porque ninguna sabía de esgrima. Luthor High ni siquiera tenía una taller de esgrima, maldita sea.

—Y por último pero no menos importante —comentó la señora El con lo que pareció una sonrisa burlona—, la competición de atletismo. Lena Luthor contra Gary Green, para que sea justo.

Lena se sintió completamente indignada ante el comentario de su suegra y estuvo a punto de protestar, pero en realidad se detuvo porque aquello era más o menos cierto. Gary era un tipo antisocial que difícilmente dejaba la sala de audiovisuales y al que la ojiverde solo había visto un par de veces, pero sí, sería una carrera lo suficientemente justa dado el físico nada atlético de ambos.

Aunque Lena estaba segura de que perdería si no se empeñaba en ganar.

—Que su Dios los bendiga —expresó la directora antes de apagar el micrófono.

Sí hubo una nariz rota durante el juego de baloncesto y sí fue causada por Samantha, sin embargo, lejos de haber golpeado a Barbara como había sido su intención, el balón terminó de lleno en el rostro de Andrea, y a su vez, Andrea terminó tirada en el piso con la nariz sangrando, y Mera tuvo que ir a atenderla porque la quarterback estaba demasiado mareada y juraba que estaba viendo unicornios que vomitaban polvo de estrellas.

La corredora se tomó la situación con bastante calma, solo salió huyendo de sus problemas lo más rápido que sus piernas le permitieron.

El partido de tenis salió más o menos bien y Kara y Gayle se llevaron la victoria por poco, y como Diana era una en serio pésima perdedora, terminó persiguiendo a la chica ucraniana por todo el patio mientras le gritaba cosas como "maldita tramposa", "te voy a meter la raqueta por donde no te da el sol" y "voy a quemar tu casa".

Todo bastante amistoso.

Ambas hicieron las pases a tiempo para ver la competición de esgrima e incluso compartieron una porción de palomitas de maíz. Desastre evitado.

La competición de esgrima terminó siendo una pelea muy real cuerpo a cuerpo. Diana y Kara en serio tuvieron que intervenir para separar a Nia de Alexandra porque la chica dulce y más bajita estaba furiosa y a punto de desfigurarle el rostro a la pelirroja. La chica ucraniana terminó con un par de rasguños poco profundos y Diana fue sofocada por una muy enojada Nia, pero salvaron el día.

Nadie tenía idea de por qué inició la pelea, pero todos tenían miedo de preguntar.

—Lo harás genial —murmuró la rubia con expresión confiada—. Eres Lena Luthor y siempre haces todo bien.

—Excepto deportes —chilló Lena en voz baja—. Soy pésima y...

Antes de que pudiera seguir lamentando su existencia, Kara tomó las mejillas de su novia y unió sus bocas en un beso casto, luego unió sus frentes y cuando la ojiverde abrió los ojos, la chica ucraniana esbozó una sonrisa radiante.

—Lo harás genial.

Lena no lo hizo genial, pero lo intentó y eso fue suficiente.

Ella y Gary se habían desmayado a causa del esfuerzo antes de llegar a los cien metros y todos los presentes vieron con horror la forma en que ambos se desplomaron en el piso. Lillian negó con la cabeza y se cubrió el rostro con vergüenza mientras Mera hacía una nueva aparición, y el patio se quedó en un silencio incómodo que Kara trató de disipar con lo primero que le llegó a la mente.

—El otro día Diana se tiró a Samantha en su auto —expresó en voz alta, por lo que un jadeo general sonó a su alrededor.

La chica griega se atoró con un sorbo de agua y empezó a toser de forma incontrolable, Samantha tiró sus palomitas y se echó a correr de nuevo, y las madres de ambas solo las miraron con algo parecido a la desaprobación e indignación con un poco de algo como un ataque al corazón.

𝑺𝒕𝒐𝒍𝒆𝒏 𝒌𝒊𝒔𝒔𝒆𝒔 [𝑺𝒖𝒑𝒆𝒓𝒄𝒐𝒓𝒑]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora