𝕯𝖊𝖈𝖎𝖒𝖔𝖓𝖔𝖛𝖊𝖓𝖔

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—Espera, ¿entonces fuiste a su casa, la besaste, huiste, y por si las dudas, llevaste a Masha a tu habitación para que mordiera a Kara si se atrevía a entrar por la ventana? —Diana hizo una mueca, y junto con Samantha y Lena, siguió caminando por el pasillo—. Por Atenea, chica.

—Mujer prevenida vale por dos, Di. No está de más tomar precauciones dados los antecedentes —la corredora entrelazó su mano con la de la chica griega a medio camino y luego añadió—: ¿Y ahora, Lena? —En dirección a la ojiverde.

La aludida frunció el entrecejo en concentración y luego de un momento se encogió de hombros, no tenía mucha idea de lo que haría a continuación, pero era casi seguro que se toparía con Kara todos los días, no solo en el instituto pues vivían en el mismo vecindario, y habían sido muchos golpes a su cuerpo y dignidad en busca de los dichosos besos, aquello no iba a quedarse así.

Tenía que idear un plan para vengarse, y conocía a la chica indicada para llegar victoriosa al objetivo. Ava Sharpe, impresionantemente brillante y con la mente de una estratega, se había vengado con sigilo y gracia de todos aquellos que le habían dicho, hecho o insinuado algo, y por suerte compartían la clase de literatura.

—Tengo el plan perfecto.

—Oigan, ¿esa no es Kara? —Murmuró Samantha, viendo en dirección a una máquina expendedora—. Espera un momento... yo conozco ese cabello cobrizo.

Lena no le prestó atención a nada más, caminó con determinación hasta que llegó a estar a espaldas de la rubia y le tocó el hombro de forma insistente.

Cuando Kara se giró para quedar de frente a quien la llamaba, la ojiverde la empujó con fuerza contra la máquina expendedora, lo que hizo que la pelirroja a su lado chillara a causa de la impresión. La rubia la miró con expresión medianamente asustada y Lena esbozó una sonrisa maliciosa antes de inclinarse hacia la boca de Kara y robarle un beso tosco.

Sus labios se unieron de forma brusca y la rubia jadeó por la impresión, sin embargo, cerró los ojos para disfrutar el contacto, y cuando tomó el valor suficiente para atreverse a sujetar el rostro de su crush entre sus manos, Lena se alejó de forma igual de brusca.

Seguido de eso, le guiñó un ojo y siguió caminando en dirección a su casillero.

𝑺𝒕𝒐𝒍𝒆𝒏 𝒌𝒊𝒔𝒔𝒆𝒔 [𝑺𝒖𝒑𝒆𝒓𝒄𝒐𝒓𝒑]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora