🅽🅾🅽🅰🅶🅴🆂🅸🅼🅾 🅲🆄🅰🆁🆃🅾

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Luthor High era básicamente el segundo hogar de Lena y había asistido a los días de la visibilidad incluso antes de ser una estudiante de la institución, pero seguía asombrándose cuando caminaba por los pasillos y se encontraba de frente con sus compañeros portando las banderas de sus países en el lado izquierdo del pecho, así como la bandera de su orientación o identidad sexual en alguna parte de su cuerpo.

Era asombrosa la forma en que Luthor High se había vuelto un lugar seguro para todos los jóvenes que no podían expresarse libremente.

La ojiverde vestía una simple camiseta blanca con la bandera de Irlanda en el pecho, y la bandera bisexual decidió pintarla en sus mejillas para mayor visibilidad, básicamente porque ese día se le antojó ir con el cabello suelto y se obstruiría de la vista de los demás. Por si las dudas y si el maquillaje se borraba con el paso de las horas, llevaba un brazalete del orgullo bisexual en la muñeca izquierda.

Querl -con la bandera de Francia y la pansexual- estaba sosteniendo la mochila de Nia mientras esta sacaba las frituras que compró en la máquina expendedora y portaba con orgullo la bandera transgénero justo por encima de la bandera de Estados Unidos en la pernera derecha de sus vaqueros.

—¡Hola, Lena! —Exclamó Imra cuando pasó a su lado, con la bandera de Estados Unidos y una bandera demisexual en la manga de su chaqueta—. Feliz día de la visibilidad.

—Feliz día, Imra —respondió la ojiverde con una pequeña sonrisa, misma que desapareció cuando se percató de la mirada Gayle al costado de la morena—. Marsh, ¿cómo vas?

La rubia se encogió de hombros pero no dijo nada, y Lena solo se aclaró la garganta con incomodidad antes de buscar las banderas de Gayle con la mirada. Le pareció ver las banderas de Inglaterra y no binario.

—Eh... bueno, me iré ahora.

La ojiverde no esperó una respuesta y salió de allí lo antes que pudo, y rápidamente encontró a Diana y Samantha hablando de alguna cosa cerca de la cafetería. Kara no se veía por ningún lado pero Lena confiaba en que iba a verla en algún momento, tal vez durante el discurso de su madre o la fila para el almuerzo.

Los días de la identidad no había clases e incluso los profesores se unían a la celebración y usaban sus banderas con orgullo. De hecho, la ojiverde estaba segura de que había visto a la profesora Waldfogel llevando las banderas de Alemania y el orgullo polysexual, lo que le daba sentido a muchas cosas...

—Hola, chicas —murmuró Lena una vez que estuvo lo suficientemente cerca de sus amigas—. Feliz día de la identidad.

—¡Feliz día! —Chilló Samantha a todo pulmón y con las mejillas sonrojadas, obviamente emocionada, y a su lado, Diana solo pudo mirarla con expresión idiota—. Estoy tan emocionada que podría besar a todo mundo hoy.

—Pero no lo harás, ¿verdad? —Cuestionó la chica griega con el entrecejo fruncido—. Samantha, si te atreves a...

—Ay, ya, qué aguafiestas —resopló la corredora antes de rodar los ojos—. Por cierto, Lena, ¿dónde está la ucraniana?

—De hecho iba a preguntarles lo mismo —murmuró la ojiverde—. No debe tardar en llegar.

—¡Hola, chicas! —Andrea sonrió ampliamente y mostró con orgullo la bandera de Argentina en su pecho, así como dos brazaletes con los colores de la bandera del género fluido—. Eh... Diana, no te ofendas, pero sigo teniendo mis dudas respecto a ti siendo... ya sabes.

La chica griega alzó una ceja y miró a la quarterback con los brazos cruzados a la altura del pecho, por lo que Samantha y Lena se rieron entre dientes.

—Todos los años haces lo mismo, Andrea —se quejó Diana.

—No es mi culpa que no parezcas griega.

—¿Sabes qué? Esta vez vine preparada. Solo dame un momento —murmuró la chica griega antes de sacar algunas cosas de su mochila.

Diana se colocó una túnica blanca sobre los shorts vaqueros y la camiseta sin mangas, se soltó el cabello antes de colocarse una corona de olivo y se subió a una mesa para recostarse, entonces Samantha tomó un racimo de uvas verdes y empezó a alimentar a su novia en la boca.

Andrea hizo una mueca de confusión, Lena no pudo aguantarse la risa y los demás alumnos estaba tomándole fotos a Diana mientras estaba siendo alimentada como la Diosa que era.

—¿Esto es lo suficientemente griego para ti? —Cuestionó la basquetbolista de forma irónica luego de tragar las uvas en su boca.

Diana y Andrea se vieron ensimismadas en una discusión -muy típica- y Samantha las alejó la una de la otra cuando estuvieron a punto de pelear, pero eso era típico de ellas dos. Buscaban cualquier pretexto para pelear.

De repente, la atención de la ojiverde se centró en la impresionante chica rubia que ingresó a la cafetería con una bandera de Ucrania atada a una de las presillas de sus vaqueros, el cabello suelto y las mejillas pintadas con la bandera lésbica, y de pronto, todo lo que Lena pudo pensar fue en lo afortunada que era por haber atrapado a una extranjera tan atractiva.

Cuando Kara llegó a estar frente a ella, la ojiverde la abrazó por los hombros y la besó con firmeza. Posiblemente el maquillaje en sus rostros se manchó un poco debido al beso un tanto frenético para el lugar público, pero había algo en Lena que se encendía cuando veía a su novia tan casualmente guapa y sexy.

—Feliz día de la visibilidad —murmuró la rubia aún contra los labios de su novia—. Lamento la tardanza, es que no sabía qué ponerme y...

Antes de que Kara siguiera con su explicación, una fuerza externa apartó a la ojiverde del camino y la chica ucraniana jadeó por el movimiento repentino.

Lena alzó la mirada rápidamente y por eso fue testigo de la forma en que Ava abofeteó a su novia de forma bastante brusca, lo que hizo que Kara se quejara en voz alta y se cubriera la mejilla lastimada mientras una expresión pasmada y confusa aparecía en su rostro.

—¡¿Qué demonios, Sharpe?! —Chilló la ojiverde con la furia inundando su ser.

—Cállate, Luthor —espetó Ava con el entrecejo—. Estamos a mano ahora.

—¿De qué estás...

—Le diste una bofetada a Sara, así que yo le di una bofetada a tu novia. Estamos a mano.

Ante la explicación, Lena cerró la boca y Ava se alejó, y cuando la chica ucraniana le dedicó una mirada cargada de preguntas a su novia, todo lo que la ojiverde pudo hacer fue encogerse de hombros.

𝑺𝒕𝒐𝒍𝒆𝒏 𝒌𝒊𝒔𝒔𝒆𝒔 [𝑺𝒖𝒑𝒆𝒓𝒄𝒐𝒓𝒑]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora