Capítulo 8. Hazme volar

Start from the beginning
                                    

La voz de Oikawa se propagó por todo el salón, como una nube ácida, llegando a cada rincón.

¡Shou-chan! ¡¡Superfelicidades!! Bueno, bueno, ¿qué se siente derrotando a Tobio-chan? Eso tiene que ser mejor que un orgasmo, ¿no? ¿Cómo está tu pierna? Te vi súper bien, ¡es la hora de los desterrados!

Hinata miró a Kageyama. Comía pepinillos, muy serio, mirando el teléfono móvil sobre la mesa, como si temiese que el Oikawa real pudiese salir en cualquier momento de la pantalla y sacarle la lengua.

...Y tu rápido con Atsumu-chan, ¿qué fue eso? ¿Folla tan bien como coloca? Aunque ese tinte rubio del aliexpress no lo apruebo en absoluto, sus muslos perdonan un desliz estilístico...

Hinata estiró la mano hacia la mesa para detener el audio, pero el puto móvil no respondía, la pantalla se quedó colgada en negro mientras la voz de Oikawa seguía reproduciéndose, como una maldición.

... ¿Te llegó la invitación de la boda de Iwa-chan? El 31 de diciembre, ¿pero quién se cree que es ese pibe para arruinar la celebración milenaria de los Oikawa? Además una boda con temática de superhéroes, ¿qué cosa friki es esa? ¡Yo esperaba algo clásico, tenía una yukata preparada! Maldita sea, espero encontrar pareja para aparecer con una supermodelo o con un tío bueno.

... ¿Tú vas a ir con Atsumuslos-chan? ¿O estás esperando que te lo pida Tobio? Dios mío, esto es peor que un baile de instituto de una película americana, me temo que seré el feo con granos al que nadie quiere. En otra vida debí ser un descuartizador de vírgenes, ¿por qué los dioses me odian, Shouyou? Por favor, si aún no tienes pareja, ven conmigo. Necesito apoyo moral en estos duros momentos...

Mierda mierda mierda mierda

... Llegaré a Tokio en un par de semanas, ¿estarás en Osaka? Conozco un hotel en Kobe que tienen jacuzzi en las habitaciones, ¿qué me dices a un baño de burbujas con una copita de vino mientras nos ponemos al día? Sí, sí, ya te estoy oyendo, bla bla bla lo que pasa en Río se queda en Rio bla bla bla  pero si tengo que ir a la boda de Iwa-chan necesitaré un incentivo, y echo de menos tus palabras sucias en portugués...

Oh dios no no no no

...Odio a Iwa-chan, ¿te lo he dicho ya? Me envió mensajitos borracho en su apestosa despedida de soltero y ¿sabes qué me preguntó? “¿Te arrepientes de mí?” ¡Imbécil! Si pudiese viajar en el tiempo dejaría que se ahogase con aquella patata frita a los doce años.

...En fin, pienso comer por diez personas para que se arruinen en su boda estúpida. ¡Divorciado a los treinta, lo verás! Ajjjj. Aquí nadie entiende japonés, puedo decir barbaridades en los vestuarios. Espero seguir siendo tu colocador favorito. ¡Besitos y enhorabuena, chibi!

La voz de Oikawa desapareció, y Hinata seguía mirando el móvil, que como siempre pasa en los momentos importantes de la vida, había decidido morirse. Él también quería hacer eso, apagarse y reiniciarse quizás tres días después.

Kageyama se comió un pepinillo, masticando despacio, con la mirada en la televisión. Estaban poniendo repeticiones del partido ya terminado, y dos ex jugadores analizaban las tácticas de cada equipo.

Huh —dijo Hinata, rascándose la nuca—. Pues sí, ¿eh? Qué cosas tiene Iwaizumi-san, una boda de superhéroes, y además el último día del año, es como súper loco, hah. Oh, tal vez puedo preparar algo más de cena-desayuno, porque solo pepinillos no es suficiente, sabes, los pepinillos tienen pocos nutrientes y claro, es importante estar alimentado, Kageyama, puedo preparar una...

—¿Oikawa-san es tu colocador favorito?

—¿Eh?

Kageyama dejó el bote de pepinillos en la mesa y se tumbó en la manta, mirando el techo.
¿Eso es lo que le preocupa, en serio?

Nadie duerme en Tokio |KageHina|Where stories live. Discover now