Capítulo 3. El ninja y el pibe

1.4K 188 620
                                    

Notas al final del capítulo.
Nota permanente en todos mis fics: no me odiéis, os amo, juro que es kagehina.

Noticiasvóley

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Noticiasvóley. Kageyama Tobio, nominado por segundo año consecutivo como mejor colocador de Japón.

Todovóley. ¡Kageyama de los Adlers desbanca a Miya de MSBY como mejor servicio de la V-League!

—¡Woa! ¿A qué altura estamos? —preguntó, estirando el cuello para mirar a través del cristal. París recibía la noche a sus pies y las luces iban mostrándose, desordenadas, como las luciérnagas que abren paso al verano. Oikawa se había puesto las gafas y leía la carta del restaurante con la mano apoyada en la barbilla.

—Ciento veinticinco metros.

—¡Es más alto que el Cristo Redentor!

—Pues claro —contestó, indignado. Hinata se sonrojó y volvió a sentarse correctamente, mirando hacia él, con la espalda recta. Dios, si su madre le viese en un restaurante caro con esas pintas le perseguiría con una zapatilla hasta los confines del mundo—. ¿Vino blanco o tinto?

—Agua —murmuró, recordando la última vez que bebió con Oikawa.

—¿Agua? ¿Sos joda?  —Oikawa habló medio en japonés medio en castellano—. Estamos de vacaciones, podemos permitirnos una botella.

—Realmente no estoy de vacaciones, sabes —dijo, mordiendo un trozo de pan y masticándolo despacio, mientras intentaba leer la carta. Buscó la versión en japonés, pero sólo había en francés, español e inglés. Se fue a esta última y se concentró, pero los platos tenían nombres incomprensibles—. Voy a presentarme a las pruebas abiertas de la V-League.

Oikawa sonrió entre dientes.

—Entonces tinto. El blanco es traicionero, igual que las capirinhas, ¿ne, Shou-chan? —dijo, mirándole sobre la carta. Hinata agradeció que las ventanas estuviesen cerradas para no tirarse por ellas, mientras el rubor le subía por el cuello—. ¿Carne o pescado? ¿Te fías de mi criterio?

Hinata asintió rabiosamente, entregándole la carta. Cuando el camarero volvió, Oikawa habló con él en francés, pidió para los dos y de paso coqueteó sin rastro de vergüenza. Cuando se fue, volvió a mirarle con la cara apoyada en ambas manos.

—¿Entonces vas a presentarte a las pruebas abiertas? ¿Cuándo? ¿De qué equipos? Quiero saberlo todo.

Hinata se metió otro trozo de pan en la boca, sacó la cartera y desdobló un papel con manchas de té, tendiéndoselo.

—Es el calendario —aclaró, acercándose sobre la mesa—. He marcado a las que quiero ir.

—Sólo has señalado las de Primera División —. Hinata tragó saliva. Era cierto. Tsukishima le había avisado de que también se abrían las pruebas de los Sendai Frogs, y había tres equipos de Segunda que le hicieron ofertas durante su último año de instituto—. Estás jugando fuerte. Yo haría lo mismo.

Nadie duerme en Tokio |KageHina|Where stories live. Discover now