I. El comienzo de todo

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—¿Por qué no usan la cabeza? ¿Por qué no le piden a ese dragón que traslade las almas… o como se llamen, hasta la tierra?

No sé en qué momento regresó Vegeta, pensé que se había ido pero parecía haber vuelto para regodearse en nuestro dolor. Sin embargo, allí estaba… ofreciendo la solución a nuestros problemas.

—¡Sí!

—Tal vez sea posible.

— ¡Es cierto! ¡Él tiene razón! Eso fue una idea muy brillante, oye. —Creo que no le gustó mi cumplido, sólo soltó un gruñido y bajo la mirada al suelo.

Ese hombre era muy raro. Un minuto estaba burlándose y feliz por la muerte de Gokú y al siguiente quería que regresara. Me molestó que rechazara la gratitud de Gohan.

Ni siquiera pareció complacido por mi invitación a quedarse en casa, sólo lo hice porque nos dió la solución al problema. De lo contrario, estaría pudriéndose en la Tierra.

—… pero no te permitiré que te enamores de mí aunque me encuentres muy atractiva. —Solo era una broma, en cuestión de instantes ya había logrado conseguir molestar a Vegeta sin morir, no podía dejar pasar mi oportunidad.

Él jamás me mataría, soy demasiado joven y bonita para morir. No entendí lo que murmuró después de mi insinuación, pero no importaba, seguro se trataba del peor de los insultos. Sólo le sonreí y seguí adelante, tenía que conseguir un teléfono para llamar a mi papá y explicarle todo lo que había pasado, especialmente cómo fue que terminé invitando a quedarse con nosotros a 50 Nameks y un sayayin psicótico, aunque esa última parte debía de ahorrarmela.

—¿Qué estás haciendo? —Me estremecí al notar la presencia de Piccoro junto a mí. Se supone que ahora está de nuestra parte pero aún así no podía evitar tenerle un poco de miedo.

—Los Nameks que fueron a buscar la aldea del patriarca dijeron que hay una casa a un par de kilómetros, iré a ver si tienen un teléfono para llamar a mi padre y que venga por nosotros.

—No me refiero a eso. ¿Por qué invitaste a Vegeta a quedarse contigo?

—Nos dió la solución a nuestro problema. Por lo que dijo encontramos la forma de volver a ver a Gokú y Krilin.

—Intenta darle una palmada en la espalda sin que te muerda, no lo invites a tu casa. No sabemos de lo que es capaz.

—Sí, estoy de acuerdo contigo. —Le sonreí con suficiencia. —Solo piénsalo un poco, si se queda conmigo yo podré ver qué es lo que hace. Me aseguraré de que no haga estupideces.

—Vegeta es impredecible, no se dejará mandonear por ti.

—Oye, tú te pusiste de nuestro lado, hasta podría decir que eres buena persona. Al menos, Gohan cree en ti. Sí él lo hace, entonces yo lo haré. —Piccolo bajó los brazos con una expresión de turbada en su rostro. —Te quiere mucho. Te admira. Ahora, te pido que confíes en mí. Sé que Vegeta no nos hará nada, está tan interesado como tú en qué vuelva Gokú.

—Porque él es el único que puede darle pelea, al menos un pelea muy digna.

—¡Exacto! Es un egocéntrico, si va a gobernar sobre todo el universo, lo hará bien. Ganándole a los más fuertes.

—Gokú.

—Mmju. —Me peine el flequillo deseando tener mi cabello tan largo como antes. Aún así, le sonreí coqueta a Piccolo e incluso me acerqué a su rostro. —¿Ves como no solo soy una cara muy bonita? También soy extremadamente lista, la más lista de este planeta por cierto.

Te Necesito [Vegebul (Vegeta X Bulma)]Où les histoires vivent. Découvrez maintenant