Capítulo XVIII: ❝Discuţie❞

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Cassandra escuchaba atentamente a Bela, quien le contaba a Donna los próximos planes para ensanchar su amistad, y se sintiera preparada. No le daba muchos detalles, como para que no se carcomiese la cabeza por adelantado, pero sí le daba palabras, o le mencionaba vagas ideas que podrían ayudarle.

Bela sabía que se acercaba el invierno mucho más, y se notaba. No quería sentir que desperdiciaba días de entremedio, para vivir lo que viviría comúnmente dentro de su casa, toda una estación helada, en vez de usar sus días hábiles solo para Donna.

Esta realmente se veía encantada, con lo emocionada que se veía Bela, al contarle sobre planes futuros. De verdad parecía querer pasar mucho tiempo con ella, aunque, se notaba que lo reprimía para no incomodarle.

─Entonces... déjame repasar─ la ventrílocua repitió aquella charla en su cabeza, y miró a la rubia, quien le sonreía esperando una aprobación ─Quedamos en... un desayuno en el jardín, lejos de las margaritas. Una caminata por el invernadero. Una visita de... tu madre y hermanas, para que cocinemos juntas y ambas podamos mostrar nuestros dotes con la cocina, y... ¿pasar un día y una noche en el castillo Dimitrescu, con tu madre y hermanas, para cenar y pasar rato contigo, dices?─.

─¡Sí!─.

─Ooh... bueno, la idea de estar junto a tus hermanas en cualquier lugar o momento del día, no me molesta. Tampoco me incomoda que tu madre venga hasta aquí, pero... ¿yo debo ir a tu Casa también?─.

─Pues, es lo justo, Donna. Paso más tiempo aquí que en mi propio hogar. Mamá dice que esta vez vendrá porque nos quiere ver bailar, y ver lo que mis hermanas dicen amar. Pero sería justo que vinieras a casa con Angie, a pasar solo un día y una noche, nada más. Es mucho menos de lo que he estado en tu hogar─.

─Sí, definitivamente es justo─.

─¿Entonces, cual es el problema?─ interrogó Cassandra; intrigada por las evasivas de Donna.

─¿Te da pánico salir de la mansión?─ siguió Bela; preocupada de la posible respuesta.

─¿O quizás pánico de estar en un lugar diferente?─ continuó Cassandra, usando vagamente sus habilidades de percepción.

─No. Mi problema no es salir de aquí, ni tampoco, entrar a otro lugar. Mi problema es que ese lugar, sea el castillo donde viven ustedes─.

─¿Por qué?, ¿qué tiene de malo nuestro hogar?─ Bela miró curiosa a la ventrílocua, quien solo poseía la mitad de su rostro al descubierto.

─Es madre, ¿verdad?─ y Cassandra dio justo en el blanco. Angie incluso chilló cuando sostuvo su taza, y Donna detuvo su atenta mirada en la morena, mientras Bela intentaba hacer sinapsis en su cabeza ─Sí, es madre el problema─.

─¿Odias a mi mamá?─ Bela pareció hacer una mueca de tristeza. Donna rápidamente titubeó y dejó de beber su taza de té.

─¡No!, ¿cómo voy a odiarla?, claro que no. No tengo motivos, y no me considero competitiva de ninguna forma. No odio a Alcina─.

─Le temes─ Cassandra nuevamente acertó. Sonreía con cierta malicia y orgullo, pero seguía con la intriga de la posible razón.

─¡No oses rebosar de tu maldito orgullo en nuestra Casa!─ reprendió Angie con cólera; obteniendo las miradas desconcertadas de Bela y Cassandra ─No le tememos a vuestra madre, y con bastante conocimiento contamos para hacerles caer en cuenta, de lo que en realidad ella es. ¿Piensan que el puesto de jerarca lo ofrecen gratis?; ¡evidentemente lo tenemos por algo, par de insulsas!─.

─Oye, Angie, nunca pretendí insultar la Casa Beneviento─ Bela miró con tristeza a la muñeca.

─Cierto. Mil disculpas. La advertencia va para tu hermana─.

Dansuri Macabre • 〚 ᴮᵉˡᵃᵈᵒⁿⁿᵃ 〛Where stories live. Discover now