Capítulo 32

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La luz de la mañana comenzó a bañar las ventanas, los sirvientes y discípulos apenas se levantaban para poder comenzar su día y la cocina que debería haber estado apenas abriendo, ya había estado funcionando horas atrás.

Lan Wangji se había levantado temprano como era costumbre para él, pero en vez de esperar a que las horas pasaran, había ingresado a la cocina y comenzó a preparar el desayuno. Intento buscar los utensilios y alimentos para pensar que hacer, pero al no estar familiarizado con el lugar se le hizo complicado poder encontrar cualquier cosa que necesitara y obviamente la poca experiencia en la cocina le jugó en contra pues por más que lo razonó, todavía pasó un largo tiempo sin poder hacer nada.

Las cocineras entraban a trabajar todavía a las siete y media de la mañana y a veces incluso demoraban mucho más, pero afortunadamente para él, esa mañana, una de ellas, la más joven y nueva dentro de Muelle de Loto, se había levantado mucho más temprano de lo habitual y como el sueño se le había esfumado por completo, aprovecho para ir a la cocina y poder tomar un vaso de agua e incluso preparar una merienda para ella.

Se alistó como cualquier día y camino desde la residencia que compartía con sus compañeras hasta llegas a la cocina que se encontraba no muy lejos de ahí. Cuando entró, quedó sumamente sorprendida, no esperaba encontrar a nadie y mucho menos a Lan Wangji.

La noche anterior habían sido ellas quienes le había ayudado con una corta explicación para que pudiera preparar la sopa y recordaba claramente que, a pesar de haber pedido ayuda, no había querido que ninguna metiera la mano en su trabajo.

Viéndolo nuevamente ahí, no tuvo que pensar demasiado para entender lo que sucedía y se acercó muy animosa para ofrecer su ayuda. No importaba que quisiera hacer, ayudarlo sería mucho más entretenido que simplemente esperar a que llegue su hora de trabaja. Pasó de preparar una merienda a convertirse en profesora de cocina.

Le pareció increíble la forma que Lan Wangji podía entender con pocas palabras que hacer y mucho más su reacción y adaptación a las cosas. Mientras veía no pudo evitar estar sorprendida, divertida y encantada.

Sus compañeras comenzaron a llegar poco a poco y no pudieron quitar los ojos de la adorable persona moviéndose de aquí para allá en su centro de trabajo. Quizás se concentraron un poco demasiado y gracias a eso, cuando llego el momento de servir el desayuno a los discípulos, nada estaba listo. Nadie se atrevió a reclamar.

Cuando llegó las nueve de la mañana, Lan Wangji ya había pasado de cocinar a ayudarlas a ellas con sus propios quehaceres. Había lavado los platos, lavado y picado verduras, buscado bajillas e incluso había ayudado a servir el desayuno. Tuvo esas horas ocupadas, pero en ningún momento tuvo noticias de que Jiang Cheng despertara.

Había pasado por la enfermería muchas veces viendo desde la puerta y al final el doctor le había prometido que se le informaría si su líder despertaba. Prácticamente había sido echado de ahí y ahora solo podía esperar en la cocina junto a las muchachas, quienes después de culminar sus tareas se encontraban limpiando, barriendo o seleccionando verduras mientras todas hablaban alegremente. Lan Wangji fue incluido en estas conversaciones y gracias al resplandeciente ambiente la espera fue menos tediosa.

La cocina quedo en silencio cuando un discípulo corrió dentro para informar a todos 'El Líder de Secta acaba de despertar' las cocineras rápidamente se emocionaron y comenzaron a rodear a Lan Wangji. Se escuchaban por todos lados sus encantadoras palabras 'Deberías poner esta' 'Estas flores acompañan bien los platos' 'Usa esto' 'Ven, limpiaré tu rostro' '¡La alegría es contagiosa! Recuerda sonreír' 'No necesita sonreír, con solo verlo el Líder estará feliz'

Entre Lotos y NubesTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon