meu amor - pedri gonzález

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Sigo sin responder cuando Pedri, sin parar de reírse, me mueve los brazos para que los descruce.

-¿Te parece bonito?- le pregunto aún perpleja.
-¿Tú? Una barbaridad.- responde con toda su poca vergüenza.
-Dos seguidas... No te soporto.

Vuelvo a cruzar mis brazos y el vuelve a quitármelos y aprovecha para tirar de mi cuerpo y pegarlo al suyo. Me abraza y sigue riéndose de mi. Lo mataría.

-Qué bien hueles.- le repito por 718282 vez desde que le conozco.
-Me encanta que me digas eso.
-¿Por qué?- susurro aún abrazándole.
-Porque significa que tienes la cabeza en mi pecho o en mi cuello.- responde sincero y esto me deja más sin palabras que las sinvergonzonerías de antes.
-Eres terrible...- me río nerviosa deshaciendo el abrazo.
-¿Yo? ¿Tú te has visto?- dice mirándome de arriba a abajo.- No se qué plan maligno tienes ni qué pretendes que haga pero te has pasado tres pueblos con el vestido...
-Mi único plan es que me hagas una foto en condiciones para presumir, ya que dices que estoy tan guapa...- pone los ojos en blanco y me río. Se que he vuelto a cargarme el momento cumbre y también se que en este momento me mataría.

Lo guió hasta la barandilla de proa y me hace como diez mil fotos. Se ríe de mi mientras poso y seguro que no ha hecho ninguna foto decente.

-Ya está, ya está. Se que te encanta mi vestido pero me vas a dejar el móvil sin memoria.- digo quitándole el móvil y revisando las fotos por si hay que repetir en caso de que no se salve ninguna.
-Sí, uf, me encanta...- lo miro mal.- Me encantaría quitarlo.- suelta de broma y me río por su poca vergüenza.
-¡Vete ya de aquí, hombre! No tienes vergüenza ninguna. Y a mi me lo vendieron como un chico tímido... ¿Donde está, que yo lo vea?- le grito y él simplemente se ríe, deja un beso en mi mejilla y se va corriendo.

Tocamos tierra firme y vamos hacia mi casa, la cual está a escasos 5 minutos andando, con las maletas. Me voy directa a mi habitación y dejo al resto peleándose por la cama de mis padres y la de matrimonio del cuarto de invitados.

-Me vengo aquí contigo. ¿O prefieres repetir la noche de camarote?- dice Ali entrando a mi cuarto y yo me rió, delatándome a mi misma.

Decido subir la foto mientras hacemos tiempo para ir al restaurante donde hemos reservado con mis amigos. Los demás siguen acomodándose en las habitaciones y Ali ha aprovechado para retocarse el pelo con algo que tenía por ahí mi madre.

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paula.rm Mallorca, terra meva ✨

Finalmente llegamos al restaurante. Nos saludamos todos y nos sentamos. Quedo entre Ali y Victor y mantenemos una conversación fluida entre los 3. Cada cierto tiempo noto la mirada de Pedri en mi y ambos sonreímos. Una de las veces que eso ocurre, Riqui, que está a su lado, se percata y me hace burla. ¿Infantil mi amigo? Para nada...
Nos tomamos unas copas en modo previa para la fiesta mientras mis amigos mallorquines airean mis trapos sucios a mis amigos de Barcelona y viceversa.

-Pedri y Ansu, me conocéis de hace menos tiempo; no os creáis nada. Todo es envidia. Esa no soy yo.- les digo.
-No, eres peor seguro.- me responde Ansu y le tiro una servilleta.

Bautizaría esta como la mejor noche de mi vida pero no me fio porque todavía queda la fiesta y nunca se sabe como acabará.
Nos levantamos tras pagar y nos dirigimos a la discoteca más famosa de Mallorca.

-Lo guapa que te he sacado en la foto...- dice Pedri a mi lado en la cola para entrar mostrándome su instagram.
-¿Que quieres? ¿Un pin?- le digo de broma y se ríe.
-Mejor no te digo lo que quiero...- susurra pero le escucho perfectamente y le doy un golpecito en el hombro.

Me abraza de lado y dejo caer mi cabeza en su hombro mientras él habla de algo que no me interesa demasiado con mi amigo Cristian.
Pasan 10 minutos cuando conseguimos entrar. Hemos reservado una plataforma solo para nosotros porque, aunque aquí la gente va muy a su bola, sigo siendo consciente de que traigo a las 3 promesas del FC Barcelona conmigo y a mi cargo.
Nos ponemos copa tras copa mientras mi chiquitín solo bebe agua y se dedica a ser el árbitro, como siempre, en las guerras de chupitos.

-Es que nunca vais a ganar. Pedri siempre la favorece.- avisa Joan refiriéndose a mi.
-¡Eso es mentira! ¿A que si?- digo abrazándome al cuerpo de Pedri y él asiente poniendo cara de no entender de qué se le acusa.
-A ver... es que miradla.- dice Pedri excusándose y señalándome de arriba a abajo. Sonrío y dejo un beso en su mejilla. Mi abuela siempre ha dicho que quien presume de ti, vale el doble.

Comienzan los temazos de reggaeton y mañana voy a tener incluso agujetas de la forma en que lo estoy dando todo. Ali y yo hemos encontrado en Sara, Andrea y María a nuestras fieles aliadas para darlo todo con cualquier canción bailable. Los chicos, por su parte, bailan a su manera. El baile de la copa que lo llama Joan. Me fijo en Pedri y él no baila. Se dedica a reírse con Ansu de cualquier cosa mientras miran a algún sitio. Está de pie con su botella en la mano y pienso en que Riqui ha logrado su cometido: Pedri es el tío más guapo de esta discoteca y no me hace falta fijarme en ninguno más. Como si estuviera en mi cabeza, se percata de que estoy mirándole y me guiña un ojo. Suena Diablita Remix e inmediatamente me acuerdo de que le encanta esa canción.

-¿Esta tampoco la piensas bailar?- le pregunto acercándome a su oído y él niega riéndose.- Pf, que aburrido.- Hago el ademán de irme pero me sujeta y me gira hacia él.
-Bailame tú.- propone con una sonrisa y mi yo borracha lo ve una idea estupenda.

Bailo mientras sujeto sus manos intentando mover, al menos, sus brazos. Él me mira fijamente sonriendo mientras yo canto a todo pulmón. Estoy pletórica, la verdad.

-Si subo stories con fueguito es pa ti. Y esa carita de diablita es para mi. Estolqueame si él no te deja seguir. Me ignoras pero cuando toca te tocas por mi.- canto y él me mira pícaro en la última frase, a lo que yo respondo golpeando su pecho.- Como yo te como a ti no te va comer nadie. Como yo te toco a ti ni tu sabes tocarte. Ponte encima de mi , seis pa ti nueve pa mi. Ya pegamos este remix ahora ven pégate a mi.- canto aún más fuerte mientras él se ríe. Sigo teniendo sus manos agarradas intentando que baile.

En esa última frase, tira de mis manos y me pega a su cuerpo. Nos quedamos así mientras hunde su cara en mi cuello.

-Me vas a matar...-susurra en mi cuello y siento que se me eriza toda la piel.