Me despierto y lo primero que hago es mirar el móvil. Son casi las 12, desde luego que he descansado todo lo que quería y más. Aprovecho para subir la foto de rigor felicitando a Riqui a mi instagram.
Instagram
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Me levanto y me encuentro a Ali en la cocina sola. Pregunto por Ansu y me dice que ya se marchó hace rato y que dejaba recuerdos para mi, que me amaba. Yo también le amo a él. Es un hecho. Desayunamos mientras mi amiga me cuenta su noche de pasión con lujo de detalles.
-Entonces ya satisfecha o...-me interrumpe con su risa. -A ver, satisfecha desde luego que sí.-sonríe pícara y nos reímos.-Pero hemos quedado en que hoy después de la fiesta repetimos y ya a partir de ahí amigos. -Pues asi mejor, porque yo quiero que sean nuestros amigos toda la vida, ¿vale? Les amo, son muy cuquis.
Seguimos esa conversación y recogemos la cocina. Miro mi móvil y veo que tanto Pedri como Ansu me han seguido en Instagram. También devuelvo, ademas del follow, los likes en sus posts dedicados al cumple de Riqui. Después de comer Ali y yo nos dedicamos a ver una serie de fondo y hablar sobre cualquier tema mientras miramos nuestros móviles y picamos cualquier chuche. Es sobre las 6 de la tarde cuando empezamos a ducharnos y arreglarnos para la fiesta. Prometimos que iríamos antes a casa de Riqui para ayudarle y habíamos quedado con él allí a las 9, ya que la gente estaba citada a las 11. Es una fiesta de cumpleaños cualquiera y no es que vaya a verme nadie que no conozca, pero de pronto me apetece ir muy guapa así que pongo todo de mi para que así sea. El little black dress nunca falla, y si además lo acompañas de unos labios bien rojos, rímel que resalte mis ojos celestes y mi larga melena rubia ondulada, el resultado es bastante satisfactorio. Espero durante unos minutos a Ali, que también está preciosa, y nos dirigimos a casa de Riqui.
-¡Pero bueno, qué guapas!- grita al abrirnos la puerta. -¡Felicitatssssss, bebé!- decimos y nos tiramos directas a abrazarle.
Hemos dejado todas las bebidas preparadas, las neveras cargadisimas de hielo para que no falte, hemos acomodado sitios donde la gente puede fumar, nos hemos encargado de cerrar puertas donde no queremos que haya gente y de poner una indicación hacia los baños. Además, la decoración es increíble. Riqui está súper emocionado con su cumple, y es que estamos ya en verano, están a un pasito de ganar la liga y le apetece celebrar su felicidad. Y a mi, como su amiga, nada me hace más feliz que verle tan contento. Cenamos los 3 algo rápido y al momento comienzan a llegar los invitados. Nos servimos algo de beber, Joan pone la música y de inmediato me uno a unas amigas de Riqui a bailar. Estoy hablando animadamente con Manu, un amigo de la infancia de Riqui, cuando hacen acto de presencia Joan, Pedri, Ansu y un chico más. Acabo de hablar con Manu, veo que Ali ya está con ellos y voy a saludarles. Me presentan al chico desconocido como Fernando, el hermano mayor de Pedri.
-Ay, así que tú eres quien cuida de este chiquitín.- le digo a Fer. -Sí, hija, sí. Mi trabajo me cuesta.- responde siguiéndome la broma y recibe como respuesta una colleja de su hermano. -Pues está muy agresivo eh.-vuelvo a atacar y comenzamos una guerra de dos contra Pedri. -Tanto vacilarme, en algún momento me vengaré.- me dice Pedri al oído para que lo escuche con la música. -¿Me tengo que asustar?- pregunto mordiendo la pajita de mi vaso. -¿Tú me ves peligroso?- se encoge de hombros. -Para nada. Eres muy chiquitito.- respondo acariciándole la mejilla. -Me voy a callar...- dice riéndose y lo dejo por imposible. No quiero entrar en terreno pantanoso, aunque me encantaría.
A lo largo de la noche me he tomado más copas de las que debería, me he hecho súper amiga de Fernando como mi compañero de bullying a su hermano, he encontrado en Ansu un socio de beber chupitos y he molestado a Pedri por no beber nada que no sea agua. Intento que Pedri baile conmigo sin éxito alguno. Tampoco tiene suerte Ali. Estos niños de hoy en día son más de barra. Así que nos vamos las dos a bailar los temazos que estaban soñando con la compañía de Joan, Riqui y algunos amigos más. Siento una mirada fija en mi y en cuanto me giro veo que es Pedri. Me sonríe y le guiño un ojo y sigo bailando.
-¡Le gustas!- me dice Ali en el oído mientras bailamos, obviamente ella no se pierde una y se ha percatado de nuestras miradas.- Qué guapo es. -¿Sabes lo que también le tiene que gustar mucho? Los dibujos animados. Que es un niño, Alicia, por dios... -¡Qué pesada eres hija de verdad! Lo peor es que hasta te gusta.- ruedo los ojos.- Pues me lo quedo para mi, eh.- la miro mal y se ríe.- ¿Ves? Hay esperanzas, Pedri.- dice mirando a la nada y le pego en el brazo.
Sobre las 5 de la mañana debería haber dejado de beber pero el obstáculo fue un concurso de chupitos en el que nos vimos inmersos Fer, Ansu, Riqui, Joan, Ali y yo.
-Pedri, tú eres el árbitro.- digo y me acerco a él.- Y me favoreces a mi, ¿vale?- susurro y él se ríe. -¡No vale, tío! Está comprando al árbitro, míralo el tío.-se queja Joan y Pedri se encoge de hombros. -¿Y qué hago? Me convence fácil...- responde Pedri riéndose y le abrazo de lado. Mi yo borracha es bastante cariñosa, pero a él parece no importarle. -La imparcialidad del árbitro no está ni se la espera.-dice Riqui y todos reímos.
Al final del concurso, del cual he salido victoriosa por supuesto, Riqui decide que ninguno va a conducir y que nos quedemos todos a dormir. Ali y Ansu ya se han reservado una suite para hacer sus cosas y yo tengo clarísimo que la habitación de Riqui me pertenece. La gente comienza a desalojar la fiesta y recogemos un poco mientras Riqui se despide de sus invitados.
-Niña, ponte algo en los pies que seguro que te cortas.-me dice Pedri cuando me ve recogiendo la casa descalza y con los tacones en la mano. -Si vuelvo a subirme en esto, me mato. Así te lo digo. -Pues quítate de aquí al menos, que seguro que hay cristales.- me echa prácticamente del salón y me quedo sentada en la escalera que lleva a las habitaciones, esperando al resto. -¡Gracias por cuidarme!- le grito cuando se aleja para seguir recogiendo y se gira guiñándome un ojo.
Acaban de recoger y Riqui de despedir gente y nos vamos a las habitaciones. Ansu y Ali llevan ya un rato en la suya, Pedri y Fer se van a otra, Riqui y yo a su habitación y Joan decide que él va a dormir en la hamaca del patio. Él es así y así le queremos.
-Bueno, ¿qué me cuentas?- dice Riqui cuando ya estamos metidos bajo las sábanas. -¿De qué?- se que quiere llegar a algún lado pero no se a donde. -Es guapo mi Pedri, eh.- suelta y yo me rio. -Y muy chico también. -Pero es guapo. Y te gusta.- contraataca mi amigo. -No va a pasar nada, Ricard. -Ya veremos. Como se lo proponga... a ver como dices que no a esa carita. -Está en la habitación de al lado, cállate ya, que se entera.- digo intentando cerrarle la boca.
