6

4.5K 135 0
                                    

Tras la comida nos despedimos de mamá y papá nos lleva de vuelta al barco. Nada más llegar nos ponemos de nuevo los bañadores y decidimos aprovechar para descansar ya que sobre las 5 de la tarde vendrán mis amigos de Mallorca a hacer una mini boat party. La finalidad de eso, además de beber y bailar, es presentarlos antes de salir de fiesta juntos al día siguiente.
Salgo del camarote terminando de ajustarme la braguita del bikini y me cruzo con Joan y Pedri. El primero me silba para piropearme y Pedri le da un manotazo.

-Tranquilo, hombre.- dice Joan pasando su brazo por encima del hombro de nuestro amigo.- Toda tuya.
-Sigo aquí, par de subnormales.- digo y les adelanto para subir a la cubierta.

Decido meterme al agua solo por refrescarme y me voy a tomar el sol a ver si, con suerte, duermo algo de siesta y descanso. Lo cierto es que la noche anterior no había pegado ojo con los nervios de tener a estos deshechos sociales aquí.

-Me uno a tu siesta.- anuncia Pedri tumbándose a mi lado mientras yo me acomodo el bikini para que se me quede la menos marca posible.
-¿Boca arriba vas a dormir?- le pregunto y él asiente mirándome mientras con un ojo guiñado porque le molesta el sol. Qué cuqui.- Échate cremita que vas a llegar como una gamba a la Eurocopa y te van a poner de mascota en lugar de centrocampista.
-Ja, ja. Graciosisima eres eh.- me contesta mirándome mal y volviendo a cerrar los ojos.- Me da pereza echarme la crema. Me da asco que se quede en las manos.
-¡Madre mía!- exclamo riéndome. Anda, ven que yo te la ponga. De verdad, esto no está pagado...

Se incorpora un poco y yo me subo prácticamente a horcajadas en sus piernas. Le dejo la crema por toda la cara prácticamente como si fuera un indio antes de extenderla y me río a causa de lo mono que está.

-¿De qué te ríes, niña?- me pregunta con su característica sonrisa.
-De ti.- le saco la lengua y me mira mal.- ¡Aliiiiii! Mira que cuquiiiiiiii.- grito a mi amiga que estaba subiendo del agua mientras le cojo la cara a Pedri entre mis manos.
-Me muero. Con todo.- dice mirando mi posición sentada encima de Pedri.
-Espérate que voy a hacerte una foto. Necesitas verte y entenderme.- el se da por vencido y consigo hacerle la foto.

Tras eso, le extiendo bien la crema y se vuelve a tumbar. Me quito de encima suya y me dispongo a tumbarme cuando me coge del brazo y hace que apoye, una vez más, mi cabeza en su pecho.

-A este paso se te va a quedar la marca de mi cabeza en el pecho.- digo cerrando los ojos.
-No pasa nada, no te muevas.- responde y sonrío.

Sobre las 5 suena mi móvil y justo me despierto. Es mi amigo Victor avisándome que ya están con mi padre y que en nada salen hacia el barco. Despierto a todo el mundo y los movilizo para que vayan preparando la zona de las bebidas. Dejo a Pedri para el último para despertarle despacio. Después de haber soportado una siesta conmigo apoyada en su pecho todo el tiempo, se lo merece.

-Chiquitito, despierta.- digo tocándole el pelo y abre un ojo, el cual vuelve a cerrar inmediatamente.- Venga, que vienen todos ya. Hazme caso, chiquitín.- sonríe y dejo un montón de besos en su mejilla.

Abre los brazos y me atrapa para darme un abrazo. Es increíble como huele, me quedaría ahí para siempre. Pero no puedo porque 1, perdería toda mi credibilidad frente a Ali y 2, porque ya veo a lo lejos la lancha de mi padre con mis amigos.

La tarde transcurre entre risas y copas. En el caso de Pedri solo agua y, en mi caso, pocas copas. Me hace mucha ilusión tener a todos reunidos en Mallorca y que se lleven tan bien como se están llevando unos con otros. Suelto mi copa y me dirijo a la barandilla de proa a mirar las vistas. Es lo que más me relaja del mundo. En el trayecto veo a Ali y Joan dándolo todo al ritmo de Safaera con María y Andrea, mientras que Riqui y Ansu mantienen una charla sobre fútbol con Cristian y Víctor y Pedri se encuentra sentado en el sofá hablando animadamente de algo con Sara. Sonrió y sigo mi camino. Me pongo a pensar un poco en todo mirando al horizonte y mi cabeza, sin previo aviso y sin ningún tipo de permiso, acaba haciendo lo de estos últimos días: pensar en Pedri. Creo que Ali me ha sugestionado un poco. Interrumpe mis pensamientos alguien colocándose a mi lado y se perfectamente quien es solo por su olor.

-¿Celosa?- pregunta Ali y miro hacia dónde está Pedri aún hablando con Sara. Niego con la cabeza pero en esta ocasión no hago ni el intento de explicarle que no tendría por qué estarlo.- Tienes claro que solo tiene ojitos para ti, ¿no?
-No es eso. Seguramente le gustarán 200 mil tías, está en la edad.
-Qué pesada con la edad. A mi también me gustan 200 mil tíos y tengo tu edad.- dice Ali y suelto una carcajada.

Nos quedamos calladas mirando al horizonte pero la conozco muy bien y se que va a volver a atacar.

-Si de verdad lo tienes tan claro como dices, que no lo creo, solo no le hagas ver cosas que no hay.- me giro y la miro sin entender.- La cremita, las siestas, los abracitos... todo eso. Si no quieres más, no lo hagas.
-No lo sé, Ali.- confieso.

Solo eso basta para que se de por vencida. Suena otro temazo y me abraza y me arrastra con ella a bailar. Recojo mi copa de donde la había dejado y me uno al resto, que ya están todos de pie disfrutando de Te boté.
Veo que Pedri se acerca a mi y pasa su brazo por mis hombros y deja un beso en mi cabeza. Apoyo la cabeza en su hombro y doy un trago a mi copa.

-¿Bien?- me pregunta y asiento mirándole.- Estas extrañamente cariñosa.- se ríe y le pego flojito en el pecho.
-Vengo relajada de observar las mejores vistas del mundo.- le saco la lengua picándole.
-Porque todavía no conoces Canarias...- responde él y deshago el abrazo haciéndome la ofendida, a lo que él responde riéndose.

Cuando cae la noche, un compañero de mi padre vuelve a por mis amigos y nos trae una cena espectacular. Nos despedimos de los mallorquines hasta mañana y nos disponemos a cenar. Durante la cena decidimos que nos vamos a duchar y vamos a dormir todos juntos en comuna y fraternidad en la proa del barco.
Sobre las 12 de la noche nos tumbamos todos para dormir. Ali y yo estamos cada una a un lado de Riqui y le pasamos nuestras piernas por encima. Siempre que hemos dormido los 3 juntos ha sido así y las costumbres no se cambian.

-Pf, ¿Maluma a mi lado quién es?- dice Riqui de broma.

Pedri y Joan que están en las esquinas se incorporan a ver la escena y se ríen mientras que Ansu cambia de postura molesto ya que estaba prácticamente en el quinto sueño ya.
Llevamos solo una hora ahí, todos están aparentemente dormidos y yo sigo sin encontrar la postura adecuada para coger el sueño. De hecho es que tengo hasta frío. Me levanto intentando no despertar a nadie para irme al camarote, pero Pedri abre los ojos.

-Perdón.- me disculpo susurrando para no despertar a nadie más.
-¿Dónde vas?- pregunta incorporándose.
-A la cama. Tengo frío y no puedo dormir así.
-¡Que cara más dura! Lo has hecho para quedarte con la cama para ti sola.- bromea y me pongo la mano en la boca para no hacer ruido riéndome.
-¿Te vienes?- pregunto y antes de pensar en si me arrepiento ya se está levantando para acompañarme.

meu amor - pedri gonzález Where stories live. Discover now