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CAPÍTULO 22: HACIA EL SOL

Tras cuatro horas seguidas de clases, con breves pausas entre ellas, Louis había salido con Zayn frente a la entrada de la facultad. Allí, mientras esperaba a su alfa, decidió contarle a su amigo lo que había ocurrido entre él y Harry cuando su celo apareció de improviso.

—¿Y después de eso te llevó a casa y te ha estado preguntando cómo estás todo el tiempo? —Louis asintió con una de esas sonrisas que no podrían ocultar su estado. Zayn abrió la boca, no pudiéndolo creer. Pocos eran los alfas que sabían controlarse al sentir las feromonas de un omega en celo como Harry lo hizo—. No lo dejes ir, nunca.

Louis no lo haría. No necesitaba que nadie se lo dijera.

—No voy a hacerlo. Todavía no puedo creer que tenga a Harry como mi alfa —dijo, la imagen mental del alfa centelleando entre sus pensamientos—. Es todo mío.

En su distracción, no intuyó el aroma acercándose. Ni siquiera se percató de que la expresión de su amigo no se debía a su entusiasta conversación, sino al cuerpo detrás de él.

—Y tú eres todo mío —el alfa susurró en su oído, ganándose un gemido de sorpresa. Harry se deleitó. La voz de Louis era su melodía favorita.

—¿Cuánto has escuchado? —Louis cuestionó con la mano en su pecho.

—Lo necesario —declaró, rodeando la cintura del omega con sus dos brazos y besando su sien—. ¿Cómo estás?

—Bien, como el resto de veces que has preguntado —Louis ronroneó, apoyando su cabeza en el hombro del alfa.

—No por favor, tanto romanticismo por la mañana no —Zayn se quejó, haciendo muecas—. Esperad a que me vaya.

—No te pongas celoso. Tienes a Liam. —inconscientemente dijo. Por reflejo Louis se llevó la mano a la boca cuando se percató de sus palabras. Harry no conocía a Liam. No sabía que era uno de los profesores en la universidad y aunque lo supiera no podría descubrir que era de él de quién hablaba, pero eso no impidió el susto inicial.

Zayn abrió los ojos, procurando mantener los latidos de su corazón en calma y fingir tranquilidad.

—Yo tengo algo que hacer todavía, por ahí —dijo y señaló el edificio—. Así que, nos vemos mañana. Adiós Louis. Adiós Harry.

Louis y Harry se miraron entre sí con una ligera risa ante el comportamiento nervioso del omega.

—¿Quién es Liam? —Harry preguntó curioso un momento después.

Louis dudó, rápidamente pensando en una respuesta convincente.

—Es un chico que le gusta a Zayn. No lo conoces, así que da igual —se le ocurrió decir. No mentía, tampoco terminaba de decir la verdad. No importaba. Y el alfa no insistió más en ello. Louis más relajado añadió—: ¿A dónde vamos hoy?

—A donde tú quieras.

—Mmh, quiero... —Louis lo pensó, detenidamente. Pensó en un lugar ideal, donde la soledad fuera el rasgo principal y pudiera disfrutar de la compañía de su alfa de la mejor forma. No obstante, antes de conseguir llegar a una conclusión, sintió la vibración de su móvil en el bolsillo—. Cuando termine la llamada te lo diré. ¿Ocurre algo mamá?

La expresión en su rostro cambió en un momento.

—¿Ahora? Sí, está bien. No. Ahora voy. —Louis colgó con tal inconformidad que Harry se preocupó.

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