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CAPÍTULO 14: MOMENTOS

El frío se levantaba con fuerza esa mañana. Las primeras señales de invierno se hacían presentes en aquellos desagradables cambios de temperatura. Louis había estado temblando todo el camino hasta el autobús y ni siquiera su abrigo conseguía calentarle. El aire tampoco era de ayuda, despeinando lo que tanto tiempo había ajustado en su cabello, no de una manera desagradable sin embargo. Incluso así el omega se veía bien.

—Así que, resumiendo, viste a Liam. —Mientras su amigo le había estado explicando su perfecta (según él) cita, Louis había prestado atención a un detalle en específico.

—Y Max me invitó a desayunar, se preocupó por mis intereses e incluso se ofreció a llevarme a casa, como todo un caballero.

—Pero viste a Liam —insistió.

—Louis —amenazó. No quería alzar la voz en el transporte público, pero era un reto no hacerlo cuando trataba el mismo asunto con su amigo.

—Es que parece el destino, ¿no te das cuenta?

—No. —Suspiró por enésima vez y bajó en la parada de siempre, siendo seguido de cerca por Louis.

—Me molesta que lo niegues tanto, pero no importa, probablemente me estés dando la razón en unos meses. —Zayn no respondió.

Cuando vieron a Natalie en la entrada, donde normalmente esperaba por ellos, se dieron cuenta de que no estaba sola. Una chica que no conocían estaba con ella, hablando animadamente. Se acercaron a ellas, agradeciendo que Natalie no estuviera acompañada de su hermano.

—Chicos —Natalie los saludó entusiasmada, haciendo que la chica a su lado se girase a verlos. Parecía alfa y probablemente lo era. Su estatura, que debía rondar el metro setenta y pico, su complexión delgada, la elegancia en la que sus finas ondas castañas descendían sobre sus hombros y su controlado, aunque todavía distintivo, aroma, fueron la combinación exacta para averiguarlo.

—Hola —ambos devolvieron el saludo, situándose al lado de su amiga con algo de extrañeza en sus rostros.

La beta identificó sus expresiones por lo que se apresuró a presentar.

—Ella es Claire. Íbamos al mismo colegio de pequeñas, pero no nos hemos vuelto a ver desde entonces —los omegas asintieron y ella continuó—. Estos son Zayn y Louis.

—Encantada —la alfa dijo en una sonrisa sincera.

—Entonces, ¿os habéis encontrado aquí por casualidad después de tantos años? —Louis se atrevió a preguntar.

—Sí —la emoción se percibía en la voz de la beta—. Qué pequeño es el mundo ¿verdad?

—Pues sí que lo es... —Zayn comentó, observando la figura que se acercaba por el otro lado y a la que nadie prestaba atención, concentrados en su pequeña conversación.

Harry llamó la atención del grupo al hablar.

—Claire, ¿has visto a Shawn? —Cuando la chica se giró hacia la voz que la llamaba, el corazón de Louis se apresuró por bombear más sangre de la necesaria, Zayn casi podía escucharlo—. Oh, sois vosotros otra vez. Louis y... lo siento no recuerdo tu nombre.

—Zayn.

—Y yo soy Natalie. Parece que hoy es el día de las presentaciones. —Se rió.

—¿Os conocéis? —Claire le cuestionó, inclinando levemente la cabeza en señal de confusión.

—Vamos juntos a literatura inglesa —aclaró, saciando la curiosidad de la chica alfa.

—Comprendo.

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