Capítulo 53 - Nostalgia.

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todo lo relacionado con el manga de naruto y dragon ball no es propiedad mía, los créditos son para sus respectivos creadores.

goku y el mundo ninja - capítulo 53.

las maniáticas risas estremecían el lugar, era más que obvio que esa era la única manera de sobrellevar toda la situación, ira, tristeza, muerte, odio, venganza e incluso confusión se camuflaban bajo esa sonrisa, un niño, un niño que venció el poder del denominado dios y fundador del mundo shinobi, portador del mokuton que solo hashirama gozaba. alguien que se burlaba de todo incluido las obras que una deidad puede causar.

cuando el báculo destrozó completamente su frente comprendió que incluso podía llegar a mucho más, que era algo más grande de lo que cualquiera podría saber, alguien encerrado en una prisión, un niño que solo busca ser feliz o que quiere cumplir con un objetivo. si bien el otro era curioso por todo lo que le rodeaba, este era totalmente distinto, no le importaba nada de lo que a su alrededor aconteciera porque solo le importa su propio beneficio.

pero de pronto ese gesto se borró. El viento resonó débilmente en el devastado campo, la pequeña mano que sostenía el báculo comenzó a temblar y ese ojo rojizo quiso abrir su cuenca.

-¡no!.- vociferó con rabia cubriendo ese ojo. -no más, ¡no más!.- chilló con fuerza esa voz, intentando sacar a flote su inconformidad, porque en el fondo sabía que todo esto afectaría a la mujer de azul cabellera, no obstante aquel que ahora controla ese cuerpo estrelló su rostro con la roca más cercana, brutalmente tanto que un cráter se formó en la tierra. todo para asegurar que esa cuenca se cerrase nuevamente, dejando el ojo frio presente en el rostro, tanto naruto como pain pudieron verlo, un fugaz momento que dio una idea de lo que en su mente ocurría.

pero eso no fue todo, sangre se escurría por su boca, líquido que nadie habría podido hacer emerger de tan conocido ninja del báculo. Rojizo que con la luz del sol brillaba en su ropa, deslizándose por el mentón y goteando en el suelo. La tembladera de sus manos no parecía cesar, ni la risa aparecería nuevamente.

-¡siempre tengo que soportar tu mierda!.- al tomar de nueva cuenta su báculo y ponerse en pie habló, no dirigiéndose a nadie en concreto, solo hablando consigo mismo. -no puedo divertirme ni un momento sin estar complaciéndote...- masculló con rabia, limpiando su propia sangre con el extremo de su capa.

 levantó la vista y señaló a naruto, dónde aquellos ojos propios de el modo sabio del monte myoboku se habían adueñado completamente de su retina, una oportunidad, le habría brindado solo una oportunidad a costa de su propia cordura.

-parece que estás sufriendo, puedo sentirlo con mi senjutsu. Aunque sientes odio la tristeza es lo que perdura en ti.- con una voz rasgada se dirigió a él. La capa sucia de sangre se meció pesadamente con el ambiente, entonces una vez más recobró esa risa burlona.

-eso es lo que me mantiene vivo.- declaró y luego, en medio de lo que una vez fue konoha, en el campo de batalla y de una pequeña guerra el ojo gris del niño ignoró completamente al hijo del cuarto hokage y al portador del doujutsu. -mi báculo y mi fuerza han dejado de ayudarte.- en voz baja y guardando el objeto informó, posiblemente todo esto no le haya dañado físicamente, pero más carga se añadía a ese corazón que tiene un límite y siendo señalado por el doujutsu de pain comenzó a marcharse.

-qué ha pasado?.- interrogó konan ante el silencio de nagato, pero tampoco recibiría respuesta. 







-en realidad jiraiya sensei valía tanto?.- preguntó el pelinaranja. f
Frio e inexpresivo ante la decisión de gokú.

-son tus ideales contra los de jiraiya, no me pertenece dar esa respuesta, porque yo pienso de diferente forma.- exclamó, el ondear de su cabello acompañaba los lentos pasos que le sacarían del escenario. -yo no puedo heredar la voluntad de jiraiya-baka.- siguió hablando, entonces una cálida brisa acompañó el desvanecer de su figura, el niño del báculo habría desaparecido.




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