Goku y El Mundo Ninja

capítulo 12 - Son vs Uchiha.

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ella se quedó en silencio, agachó la cabeza apartando su vista de los ojos de jiraiya, la brisa nuevamente retomó su trayecto trayendo consigo la soledad que alberga en los corazones de todos aquellos que duermen.

jiraiya entendía la magnitud de sus palabras, tsunade no sería capaz de imaginarse en esa situación, pero tampoco podría imaginarse el destino que gokú pasaría si no se tomaba esa opción.

--olvídalo, solo lo dije sin pensar.-- habló el albino cuando sintió que el corazón de la mujer se rompería.

--no!.-- clamó repentinamente. --¡esa es la única opción!.-- siguió mientras sujetó su cabeza. --si el me toma como esposa, ellos le dejarán en paz.-- explicó tsunade con palabras quebradas que cada vez se volvieron más débiles, más apagadas.

--no digas eso!.--giraiya reprochó tomándole de sus hombros. --sé que no quieres hacerlo, perdóname por haber propuesto semejante disparate.-- se disculpó con preocupación, había olvidado que su antigua compañera ya había pasado por mucho como para soportar llegar a ese punto.

--ellos no se meterían con el legado de un sannin, ni mucho menos con alguien que es o fue hokage, quiero proteger a gokú, incluso si tengo que tomar ese destino.-- tsunade declaró en un susurró, palabras tan débiles que la fría corriente del aire parecían querer arrastrar evitando ser escuchadas por cualquiera.

--olvida eso, aún hay tiempo, se me ocurrirá algo, sé que hay otra salida.-- le dijo el albino, se arrepintió de haber dicho todo eso, su culpa le conducía a provocar más y más errores, tenía que encontrar algo para todo el asunto y así lo haría cueste lo que cueste.

aquella noche llamaron a su puerta, los golpes se sintieron pequeños y nerviosos, de inmediato supo quien era cuando sintió ese chackra tras la madera, una pequeña sonrisa nació en el rostro del saiyajin y corrió a abrir.

sus mejillas estaban pintadas de un color rosa, su cabello rubio recogido como siempre y su cara mostraba felicidad pura.

--hola gokú, es un gusto.-- ino saludó, en sus manos portaba un pequeño florero adornado con flores preciosas, las mejores de la florería que su familia manejaba.

la invitó a pasar, aunque se sintió avergonzada pues era la primera vez que entraba a la habitación de un chico, puso el regalo en el centro de la mesa junto a la cocina y se quedó a cenar, no le importaría que algún día volviera para quedarse ahí acompañando al son como su esposa, después de todo los deseos de un niño se alejan bastante a la realidad que aguarda en un futuro.

la corta visita llenó el corazón de ambos amigos, de alguna manera se necesitaban ver, porque siempre la pasaban juntos, ino le quería, pero saber que él quiere a alguien más le destrozaba, pasaba varias noches deseando que el saiyajin le mirase a ella y nadie más, que nunca hubiese conocido a hinata.

pero hoy más que nada abandonó esos pensamientos, estaba feliz de que su padre le dejase visitar a gokú, al parecer después de todo logró darse cuenta que gokú no era malo como la gente hablaba, porque él es amable y ella era quien más conocía ese lado que compartía con muy pocas personas.

pero todo lo bueno dura poco, tuvo que despedirse cuando notó que se hacía bastante tarde, la oscuridad se volvía pesada y varias luces de casas vecinas comenzaban a apagarse.