Capítulo 29 - Calidez.

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todo lo relacionado con el manga de naruto y dragon ball no es propiedad mía, ni tampoco los personajes utilizados en esta historia, los créditos son para sus respectivos creadores.

gokú y el mundo ninja - capítulo 29.

--a veces, olvido todo.-- habló calmadamente, no se atrevía a levantar la vista, sus manos seguían temblando mientras sujetaba a la chica de su ropa. --no siento nada, es como si estuviera vacío, como si ya no existiera.-- siguió, los ojos miel de la chica le seguían mirando, con inexpresión, aunque no decía que desistiría del momento, quería seguir escuchando más.

el sol llenó de calidez el concreto, calmando el frio que ofrecían sus ropas humedas, pero estaba claro que la sensación de la humedad no era lo que hacía temblar a gokú, lo que le arrastraba seguía presente, pero esta vez era distinto, mucho más fuerte que cualquier mal que solía afectarle.

--voy a desaparecer, y tengo miedo.-- musitó, mientras abrazó con más fuerza a la mujer, los sollozos habían cesado ya, el sonido rutinario de la lluvia también había terminado, pero la sensacion era la misma, parecía que aquel que hablaba no era gokú, al menos no el que había conocido. --te ves patético.-- por fin habló, no era como si fuese a mostrar una faceta diferente de ella, porque desde el principio se había mostrado y actuado como siempre lo había hecho.

--¿puedo pedirte un favor?.-- preguntómientras con delicadeza dejó de aferrarse a la chica, sin embargo no levantó la mirada para verle. --que demonios quieres ahora, estás delirando.-- reclamó la chica con burla, pero ese tono cambió cuando extenciones de raices se alsaron aún más alto que el edificio en el que estaban, de inmediato cubrió la luz solar y frias sombras acobijaron a la pareja, konan entendió que debía tomarse más encerio las palabras de gokú. --que estás haciendo, que planeas?!.-- preguntó mientras le tomó de sus hombros y le obligó a verle, donde notó que uno de esos orbes había perdido nuevamente su tono rojizo, era gris, esta era la tercera vez que había visto esa retina que solía presentarse en momentos extraños, como si se tratase de un jutsu ocular que activa su poder, pero ese no era el caso, solo indicaba que la poca humanidad de gokú desaparecía. --no te preocupes, ellas no te harán daño, solo me quieren a mi.-- explicó mientras sus ojos le evitaron, llenos de miedo de observar directamente a konan y no reconocerla, pero fue tomado de su mejilla y obligado a posar sus ojos en ella, confrontando la sensación que se mantenía presente. --dejate de tonterías, has perdido la memoria y te sientes confuso, no por ello vas a desaparecer.-- explicó, ahora podían verse directamente el uno al otro, dejando toda su atención solo en ellos. --no me importa si desapareces o no, no me interesa en lo más mínimo si mueres, pero acaso no tienes un objetivo por cumplir?, no quieres... casarte?.-- cuestionó con dificultad al hablarle de esa manera al chico, porque definitivamente esas cosas que se acercaban lentamente hacía ellos no tenían buenas intenciones, podía sentirlo, emanar algo siniestro de ellas, se burló en algún momento de gokú, pero podía notar como "eso" que se apoderaba de él no sería algo que se pudiese detener. --ya vienen, no puedo hacer nada...-- susurró mientras las miró, sedientas de arrebatarle todo otra vez, de desaparecer su humanidad y estaba seguro que no lo soportaría una vez más. --¡mírame, no las mires a ellas!.-- exclamó y le obligó de nueva cuenta a observarla. --como me llamo?.-- preguntó mientras con delicadeza puso su mano sobre ese lucero frio y plateado, le cubrió, solo dejando que gokú le mirase.

--konan...-- susurró, sintiendo la calidez de su piel sobre la suya, calmandose, controlando de nueva cuenta los estribos que manejan sus emociones. --que día es hoy?.-- cuestionó nuevamente, la vista de gokú miró a sus alrededores, las inconmensurables raicees se acercaban cada vez más, y cubrian el exterior, pero podía sentir con claridad el aroma que la lluvia deja cuando se marcha, y solo había un día en la semana que pain detiene la cortina que cubre a amegakure. --hoy es domingo.--contestó, regresando la vista de regreso a la kunoichi del jutsu origami, perdiendose en el rostro que le mira sin emocion alguna, la belleza de la aldea de la lluvia estaba solo ahí para él, no en alguna clase de enfrentamiento, ni explicandole de mala gana una de sus cuestiones, le calmaba y de algún modo, eso le hacía feliz.

Goku y El Mundo NinjaWhere stories live. Discover now