Capítulo 41

1.2K 95 6
                                    

Los rayos del sol me despiertan, tan solo son las seis de la mañana pero la vista es espectacular; los edificios abriéndose paso entre sombras, el sonido de los coches, la poca lluvia de la noche y algunos lugares que comienzan a abrir. Giro para evitar tanto resplandor y choco con un cuerpo, Harry está tendido en la cama pero ya despierto, me mira unos segundos para que me percate y sonríe.

- Buenos días, Panthera Onca, me gustaría poder verte en tus cotidianos entrenamientos en la mañana -Imita con voz gruesa.

- ¿A venido James? -Digo mientras me froto un ojo.

- ¿Tú que crees?

- Qué querrá ahora -Bufo tirando de la manta.

- ¿Quieres que me adelante para que llegues sola?

Levanto la cabeza un poco para mirarle fijamente, no es una pregunta triste sino más bien despreocupada, recitada y memorizada más de una vez, acostumbrado a que después de tener algún encuentro con él le rechace, lo eche de mi casa y volvamos a ignorarnos con indiferencia. Pero esta vez es diferente, tenía que serlo así que negué con la cabeza, no permitiría que volviera a dudar de mí, de nosotros y que se sintiera como un juguete. "Poder" había dicho antes de quedarse dormido, un poder que tengo yo sobre él e inconscientemente lo he usado en mi beneficio.

- No, iremos juntos.

Asiente ensanchando aún más la sonrisa, me deshago de las sábanas para ir a la cocina y prepararme un café, reviso mi móvil sin éxito de recibir algún mensaje de Liam ¿Dónde se ha metido? Lo dejo apartado en la mesa y me fijo en el moreno que está tan solo en ropa interior, sus abdominales relajados mostrando en detalle los tatuajes que adornan su cuerpo, el brazo en completa expansión, el otro apenas con manchas de tinta y las piernas, por Dios bendito ¿Dónde no se ha tatuado? Aparto la mirada rápidamente hacia la ventana como si las vistas de los tejados fueran más interesantes que el modelaje frente a mí pero se percata pronto y ríe suavemente, se coloca detrás de mí dejando besos en mi nuca y apartándome el café de las manos.

- Me alegra que estés disfrutando de las vistas -Ronronea.

- Creo que te confundes -Intento agarrar la taza pero con un rápido movimiento de manos en mi cintura consigue girarme y propulsarme para quedar sentada en la mesa, él entre mis piernas muy cerca de mi cara.

- He pasado mucho tiempo imaginando esa misma mirada devorándome, dedicándome atención y dándome todo aquello que no le das a nadie más -Con una mano atrapa mi cara por ambas mejillas y las aprieta un poco-. Y nunca me imaginé que eso me iba a condenar tantísimo.

La campana me salva o el timbre mejor dicho, deposita un costo beso para prepararse su propio café y dejarme ir hacia la puerta. James se encuentra en esta sonriendo de oreja a oreja con un croissant mordido entre sus manos, alza su teléfono en el aire y entra con rapidez sin esperar a que le salude.

- Tengo noticias y... -Se para frente a la cocina donde Harry sigue en ropa interior, sacude la cabeza y nos mira a ambos-. No os van a gustar.

- ¿Sobre Louis?

- No, todavía no se sabe nada del chico que has liberado pero hemos tenido a Scarlett en el ojo de mira.

- ¿Y? -Espeta el moreno-. Ya os he dicho que solo quería algunos documentos, el resto está destruido, no se que escondías ahí pero no debes preocuparte más.

- Nunca te dijo qué información tomó prestada ¿Verdad? -Dice sarcásticamente James mientras tecleaba algo en la pantalla de su móvil y lo dejaba sobre la mesa para que lo miráramos-. Entre todas las cosas que protegía, el psiquiátrico West Pine era una de las tantas monstruosidades que debían mantenerse bajo tierra.

MedicineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora