La ley del hielo

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𝙼𝚊𝚛𝚢

Había estado todo el fin de semana pensando en Tarron y en nuestro pequeño beso, simplemente no podía sacármelo de la cabeza, encendí mi telefono y abrí la galería para ver las fotos que había tomado en la casa de Clara, tenía más fotos de Krel de las que debería.

¿Por qué le había tomado tantas fotos a Tarron? ¿Y por qué se veía tan lindo en cada foto? Peor aún ¿Por qué de repente él me parecía tan lindo?

En la escuela, Krel había estado ignorandome desde lo sucedido, y eso me estaba molestando, no era normal que las personas me ignoraran, era obvio que estaba esforzándose en evitarme, pero él se estaba olvidando de una cosita, yo era muy buena llamando la atención.

Ya era nuestra ultima clase del lunes, todos estábamos en el gimnasio para el examen del entrenador Lawrence, que consistía en tres partes: La primera era la carrera de resistencia, la segunda era la pista de obstáculos que culminaba en la tercer prueba, trepar la soga y tocar la campana.

— ¿Correr? ¿De verdad? ¿Quien en su sano juicio quiere correr en lunes?— Las quejas de Krel durante la clase de gimnasia ya eran normales.

— Si quieres pasar mi clases tendrás que correr ¡Preparense, vamos a comenzar! Su calificación dependerá del tiempo que tarden en completar las pruebas.— El entrenador prácticamente había ignorado a Krel, siempre lo hacía.

Todos nos alineamos en dónde comenzaría la carrera y esperamos el sonido del silbato, pero el sonido no llegó.

— ¡Wang, recoge tu cabello, evitemos accidentes!—

— Pero entrenador... no tengo con que sujetarlo.— Yo jamás amarraba mi cabello, de verdad, nunca lo hacía.

— ¡No hagas que lo repita o irás a detención!—

— ¡Aish! Chicas ¿Alguna tiene una liga para prestarme?— Sabía que Darci y Clara no tendrían, los rulos de Darci eran indomables, y Clara tenía el cabello muy corto como para usar una coleta.

— Yo estoy usando la mía, pero Krel tiene una, podría prestártela.— Aja sonrió, tan amable como siempre.

— ¿Por qué Krel tiene una liga?— Hice una mueca de confusión, eso era inesperado.

— La uso para atar mi cabello cuando me molesta mientras trabajo.— Krel se paró detrás de mí con la liga entre sus dedos— ¿Puedo?—

Lo miré por encima de mi hombro y asentí como respuesta. Se suponía que yo debía llamar su atención, pero él se acercó y otra vez me había quedado muda sin saber que decir o hacer.
Me estremecí al sentir sus dedos rozar la piel de mi cuello, él acomodó mi cabello en una de sus manos y lo ató con la otra. Me giré y le sostuve la mirada por un momento, de mis labios brotó un "gracias" apenas perceptible, fue menos que un susurro y no estaba segura si Krel me había oído.

— Por nada, devuelvemela cuando termine la clase, es la única liga que tengo.— Dio media vuelta y se alejó, él seguía evitándome.

Okey ¿Que acababa de pasar?
El sonido del silbato hizo que me sobresaltara, la carrera había comenzado.

Aja tenía la delantera, Steve le pisaba los talones, ambos estaban compitiendo por el primer puesto de una manera muy tierna ya que en ningún momento habían dejado de coquetearse. Luego estaban Logan y Seamus que iban a un ritmo completamente sincronizado, ventajas de estar en el equipo de fútbol de la escuela. Yo iba detrás de ellos, diez años de clases de ballet y de gimnasia artística hacían que tuviera una buena resistencia física. Detrás de mí venían Jim y Clara, él fácilmente podría alcanzar a Aja, pero se lo veía muy tranquilo charlando con Clara mientras corrían. Darci estaba detrás de ellos, ella tenía piernas largas pero poca resistencia y eso era una desventaja en este tipo de pruebas. Ya luego venían TB, Eli y Krel, estaban dándose animos entre los tres para terminar la carrera.

Mary WangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora