Lo que pasó

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ɴᴀʀʀᴀᴅᴏʀ

Era el día de la coronación, se suponía que nada debía salir mal, Krel se había preparado durante meses para la ceremonia. Fialkov, rey de Cantalupia, padre de Aja y Krel, había estado sobre su hijo menor presionándolo y exigiéndole más de lo normal.

Krel estaba terminando de ajustar unas pequeñas piezas de una trampa que se activaba al ser arrojada al suelo cuando una de sus pantalla se iluminó mostrando una videollamada de su hermana mayor.

Él contestó la llamada sin apartar su vista de la esfera en sus manos — Vienes tarde.—

— Perdón, Luug estaba...— Aja intentó excusarse, pero Krel la interrumpió.

— Nada de que Luug, si no llegas aquí en cinco minutos mamá y papá se enojaran contigo.— El chico le dio una rápida mirada a Aja, su imagen se veía un poco distorsionada ya que ella estaba corriendo.

Aja río por el comentario de Krel — Sabemos bien que yo no voy a estar ahí, y los dos sabemos que no quiero ser reina en espera.—

— ¡Agh! ¿otra vez estás huyendo? Oye ¿y ahora por que huyes?— Krel frunció el entrecejo algo molesto.

— ¡Porque Luug decidió escapar de mí!— La rubia respondió levantando la voz sin dejar de correr tras su perro.

— Te vas a perder la ceremonia.—

— ¡Enviale saludos a nuestros padres!— Aja cortó la llamada. Krel solo negó con la cabeza.

— Krel, hijo mío, tengo malas noticias.— El rey Fialkov se acercó al chico.

— ¿Aja volvió a escapar y no va a estar en la ceremonia? ah Acabo de hablar con ella.—

— Lo siento hijo mío.— Fialkov apoyó su mano en el hombro de Krel.

— Está bien, es un espíritu libre.— Krel intentó restarle importancia a la situación.

— Un día, vas a ser rey, y tu madre y yo no estaremos, y tu y Aja serán lo único que tengan.—

— ¿Y si no estoy preparado para ser rey?— Krel tenía muchas dudas e inseguridades respecto a ser rey, no quería decepcionar a sus padres.

— Es normal que no te sientas preparado, nadie está preparado...—

— Me refiero a que... ¿Y si no soy lo bastante bueno?— El chico levantó la vista, mirando por primera vez a su padre desde que había entrado al cuarto.

— Si algo sé, hijo mío, es que la vida es una serie de decisiones, nuestras decisiones en los breves instantes hacen que nuestra vida mejore o empeore, en tus decisiones no estarás solo porque siempre tendrás a tu familia, incluyendo a tu hermana, aún que niegue ser un miembro de la realeza.—

Krel sonrió, terminando de ajustar su trampa automática. El rey muy pocas veces le dedicaba palabras bonitas a sus hijos, la mayoría del tiempo siempre estaba presionándolos para que fueran los mejores en todo.

En ese momento Zadra entró e hizo una reverencia antes de hablar.

— Mi señor, debemos empezar la ceremonia.—

— Estamos listos teniente Zadra.— Fialkov le dio un corto abrazo a Krel y se alejó.

— No hables por mí.—

— Date prisa Krel, rey en espera.—

Muchas personas habían ido a la ceremonia, y las que no habían podido ir lo verían en una transmisión en vivo en las pantallas de la ciudad.
Cuando Krel entró todos lo aclamaron con gritos, aplausos y reverencias, él solo sonreía y saludaba. El príncipe se sentía nervioso a pesar de haber pasado un mes completo ensayando la ceremonia y el ritual que se hacia durante esta.

Mary WangWhere stories live. Discover now