Los minutos pasaban, pero no se había encontrado con el Capitán Ōbi, y Shinra ya se estaba comenzando a desesperar.

   —«Ya casi es hora».—Escuchó esa voz otra vez, lo que lo sorprendió. No se esperaba que apareciera otra vez esa mujer.—«Quinto... Lar es... Por nacer... Lucha...».—Escuchó esta vez de forma entrecortada, como si estuvieran perdiendo conexión, y esa sensación... Tuvo la impresión de que esta vez estaba al lado suyo, además del cosquilleo en las piernas, ¿Cuándo lo van a dejar en paz?.
   —¡¿Eh?! ¡Otra vez tú!.—Exclamó sintiendo lo anteriormente mencionado, lo cual lo hizo pararse de golpe de su asiento, tomando por sorpresa a los demás.
   —¿Y a vo' qué te pasa?.—Escuchó decir a la peliceleste algo asustada por la reacción de su "compañero" de Brigada. Se estaba a punto de quedar dormida, y por eso se quejó del grito.
   —¿Qué fue esta vez?.—Dijo el Teniente, como si ya supiera el porqué de la reacción de Shinra, y era que ya suponía que había sentido algo extraño en sus piernas otra vez. Shinra no tuvo tiempo de responder, o mejor dicho, no se lo tomó, sino que partió corriendo a arreglarse para la ocasión, lo que quería decir que, cualquier cosa que le hayan dicho, no era algo bueno, y por eso los demás le siguieron el paso.

   —¿'Colegiala ladrona de incendios'?.—Dijo Shinra luego de escuchar lo que le había comunicado el Capitán. Resulta que este había llegado hace bastante tiempo, pero como todos estaban en la oficina de trabajo y él no se había dirigido hacia allí, nadie se había dado cuenta.
   Con respecto a lo que estaban hablando, Shinra le había informado lo que había sentido al Capitán, por lo menos la parte del Quinto Pilar, que parecía ser lo más importante ahora, y parece ser que ya había alguien de la cual el Capitán estaba sospechando.

   Resulta ser que había una chica, la cual casualmente siempre estaba presente en los lugares en los que minutos después iba a iniciar un incendio, y se le llamaba así porque salvaba a las personas a cambio de que estas le dieran algo que fuera de valor.

   Era como si supiera que en aquel lugar iba a pasar algo, como si tuviera una habilidad, pero nadie estaba completamente seguro de ello.
   —Acabo de recibir un reporte de alguien que fue rescatado por aquella colegiala misteriosa. Esta chica se encuentra en la escena a la que nos dirigimos. Dada a su inusual habilidad, existe la posibilidad de que ella sea el Quinto Pilar.—Comentó el Capitán Ōbi.
   —¿Ella rescata a las personas y a cambio toma sus cosas valiosas? No sé si lo que hace es bueno o malo.—Comentó Shinra analizando un poco la información que le habían dado de aquella chica.
   Recordaba las palabras que habían salido de la boca de aquella chica, pero quería creer que eran ellos los que iban a conseguir tener a aquel Pilar de su lado.

   En estos momentos, algo había cambiado en Shinra. No eran sus propósitos, no era lo que sentía cada vez que salvaba a alguien, era su seguridad. Últimamente no era tan frecuente ver a un Shinra nervioso por hacer su deber, y eso era porque los acontecimientos y descubrimientos pasados habían hecho que se decidiera más a cumplir su objetivo, tanto como de recuperar a Shō y a su madre como de descubrir el misterio de la Combustión Humana espontánea, de las cuales estaba cada vez más cerca de ambos.

   Sí, estaba muy decidido, seguro y todo, pero tenía en cuenta algo, que si aquella chica rubia estaba diciendo la verdad, no tenía que dejar que el Evangelista se lograra llevar a aquella chica a su lado, tanto como por el bien de Shō como por el de su madre. No debía dejar que se la llevara como lo había hecho con su hermano, así que la aseguraría sin importar qué.

   Desde lo lejos, el Teniente lograba ver la ciudad a la que se dirigían, y lo que estaba ocurriendo en esta. Era un incendio tremendamente grande, casi todas las casas de una ciudad entera estaban siendo afectadas, lo que probablemente, si no actuaban rápido, iba a dejar muchas víctimas, y eso era algo que nadie de ellos quería, tenían que por lo menos dejar el menor número de víctimas posible.
   —Llegaremos a la escena en poco tiempo.—Les avisó el Teniente mientras volteaba la mirada hacia ellos
   —Todos, revisen su equipo, Maki-san, usemos tu Owl Eye.—Dijo Vulcan concentrado conduciendo hacia el lugar.
   —Entendido.—Le respondió Maki e hizo que su Owl Eye saliera volando por la puertilla de arriba del Matchbox.—Owl Eye en línea.—Avisó luego de ponerse unas gafas para vigilar hacia dónde se dirigían y guiarlos en la dirección correcta.
   —Instalé una cámara de telefoto en su Tekkyo.—Dijo Vulcan, y justamente se comenzó a ver por dónde iban en un pequeño televisor en el Matchbox, lo que al principio sorprendió a los demás.—¿Pueden ver el lugar?.—Preguntó para ver si funcionaba.
   —¡Oh, es perfecto!.—Exclamó Shinra bastante sorprendido por lo que había hecho su compañero.
   —Múltiples brotes de incendios en esta escala... Esos insectos pueden ser la causa.—Dijo Ōbi mirando bien lo que se veía en la cámara, y refiriéndose a esos insectos que les habían dicho que convertían a las personas en Infernales.
   —Además, debemos lidiar con la gente del Evangelista. No tenemos suficiente personal.—Comentó Viktor con respecto al otro comentario que había hecho el Capitán.
   Una vez ellos llegaron, Vulcan paró el Matchbox y se bajaron para esperar la orden del Capitán.
   —¡Poner a descansar Infernales y salvar vidas es nuestra máxima prioridad!.—Recordó Ōbi para que nadie perdiera de vista el objetivo de lo que hacían, y también para mantenerlos animados.—Maki, observa el área y danos reportes detallados.—Le ordenó mirando a la nombrada, la cual seguía con los lentes que le había diseñado Vulcan.
   —Cuento al menos ocho Infernales en la escena.—Informó el anteriormente nombrado mientras bajaba del Matchbox con unos lentes iguales a los de Maki.
   —¡Uno de ellos se acerca desde las 3 en punto!.—Dijo Maki viendo todo a través de sus lentes.
   —Sí.—Le respondió el Capitán asintiendo y se acercó a los demás.—Tengo misiones diferentes para cada uno. Shinra, tú busca a la colegiala y ve tras los Vestidos de Blanco.—Le ordenó al nombrado mientras este se acomodaba los guantes.
   No iba a ser para nada algo fácil, de eso ya se habían dado cuenta, debido a que también iban a estar los Vestidos de Blanco, pero tampoco se esperaban que fueran a aparecer tantos incendios e Infernales en el mismo lugar.

   Tal vez fueron los Vestidos de Blanco, es muy probable, pero también puede que haya sido cualquier otra cosa. Eso es lo que ellos pensaban, ya que no podían creer que un pequeño grupo de personas, pero se dieron cuenta de que esa era la opción más probable, así que lo descartaron casi por completo.

   Una vez que todos terminaron de organizarse, se pusieron manos a la obra, haciendo caso a lo que había dicho el Capitán.

   Shinra encendió sus llamas y se elevó lo más alto que se podía para ver dónde es que estaba la colegiala.



   —Antena animada. Los pensamientos están explotando. ¡Aquí vienen todos los pensamientos de la ciudad fluyendo!.—Exclamó Haumea en el techo de uno de los edificios, la cual tenía una especie de "antena", en la cual la chica se estaba apoyando para sostenerse mientras se balanceaba de aquí para allá de manera divertida.—"Te encontré", "esta es demasiada agua", " ¡Libera más agua y bam!".—Repetía los pensamientos que escuchaba.
   —¡Te encontré!.—Dijo la chica extendiendo su sonrisa al escuchar el pensamiento que esperaba escuchar.—¡Aquí vamos! ¡Guerilla Radio! ¡Radio Head!.—Dijo apuntando hacia lo que parecía ser un punto en blanco.
   —¡Señales entrantes, Charon! ¡Ya es hora!.—Le avisó a su compañero.











Caballero de Fuego (Arthur x Shinra)Where stories live. Discover now