capítulo 60

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La cena de navidad había provocado un caos en la familia, Lilyth estaba a punto de enloquecer y eso causaba que todos perdieran la cabeza ya que molestaba a todos exigiendo ayuda, ahora comprendía mejor porque no le permitieron organizar sola su propia boda, pero por suerte para mí Archer era mi escape de toda esa locura, ya que siempre me escudaba con él diciendo que debía cuidarlo y ahora que finalmente estaba de vacaciones todo encajaba a la perfección.

Ya era veinticuatro de diciembre y mientras esperaba a Cristiana en el aeropuerto me dedicaba a revisar mi teléfono, Dick y Lou no podrían asistir a la cena ya que mi amigo debía presentarse a su trabajo el día siguiente, eso me colocó un poco triste ya que esperaba verlos, desde que nació Héctor no había tenido oportunidad de compartir con ellos nuevamente, aunque estaban planeando bautizarlo el próximo mes aun sentía que faltaba mucho tiempo para volver a verlos.

Héctor Mills era la viva imagen de Dick por lo que pude ver en las fotos y los vídeos que ellos me enviaban, aunque al parecer era mucho mas calmado que mi Archer ya que según las propias palabras de Lou él solo dormía y comía, ojala con mi pequeño fuera tan simple de atender.

Mi bebé exigía una atención que sus padres a duras penas si podíamos brindarle, incluso hubo momentos en que Chris se lo tuvo que llevar a su oficina ya que se negaba rotundamente a quedarse con Silvia, no dejaba de llorar, al parecer Archer tendría la mala costumbre de aburrirse rápido de las personas.

Lo peor era en la noche, lograr que él durmiera en otra parte que no fuera en nuestra cama era prácticamente una misión imposible, pero de alguna manera Chris y yo lográbamos arreglárnosla para compartir momentos íntimos juntos, sobre todo en la ducha.

Cristo: ¡Ya estoy saliendo del avión!

Yo: ¡por fin!

Me levanté de mi asiento y acomodé a Archer sobre mi pecho, el aeropuerto estaba atestado de personas, razón por la cual no pude bajar su carriola del auto, pero Chris tampoco pudo quedarse con él ya que tenía que resolver unos asuntos urgentes con Louis, al parecer ambos estaban interesados en comprar un nuevo hotel o algo así.

Cristiana se acercaba a mi corriendo a toda prisa, aún tenía ropa en casa así que solo traía un bolso sobre sus hombros.

—¡Fue un muy horrible vuelo! —empezó a hablar ella mientras nos dirigíamos al parqueadero—. No vuelvo a viajar nevando, pensé que en cualquier momento íbamos a estrellarnos o algo así.

—¡Que exagerada!

—Si claro, como tú no has vivido algo así ¿Y cómo está mi hermoso sobrino? ¿Ya se está portando mejor?

—Dentro de lo que cabe —le respondí antes de entregárselo—. Ya no quiere estar con Silvia, me está comenzando a preocupar, no quiero contratar una niñera particular.

—¿Por qué no?

—Por la posición económica y  social de Chris, según él tardaríamos como una semana nada más realizando filtros y ninguno de los dos tiene tiempo para algo así.

—Bien, entonces oremos para que este muñeco decida portarse bien —dijo ella tratando de acomodarlo, se estaba empezando a fastidiar—. ¿Y Terry?

—Tratando de soportar a Lilyth.

—¡¿No me digas que le dieron esa difícil labor?!

—Es el único que ha podido hasta el momento, todos la han mandado a freír espárragos, incluyendo a su madre.

—No entiendo ¿Por qué se altera tanto?

—Es muy perfeccionista, casi compulsiva.

—Con tal de que no me arrastre a mí en su locura todo estará bien.

sumidos por el placerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora