capitulo 42

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MARATÓN 1/4

Archer descansaba tranquilamente sobre una de las camas, la suave música de la caja musical que le regaló Parxon lo hacía dormir profundamente toda la noche, pero Chris y yo por nuestra parte no lográbamos dormir, y no necesariamente por algo malo.

Debajo de las sábanas las manos de Chris acariciaban mi cuerpo mientras yo devoraba su boca y luchaba con el instinto de desvestirlo y montarlo, mis hormonas por alguna razon aún estaban como locas y Chris tampoco ayudaba mucho, él sabía a la perfección como encenderme y yo tampoco estaba muy dispuesta a protestar.

—Debemos conseguir una niñera, definitivamente —gemí cuando sus labios buscaron mi cuello.

—Apenas lleguemos a casa nos encargaremos de eso, ahora abre las piernas —me pidió acomodándose encima de mí.

—¿Acaso qué tienes pensado? —murmuré antes de morderme el labio.

El miembro de Chris se empujó con delicadeza hacia adelante penetrándome y llenándome por completo, volvimos a unir nuestros labios y yo enrollé mis piernas alrededor de sus caderas para pegar más su cuerpo al mío y que su pene entrara por completo.

—¿Qué tengo pensado? Que te voy a torturar, el próximo fin de semana te haré muchas cosas que sé que tu cuerpo extraña tanto como el mío.

Solté un jadeo antes de arrojar mi cabeza hacia atrás y aferrar mis uñas a su espalda, lo extrañaba tanto, extrañaba tener sexo con Chris, extrañaba sentir su piel sudada pegada a la mía y sus caderas acomodadas entre mis piernas moviéndose hacia adelante y hacia atrás, sus labios dándome fervorosos besos y sus manos limitando los movimientos de las mías.

Mi cuerpo estaba cediendo ante el placer y el deseo de explotar, mis pies se recogieron y me vi obligada a cubrir mi boca con mi mano para acallar el alarido que estuvo a punto de escapárseme, de un momento a otro Chris salió de mi interior, me miró a los ojos y nos levantó, me acomodo sobre su cuerpo e impulsó mis caderas hacia abajo para que lo montara.

—Verte encima de mí es lo que mas extrañaba —me susurró antes de caer de espaldas.

Y si, la verdad era que yo también extrañaba tener el control, algo me decía que debía aprovecharlo ya que, en mi interior podía suponer que el otro fin de semana estaría literalmente a su merced, ese pensamiento me hizo estremecer, empecé a balancear mis caderas e incliné mi cuerpo hacia adelante para apoyar mis manos sobre su pecho.

Este hombre era un sueño hecho realidad, su cabello caía sobre su frente por el sudor y el esfuerzo, a duras penas podía ver sus ojos por la luz de la lampara pero podía notar que estaban brillando, su boca entreabierta, su lengua que a veces se salía para humedecer sus labios, era un adonis en vida, de repente sus dedos se enredaron en mis cabellos, tiró de los mechones con algo de fuerza provocando que mi espalda se arqueara y mi boca se abriera.

—No siempre tendrás el control, Faith, no te malacostumbres —me advirtió con una sonrisa antes de mordisquear mi cuello.

Yo solo asentí con la cabeza antes de continuar con mis movimientos, empuñé mis manos y tensé mi cuerpo a medida que el orgasmo se liberaba de mi interior, caí con cuidado sobre el pecho de Chris y me acomodé para recuperar el aliento.

—Solo te pediré una cosa... —jadeé.

—¿Qué cosa?

—No me des tan duro.

Chris soltó una suave risa provocando que su pecho brincara.

—Te dije que no tendría compasión, no te aproveches de mi debilidad momentánea para pedirme eso.

sumidos por el placerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora