sumidos por el placer

capitulo 16

CHRIS...

Mi padre y yo estábamos frente a frente, Dan estaba a nuestro lado al igual que mi madre y Lilyth, quienes nos observaban completamente confundidas, habíamos citado a la familia a una reunión extraordinaria.

—Bien ¿A qué debemos esta reunión? —preguntó Lilyth completamente confundida.

—¿Cómo es eso de que te vas a divorciar? —le preguntó mi padre.

Lilyth rápidamente desvió la mirada.

—Es complicado...

—Lilyth ¿En serio te vas a divorciar? —mi madre habló con sorpresa.

—Mamá yo... las cosas con Arturo no van bien y sinceramente ya no soy feliz.

—¿Cómo es eso de que ya no eres feliz? Pero si te casaste con tanta ilusión.

—Yo no sabía que la vida de casada era tan... limitante.

—¿Y qué esperabas? ¿Qué después de su matrimonio él te siguiera permitiendo que viajaras y gastaras a tu antojo? —le preguntó Dan.

—¡Cállate Dan tú no sabes lo que dices!

—Él tiene razón Lilyth, un matrimonio es más que eso —la regañó papá.

—Pero pensé que con Arturo un matrimonio sería más divertido, él quiere que este viajando con él todo el tiempo para quedarme encerrada en hoteles mientras él sale a cenar... no me siento cómoda con eso.

—Hija mía —mi padre se colocó de pie y se sentó a su lado—. Los matrimonios son complicados, al principio difíciles y sentirás que no encajan, es perfectamente normal cuando te estas adaptando a convivir con una persona, pero ya verás que si le das una oportunidad serás muy feliz.

—¿Acaso no lo amas? —le preguntó mamá.

—Claro que lo amo, es solo que no compaginamos.

—Es cuestión de adaptación, si ya ves que definitivamente no te sientes cómoda con estar casada entonces te divorcias, pero dale una oportunidad, estoy segura de que si hablas con Arturo podrás solucionar muchas cosas.

Lilyth torció la boca antes asentir con la cabeza.

—Está bien, hablaré con él, pero si definitivamente no tenemos solución terminaré todo.

—Piénsalo bien —le pidió papá.

—¡Y Chris! ¿Cómo esta Faith? —preguntó Lilyth mirándome.

—¡Oye! ¡Vas a hacer que se coloque melancólico! ¿Cuánto ha pasado desde que se fue? ¿Dos semanas? —se burló Dan.

—¿Apenas han pasado dos semanas? —Pregunte en forma de un susurro—. Ella está bien, ya en unos días tiene la cita para ver si es niño o niña.

—¡¿En serio?! ¡Y no me ha dicho nada! —exclamó lilyth ofendida.

—Y no te lo dirá, ni a nadie, se va a llevar ese secreto hasta la fiesta del bebé.

—¡¿Qué?! ¡Eso no es justo! —protestó mi hermana.

—Yo le dije lo mismo —encogí los hombros.

—¿Y cuándo será la fiesta del bebé?

—Después del juicio...

Todos inmediatamente guardaron silencio, ese no era un tema del que deseaba hablar y mucho menos con ellos.

—¿Y... como va eso? —preguntó mi madre con timidez.

—Según el abogado hay altas probabilidades de que ganemos el juicio, pero hasta que esa mínima posibilidad de que pierda exista no podré estar tranquilo.