capítulo 58

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Los sábados se habían convertido en mi día ideal, pasaba tiempo a solas con Archer y de paso me dedicaba a lo que mas me encantaba, pintar, había designado un rincón del estudio exclusivamente para el, el suelo tenía un tapete con tela tipo peluche, habían pelotas y sonajeros y el espacio estaba cerrado por un enrejado de madera color blanco, todo perfectamente acomodado al lado de la ventana en donde yo colocaba los lienzos y me dedicaba a pintar para poder vigilarlo.

Archer estaba a una semana de cumplir cinco meses pero por ser prematuro le era difícil sentarse solo, prácticamente imposible, aunque si se arrastraba por todos lados y hacia un bello esfuerzo por hablarme, era muy tierno ver como se esforzaba.

Mientras pasaba el pincel mojado de pintura azul trataba de mantener mi vista en el cielo azul de la mañana para obtener mi inspiración, los ojos de mi bebé era mi nuevo proyecto, quería algo especial para la sala y cambiar la pintura de mi rostro pero según Chris debía reemplazarlo con algo nuevo hecho por mí, mi pintura me estaba empezando a parecer tétrica y a veces, sobre todo cuando era de noche y tenía que apagar las luces para ir a dormir, me asustaba.

Hice la forma de los ojos de Archer a mano con un lápiz y después utilicé toda mi inspiración para el color de sus ojos, con diferentes tonos de azul y blanco para que pareciera como si sus ojos fueran del color del cielo, cuando terminé de pintar dejé la pintura a un lado para secarse, me lavé las manos y me acerqué a mi bebé.

—Papá ya vendrá en una semana mi amor —le dije levantándolo del suelo—. ¿Estás emocionado por ver a papá?

Finalmente mi prometido volvería, eso me tenía muy emocionada, necesitaba verlo, anhelaba verlo, al menos cuando estaba embarazada había una razón de por medio para la distancia, pero ahora me sentía desesperada, dormir sola era aburrido pero tocarse sola era el doble de aburrido.

Mientras bajaba por el ascensor con Archer en su carriola estaba haciendo una lista mental, según Lilyth debíamos hacer una fiesta o algo así para recibirlos, no quise discutir pero ciertamente prefería tener a Chris solo para mí como por una semana, aunque si había un anuncio importante que hacer y para eso era la fiesta.

Prácticamente nadie sabía que los planes de boda se habían reanudado, si bien todos me veían con el anillo de compromiso puesto aún no habíamos confirmado nada, al menos yo no lo quería hacer hasta que Chris llegara, ya que no quería lidiar sola con la emoción de todos, en eso si que necesitaba su ayuda.

Mientras Terry me ayudaba a guardar la carriola en el Jeep yo me acomodaba con Archer en el asiento trasero, lo acomodé en su silla y le coloqué el doble seguro, mi pequeño travieso había aprendido a quitarlo y aún no descubría como.

Mi teléfono comenzó a sonar en mi bolso, era Chris.

—Si mis tiempos conociéndote no fallan, debo suponer que ya saliste del estudio.

—Eso o estuviste chismoseando las cámaras de seguridad.

—¿Yo? ¿Cuándo he hecho eso?

—Por favor no me hagas hablar —lo empecé a molestar.

—Sigo creyendo que en la sala hay suficiente espacio para las dos pinturas —empezó a protestar.

—Ya lo hablamos y no me vas a hacer cambiar de opinión, esa pintura se va para nuestra habitación.

—Pero me gusta ver tu rostro cuando llego a casa, aún si no estás.

Apreté los labios, casi me convenció.

—Ya dije que no y deja de decir cosas bonitas solo para hacerme cambiar de opinión, te lo advierto.

—Está bien —lo escuché soltar un suspiro—. De verdad ya quiero verlos, mamá también está ansiosa por ver a Archer, quiere saber lo grande que está.

sumidos por el placerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora