La relación era fácil de entender. Ambos queríamos sexo, y eso era lo que nos ofrecíamos. Simplemente sexo. Aunque, ese tipo de relaciones siempre termina dejando mal a uno de los dos. En este caso, a mi.

Jyuto era fantástico en el sexo oral, y esa, era una de las cosas que más disfrutaba cuando estaba con él.

Comenzaba jugando un poco con sus dedos, para seguidamente, comenzar a lamer en todos los pliegues existentes. Su lengua se abría paso en mi entrada, y junto a sus dedos la sensación era exquisita.

Me había corrido, y ese era el momento preciso para que comenzara a penetrarme. Estaba lo suficientemente lubricada como para que fuera fácil acceder para él.

Me torturaba sólo haciendo entrar la punta. Amaba que lo hiciera, pero esta vez lo quería dentro YA.

Me levanté un poco, tomándolo del cuello y jalanfolo hacia mi. Lo hice girar, quedando sobre de él.

—Así que estas impaciente... ya veo.— dijo y acomodó sus manos detrás de su cabeza. —Veamos que puedes hacer.— le dediqué una sonrisa de satisfacción y con ayuda de mi mano busque a su amigo para poder dirigirlo a mi entrada.

Lentamente bajé sobre él, conplaciendome de las expresiones que me estaba regalando.

Comencé a moverme en círculos, robándole uno que otro gemido. Y cuando ya no pudo más con ese lento ritmo, llevó sus manos a mi cadera, haciéndolo entrar más profundo en mi.

Los gemidos eran demasiados. Y el disfrute era perceptible.

Me encantaba estar así con él, pero sólo había un problema...

Sólo era sexo al principio.

Pero es que, él es tan... diablos, es todo lo que una mujer quiere en un hombre.

Me había enamorado, y ese era mi gran problema.

Su fuerza era siempre la culminante de todo, por lo que no tardé en llegar a mi segundo orgasmo.

Permanecí sobre el, tratando de regular mi respiración. Fue entonces que habló.

—Eres fenomenal.

—Eso le has de decir a todas— dije levantandome para que saliera de mi.

—¿Todas? ¿Crees que soy un alma lujuriosa que tiene a una mujer diferente cada día de la semana?

—Eso es algo que sólo tú sabes.

—¿En serio pelearas conmigo después de haber tenido tan maravilloso sexo?

—¿Lo ves? ¡Para tí sólo fue sexo! Así ha sido siempre... Me iré a bañar, y cuando regrese, espero no verte aqui.

Me levanté de la cama y entré al baño de la habitación; abrí el agua dejándola caer sobre mi cuerpo, y ayudando a que disimularan las lágrimas que también salían por mis ojos.

Él sólo me veía como una chica que le podía dar sexo tanto y como quisiera. Sin oposición, sin restricciones. Y aunque lo he sabido siempre, caigo una y otra vez.

—¿Crees que siempre te he querido sólo por el sexo?— lo escuché preguntar a mis espaldas.

—Te dije que cuando saliera de bañarme no quería verte aún aquí.— tomó mi hombro y me hizo girar a verlo mientras me tomaba por la cintura. —Sueltame.

—No.

—Jyuto, ¡vete!

—Escúchame primero.— y me rendí. Eso era algo que había pasado por alto; escucharlo. —Eres... una mujer maravillosa, alguien que se merece lo mejor de este mundo. Quizá no a un policía corrupto como yo pero... tú sí eres una policía admirable, una gran amiga, una gran compañera, una amante extraordinaria.— dibujo el contorno de mi mentón con uno de sus dedos —Eres la mujer perfecta.

—Deja de decir esas cosas...— dije en un hilo de voz.

—Hablo en serio. Me encanta tú cuerpo, si. Pero eso es un plus a todo lo que en verdad eres. Desde que te conozco te he amado aunque no lo creas, y si quieres que te lo demuestre fuera del sexo, esta bien.— tomó mi cintura y me acercó a él. —Quiero estar contigo.— dijo en forma de susurro.

Pude sentir su erección contra mi vientre, lo que provocó en mi nuevamente deseo.

Volvió a cargarme pero esta vez, me pegó contra la pared del baño y me penetró sin perder el tiempo.

El agua caía justo sobre nosotros, yo daba pequeños saltos al ritmo que él estaba marcando en sus embestidas.

Gracias a esta nueva posición, me permití a gemir libremente en su oído, acción que por alguna razón lo hacía presionarme más contra el y de vez en cuando morder mi hombro.

—Te amo— dijo antes de que, una vez más, su líquido me llenara.

—Si algún día se te ocurre engañarme, te dejaré sin algo con lo que puedas satisfacer a la otra.— él en respuesta, sólo rió y volvió a besarme.

Estaba feliz, pues lo que antes crei que era una distracción, se transformó en una muy peculiar declaración.








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La horquilla... ¿es como la brocheta?

Su significado según San Googogle es "Vara o palo terminado en dos puntas que sirve para sujetar, colgar o descolgar una cosa."

Yo a la que me refiero en el capítulo, es esta 😁:

Yo a la que me refiero en el capítulo, es esta 😁:

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Jyuto ya aplacate, puro delicioso contigo 🥵❤

😂

Nada más venía a decir, que si aún no se meten al grupo de WhatsApp, lo hagan. Se van a divertir mucho y tienen noticias inéditas de las historias 😉👌

(Eso sonó a suscripción de youtube o algo así xd)

No, pero en serio, vamos a hacernos más amigues 🥺

El enlace está en el tablero de mensajes de mi perfil 😁

-Choki.♡

YOKOHAMA DIVISION | ONE SHOTSWhere stories live. Discover now