Capítulo 9

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ELLIE

El calor me invade y me obliga a abrir los ojos. Estoy en mi cama bajo mi colcha y con la cazadora del chico de los besos puesta. ¿Yo llegue aquí? No, yo me acuerdo que me quedé dormida en el sofá esperando a Kian.

Me levanto de la cama, me doy una ducha y me pongo algo para ir a la universidad. Aún es temprano son las 6:44 y tengo que estar ahí a las 8. Me voy a la cocina y esta todo desierto, tengo ganas de comer un buen desayuno casero pero en la cocina soy pésima y hoy no tengo ganas de cargar en mi conciencia un incendio así que me voy por lo básico, café con leche y huevos revueltos. No lo disfruté mucho porque los huevos me quedaron salados y la leche demasiado amarga por el café, en fin un desastre. Puse los platos en el fregadero y sentí la puerta de la entrada cerrarse de un fuerte portazo. No pude evitar el brinco de exaltación.

-hay no seas dramática- me voltee cuando escuche la voz que me estaba hablando tan groseramente. Kian estaba sentado en la barra con un aspecto horrible, los ojos rojos y apestaba a alcohol -¿que me miras?- me preguntó con el mismo mal tono de antes -¿estoy muy feo hoy, muy lindo? - no dije nada -no vas a hablar joder, que te pasa te comió la lengua el ratón- esas palabras frías y despectivas me lastimaron y tuve que aguantar para no llorar.

-¿es...estas bien?- soltó una risa amarga.

-como si te importara- fruncí el ceño y lo encaré.

-oye no me trates así yo no te he echo nada, no tengo la culpa de que te hayas pasado de copas...-

-¡SI TIENES LA CULPA!!- me gritó-joderrrr- le pego un puñetazo a la barra -tu tienes la culpa de todo. Ojalá no te hubiera...- se detuvo en seco.

-¿no...me hubieras que?- dije con las lágrimas cayendo por mis mejillas.

-conocido- listo ahora si Kian había logrado romper mi blando corazón de pollo. Se levantó enfurecido y me miró con odio puro en sus ojos -puedes dejar de llorar, joder eres una magdalena por todo lloras- me acerqué a él y con un valor celestial le viré la cara de una cachetada.

-¡PUES SI TE MOLESTO TANTO VETE DE AQUÍ O NO ME HABLES PERO NO TE METAS CONMIGO!!- me fui llorando a mi habitación y estuve ahí hasta que fueron las 7:50 que tuve el valor de levantarme. En el salón o había nadie y agradecí eso.

Llegué a la universidad con más mala cara que de costumbre y eso obviamente Freya lo notó.

-¿que te pasa?- negué con la cabeza -oh vamos Ellie te conozco desde hace tanto y tu no pones esa cara de velorio muy a menudo- suspire pesadamente.

-Nada solo...tonterías... mi padre que tuvo un problema fuerte con Ava- no tenía deseos de hablar de Kian en este momento la verdad.

-finjamos que te creo- puse los ojos en blanco y caminamos hacia nuestra primera clase.

Después de la escuela fui a trabajar y a oír las desgracias de Elijah toda la tarde, ni siquiera le hacía caso solo asentía con la cabeza distraída como un zombi. No tenía ni idea de que unas cuantas palabras de desprecio por parte de Kian podrían causar toda esta reacción en mi. Creo que no fue el hecho de que me dijera todo eso lo que me afectó sino que me lo dijera después de todo lo que hemos vivido todos estos días, fue muy bipolar de su parte.

-cuando termines Ellie me hace falta que vengas acá- me dijo mi jefa y asentí.

Limpie unas mesas ya vacías, estábamos casi al cerrar y solo quedaban 3 mesas ocupadas así que me dirigí a la oficina de mi jefa. Tenía el pelo desordenado y una mirada cansada.

-hola- dije tímida como siempre y levantó la mirada.

-siéntate- hice lo que me ordenó y cruzó sus manos sobre la mesa inclinándose un poco hacia delante -mira Ellie te voy a ser sincera- asentí -no quiero que trabajes más aquí- abrí los ojos, no me esperaba que me dijera eso.

-¿p..por..que?- pregunté con mi voz temblorosa.

-eres muy joven y hay veces que estás algo distraída, tengo a alguien vista que seguro será mucho mejor que tu- sus palabras también me dolieron. Nunca pensé que mi jefa me diría eso, siempre la vi tan simpática conmigo que pensé que le gustaba como trabajaba.

-p..pero yo pensé que estaba bien... que a usted le gustaba como yo trabajaba- le dije y sentía mis lágrimas venirse. Oficialmente era el peor día de mi vida.

-pues pensaste mal, no me gusta como trabajas eres...- se lo pensó un poco -muy poco profesional- que mal argumento -ahora si eres tan amable de terminar tu turno y luego irte para no volver- enfadada me quite el delantal y se lo lancé a la cara.

-¡termine usted el puto turno ya que soy muy poco profesional para hacerlo yo!!- enfadada salí de la cafetería y mi padre me llamo para saber como estaba y eso.

-Nicole te noto un poco decaída ¿que te pasa?-

-Nada papá estoy bien- bufó.

-soy tu padre te conozco demasiado bien así que no me vengas con "estoy bien" y dime que te pasa- suspire -¿es algún problema con un chico?. Ohh mira que te dije que no te involucraras con hombres... odio a los hombres sabes... ¿por que no te pueden gustar las mujeres? Hacen menos daño- volví a suspirar.

- papa no es nada de eso...me han echado del trabajo- se quedó en silencio unos minutos.

- ahhh esa tontería tu tranquila mi niña, no saben lo que se perdieron que se vayan todos a tomar por culo- puse los ojos en blanco.

-papa no es ninguna tontería, en una semana tengo que pagar mi parte del apartamento pero como no llegué a terminar el mes no me pagaron completo- dije y pareció entenderlo.

-ohh- dijo con pesar -Nicole querida nosotros te podemos mandar el dinero de este mes pero si no consigues empleo vas a tener que dejar ese apartamento. Sabes que Ava está un poco complicada- ella se había caído hace como 2 meses y tuvo una fractura grave, casi no puede volver a caminar si no es por mi padre que le pagó a los mejores médicos casi sin poder estaría en cama. Y es que aún tienen que pagar tratamientos para su recuperación total.

-ya lo sé papá solo... déjame ver que hago- me despedí de él y seguí caminando hacia mi casa.

Cuando abrí la puerta todo estaba a oscuras, tuve la idea de encender la luz pero unas velas me llamaron la atención. Estaban colocadas al rededor de la mesa que estaba llena de comida. Ahora si encendí la luz y Kian estaba en el sofá con la cabeza entre las manos, la levantó cuando me vio.

-hola- dijo con un tono de voz algo apenado.

-hola- dije tímida.

-yo... Ellie lamento lo de esta mañana, cuando bebo me gusta herir a las personas, también siento que me hayas tenido que ver en esas fachas y todo- asentí poco convencida -quiero agregar a las disculpas una cena- señaló la mesa.

-¿has cocinado tu?- asintió pero luego negó con la cabeza.

-soy igual que tú o peor para la cocina- le sonreí -entonces ¿aceptas mis disculpas?- dudé un minuto y luego asentí, en su cara se formó en seguida una sonrisa -genial, venga vamos a cenar-

Te conozco por tus besos ✔️Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang