Capítulo 4

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Hoy por alguna extraña razón Freya estaba más ansiosa que de costumbre, movía su pie arriba y abajo y no dejaba de jugar con el absorbente de su bebida.

-¿que ocurre?- pregunté por fin y me miro sonriendo.

-Nada ¿por que tiene que ocurrir algo?- puse los ojos en blanco.

-Frey desde que nos sentamos aquí me estás contagiando con tu aura nerviosa y no dejas de mirar hacia todos lados como sus fueras a cometer el mayor atraco de tu vida- se quedó callada unos segundos antes de asentir.

-tienes razón, es que.. quería preguntarte algo- fruncí el ceño.

-¿todo esto por preguntarme algo?- asintió y casi me reí en su cara -Freya no nos conocemos de hace 1 mes, llevamos prácticamente toda la vida siendo amigas, no es para que a esta altura estés nerviosa por preguntarme algo- dije divertida.

-es que se que no te va a gustar- alcé las cejas curiosa - Owen me ha invitado a una fiesta- sonreí.

-Freya eso es genial, tenías ganas de volver a salir con el- asintió.

-pero la cosa es que no quiero ir sola y quería saber si me podías acompañar- esperé que dijera que era una broma pero ooh sorpresa no lo dijo.

-sabes que las fiestas de universidad no son mi fuerte- rodó los ojos.

-ya sabemos que no te gusta nada- puse cara de indignación.

-¡no seas así sabes que si me gustan algunas cosas!!- le chille.

-bueno dime me acompañas o no- sabía que iba a terminar yendo con ella de todas formas pero no quería dejarme vencer tan fácil.

-no Freya odio el alcohol y que todas las personas estén invadiendo mi espacio personal- hizo un puchero y puso cara de cachorro en basurero -oh no esa cara no- a eso no me podía resistir.

-vamos porfi porfi- no habíamos ni llegado y sentía que ya me estaba arrepintiendo.

-vale- prácticamente brincó la mesa para darme un abrazo.

-te quiero te quiero ¿ya te lo he dicho?- sonreí.

-una o dos veces- y me comenzó a dejar su labial por toda mi cara.

Llegué al apartamento y me dejé caer en el sofá agotada. No parecía haber nadie en casa así que me quite los zapatos ahí mismo y solté el bolso cuando mi teléfono comenzó a sonar, era mi padre.

-hola pa- dije mientras me soltaba el cabello para descansar del ajustado moño.

-Nicole mi vida- puse los ojos en blanco cuando me llamó por mi segundo nombre.

-papá sabes que odio ese nombre- soltó una pequeña risita.

-pero yo lo amo, fue el que te puse yo- si, cada vez que le decía que odiaba el nombre me decía que él lo había elegido y que lo amaba.

-bueno ¿como están las cosas por casa?-

-muy bien, ayer Ava hizo esos bizcochos que tanto te gustan una lástima que no estaba aquí- Ava es mi madrastra pero para mi es como mi madre porque la que me parió nunca la conocí.

-cuando vaya me tienen que hacer- soltó una risita.

-claro Nicole- puse los ojos en blanco -y como va todo con tu sabes el tema de...las pachangas - oh no aquí iba a comenzar con el tema de las fiestas.

-papa sabes que no me gusta salir-

-eres una amargada si yo tuviera tu edad estaría por ahí gozando. Claro que ¡SIN NOVIOS!! No hay necesidad de tener novio tan pronto aún eres joven- mi papá es muy relajado en cuanto a las fiestas y a todo pero muy estricto con el tema de mis novios dice que no soporta que nadie esté manoseando a su hija.

Te conozco por tus besos ✔️Where stories live. Discover now